El ministro de Economía, Luis Caputo, salió al cruce de los gobernadores y dirigentes agropecuarios que reclamaron una baja de las retenciones a la exportación, al asegurar que el gobierno nacional solo puede reducir impuestos si alcanza superávit fiscal. Al mismo tiempo reclamó a las provincias que bajen el impuesto a los ingresos brutos.
“Quiero que sepan que todos los días analizamos la situación financiera del país para evaluar la posibilidad de seguir bajando impuestos. No necesitamos que nadie nos lo recuerde, porque ese es precisamente nuestro objetivo. Sin embargo, cualquier medida que tomemos estará alineada con el esfuerzo colectivo de todos los argentinos. Haremos siempre el mayor esfuerzo por reducir la carga impositiva, pero sin comprometer la estabilidad macroeconómica”, posteó el funcionario en la red X.
Ingresos Brutos
Y por si quedaran dudas sobre a quién iba dirigido el mensaje, agregó: “Ojalá seamos cada vez más los que entendamos que la forma más saludable para bajar impuestos es bajando el exorbitante nivel de gastos que aún hoy algunas provincias y municipios tienen”. Para añadir: “No hemos visto a ninguna provincia reducir Ingresos Brutos, el peor impuesto”.
Horas antes, los gobernadores de Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos se reunieron en Rosario para reclamar al gobierno nacional que baje las retenciones a la exportación de granos en forma urgente, de modo de evitar un colapso en el sector agropecuario. “El próximo impuesto a bajar deben ser las retenciones”, señalaron luego de describir la grave crisis que afecta al campo por la baja de precios, el aumento de los costos, la presión impositiva y el clima seco que ya afectó los pronósticos de cosecha.
Los mandatarios citaron estudios económicos que revelan que el 67% de la presión fiscal sobre el campo es de origen nacional y está vinculada fundamentalmente a las retenciones. Por el contrario, subrayaron que lo que los Estados provinciales recaudan por inmobiliario rural es veinte veces menos que lo que invierten en infraestructura y créditos para el sector.
Guerra gaucha
La guerra fría en el campo impactó en el gobierno nacional, que salió a respnder. El titular del Palacio de Hacienda aseguró que “la ortodoxia fiscal y monetaria no es negociable” ya que, añadió, esta política representa “la mayor garantía para los sectores productivos”.
"El país lo construimos entre todos, Nación, provincias y municipios. Ojalá seamos cada vez más los que entendamos que la forma más saludable para bajar impuestos es bajando el exorbitante nivel de gastos que aún hoy algunas provincias y municipios tienen", agregó.
Caputo también dijo que el gobierno bajó más impuestos que cualquier otro gobierno. Una afirmación de relativa veracidad ya que las primeras medidas fueron reponer el impuesto a las ganancias sobre los trabajadores y subir el impuesto País. En este último caso, luego bajó la alícuota que había subido y finalmente decidió no prorrogarlo cuando llegó la fecha de vencimiento fijada cuando se creó, en diciembre de 2019.