Despojado de los nervios y las incertidumbres del debut como entrenador de Central, Ariel Holan irá ahora en busca de algún tipo de crecimiento por parte del equipo. Es cierto que ya en La Plata, frente a Estudiantes, se notaron algunos rasgos distintivos del nuevo técnico, pero a medida que pasen los partidos Holan más que nadie querrá que los conceptos que comenzó a verter desde el primer día de trabajo se vayan asentando. Por eso, el lunes por la tarde en el Madre de Ciudades de Santiago del Estero las expectativas estarán centradas en mejorar lo hecho en la ciudad de las diagonales. Central Córdoba no se la hará fácil, pero el Canalla necesita del avistamiento de cosas que vayan hacia adelante. Lo más sencillo es comenzar por el aspecto que más claro quedó en el partido contra Estudiantes respecto a las pretensiones del flamante entrenador. Y sin dudas lo que sobresalió fue el intento de un mejor trato del balón que, entre otras cuestiones, puso el foco en la salida clara desde el fondo.
Desde el costado más objetivo, Central cumplió al pie de la letra con las directivas del técnico y para ello alcanza con revisar lo que fueron los 90 minutos, en los que recién en el adicional del segundo tiempo se vio el primer y único pelotazo largo, sin que contemplara la búsqueda de un compañero. Lo hizo Broun tras un pase un tanto exigido de Mauricio Martínez.
Claro, después se puede analizar también si todos esos intentos de salir jugando de manera prolija desde el fondo fueron de manera correcta y si le pusieron alguna cuota de valor agregado al juego colectivo, pero de lo que no quedaron dudas es que las intenciones y el apego a las directivas del DT estuvieron.
¿Qué es lo que necesita Central de aquí en más? Que esa forma de tratar el balón, de intentar que el juego fluya, pueda desembocar en un equipo con mayor agresividad en la ofensiva. Esto es, que esa generación desemboque en una mayor cantidad de situaciones de riesgo.
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Ariel Holan hizo su debut como DT de Central ante Estudiantes y quedó conforme con lo que hizo su equipo.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Porque Central tuvo las suyas en La Plata, pero no fue en abundancia. El tiro en el palo de Ignacio Malcorra, el gol de Jaminton Campaz (ambos en el primer tiempo), el puntín de Jonatan Gómez y la de Agustín Sández. Por tratarse del primer partido de un nuevo cuerpo técnico quizá puedan parecer suficientes, pero la vara debe ser elevada.
Central de orden y progreso
Cuando fue presentado, Holan dijo que aspiraba a un equipo que entre con orden al campo contrario y para lograr eso el control del balón y del territorio es esencial. Posiblemente haya visto algo de eso en estos primeros 90 minutos que estuvo al frente del equipo, pero deberá lograr que ya en Santiago del Estero se pueda dar un paso adelante. Que el control de juego se mantenga o, en la medida de lo posible, se potencie y que a partir de eso el Canalla pueda generar más en ofensiva.
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Hasta lo que podría ser la “pata fuerte” que mostró el equipo contra Estudiantes, porque hay otras cuestiones que merecen ser corregidas cuanto antes. Incluso algunas de ellas están relacionadas con esa apuesta de la pelota al pie.
También alcanza con un simple repaso de las imágenes de aquel partido, pero ni siquiera de los 90 minutos, sino de los primeros 30, eso que fue un tiempo más que suficiente para que el ciclo Holan pudiera comenzar con un verdadero dolor de cabeza.
Fatura Broun lo impidió
Esto también es fácil de explicar. ¿De qué manera? De no haber sido por un par de intervenciones magistrales de Jorge Broun y un cierre in extremis de Juan Giménez, en esa primera media hora Central tranquilamente lo podía ir perdiendo por dos, tres o cuatro goles.
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Caramelo Martínez fue uno de los jugadores en los que más se notó la apuesta de la pelota al pie.
Celina Mutti Lovera / La Capital
Dos de ellas (una sobre todo, la que termina con el cierre de Giménez) fueron por salidas en falso de Fatu Broun, pero la cosa va más allá de quién cometa un error, porque en definitiva lo que quedó fue que Estudiantes bien pudo haber liquidado el partido en esos primeros 30 minutos.
Nadie puede ni debe quitarle a Broun el mérito de sus atajadas, puede haber habido también en las otras situaciones alguna cuota de fortuna. Como sea, Central le tendió la mesa al rival para lo que resultó una degustación fallida.
Justamente, si hubo un punto flaco en el proceso de Matías Lequi fue lo rápido que le convertían al equipo. Bueno, ahora no pasó porque no tuvo que pasar. En el viaje a Santiago del Estero, Holan necesitará que su equipo mejore también en ese aspecto.
La pelota al pie será, a priori, un valor irrenunciable. Y a partir de la seguridad para sacarla desde atrás y la prolijidad para manejarla del medio hacia adelante se pueden ver los avances que el nuevo DT seguro espera.
