A pesar de la confianza innegable que le tiene Mariano Soso a Josué Reinatti, algo que le transmitió, y que Faustino Piotti empieza a asomar como uno de los arqueros del futuro, la dirigencia Leprosa sigue a la búsqueda de un arquero de experiencia -Macagno está desgarrado- y apuntó nuevamente a Washington Aguerre, uno de los guardavallas que más sonó en el mercado de pases sudamericano.

Aguerre, quien por estas horas se entrena solo esperando una definición sobre su futuro, ya había estado muy cerca de la Lepra hace quince días, tanto es así que estaba pactada una reunión en Rosario con el presidente de Newell's, Ignacio Astore, para darle un cierre a la negociación, pero el mandamás Rojinegro puso freno a las charlas y apuntó para otros frentes.

Allí aparecieron, como adelantó Ovación, los nombres de Fernando De Paul y Javier Burrai como alternativas. Por el primero, arquero de Colo Colo, la dirigencia del Cacique pidió un monto que Newell's -por el momento- no está dispuesto a poner, mientras que Burrai decidió por estas horas quedarse en Barcelona (Ecuador).

Experiencia en Peñarol

La falta de nombres de experiencia hicieron recaer nuevamente en Aguerre, quien mostró personalidad y experiencia en el arco de Peñarol en 2024 y fue clave para la buena campaña del Carbonero en la Copa Libertadores. La vuelta de Astore de Italia antes del fin de semana será clave para reactivar y acelerar una de las novelas del verano 2025.

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El arquero Charrúa fue seducido por varios equipos, además de Peñarol, quien le ofreció duplicar su sueldo. En el radar aparecieron San Lorenzo, que apuntó en estos días a Keylor Navas; Boca, que finalmente bajó la chance para no gastar un cupo de extranjeros en el arco, y Barcelona, que sigue purgando por quedarse con Aguerre. La clave de la negociación estará en comprar parte de su pase y afinar los números finales para que se termine de calzar los guantes en el Coloso.