"El arte es salud". Con esa consigna como bandera actores, músicos, artesanos y referentes de variadas disciplinas relacionadas con la producción cultural llevaron este lunes sus reclamos a las escalinatas del Palacio Municipal. Según advirtieron, la declaración de emergencia para la actividad no puede esperar más tiempo, ni tampoco el establecimiento de subsidios para los trabajadores culturales. "Hay personas que atraviesan situaciones de mucha vulnerabilidad", advirtieron.
A excepción del breve veranito de fin del año pasado, las restricciones para evitar contagios de coronavirus pusieron en suspenso desde marzo del año pasado a las actividades culturales, afectando a un extenso colectivo de trabajadores relacionados al arte, el esparcimiento o la creación, que esta mañana se movilizaron a la Intendencia.
"Salir en este contexto es una decisión tomada por la extrema precarización laboral con la que luchamos día a día", advirtió Alexis Gambacurta, bajista, músico de jazz y referente de la Multisectorial de Trabajadores del Arte y la Cultura, una organización nacida el año pasado en medio de la crisis abierta por la pandemia.
Según señaló, tanto en la primera como en la segunda ola de coronavirus, las propuestas relacionadas con la cultura fueron las primeras en cancelarse y las últimas en habilitarse. Y en ese interín, sus trabajadores quedaron "sin respuestas", ya que los subsidios lanzados por Nación y provincia "no llegaron a todos los afectados por las medidas sanitarias", explicó.
Por eso, sostuvo, desde mediados del año pasado se está reclamando la declaración de emergencia del sector que incluya un subsidio universal para todos los trabajadores de la cultura y la asistencia alimentaria para los sectores más damnificados.
Pero además, la apertura inmediata de los espacios públicos de trabajo, tanto espacios al aire libre, como centros y bares culturales, salas de espectáculos, con el cumplimiento de protocolos adecuados cuando la situación sanitaria lo permita y el cese del hostigamiento a los trabajadores de espacios públicos.
La precariedad, más expuesta
Gambacurta advirtió que en Rosario existe un amplio colectivo de trabajadores culturales, de distintas disciplinas, que no sólo sostienen la tradición creativa de la ciudad, sino "que favorecemos a su economía interna del país, fomentamos puestos de trabajo, servimos a la sociedad, la formamos, favorecemos el sector de turismo, las propuestas de la nocturnidad y de infinidades de rubros".
Sin embargo, como con tantas otras problemáticas, la pandemia expuso claramente las dificultades de los trabajadores del sector. "La informalidad en la que nos desempeñamos nos lleva a la situación en la que estamos hoy en día. Como trabajadores independientes, quedamos desamparados, no podemos entrar a ningún tipo de ayuda. La actividad se cierra y nos ha llevado a un estado de emergencia extremo", describió y señaló que "no todos los artistas tuvieron acceso a los programas de fomento dispuestos por el gobierno nacional o la provincia".
Dentro de la multisectorial, sostuvo, "hay realidades muy duras, personas en situación de fragilidad extrema, con dificultades para llevar la comida a la casa, a quienes no les queda otra que salir a trabajar en la calle, no porque desconozcan la situación sanitaria, sino porque atraviesan un momento de extrema necesidad".