El cierre de la planta de polioles de Dow en Puerto General San Martín podría desencadenar un efecto dominó y contagiar a otras empresas del polo petroquímico de la región.
El Sindicato Obreros Empleados Petroquímicos Unidos (Soepu) advirtió que esta situación podría replicarse otras plantas del sector
El cierre de la planta de polioles de Dow en Puerto General San Martín podría desencadenar un efecto dominó y contagiar a otras empresas del polo petroquímico de la región.
“La planta de Corteva está totalmente ligada a la de Dow. Compartían servicios, el muelle, la portería, el comedor. Comparten todo menos la luz. Esto empieza a ser un efecto dominó. Lo dije también respecto a la petroquímica Río Tercero que es la otra productora de los dos productos necesarios para hacer todo lo que es gomaespuma en el país y también está cerrando esa línea”, resaltó este lunes Mauricio Brizuela, secretario general del Sindicato Obreros Empleados Petroquímicos Unidos (Soepu).
El viernes pasado, pese a la lucha gremial, durante la audiencia realizada en el Ministerio de Trabajo se confirmó el cierre de la planta de Puerto San Martín. La empresa aceptó mejorar las indemnizaciones y confirmó su decisión de cerrar la fábrica. Un día antes, el jueves pasado, el Senado provincial no giró a la Cámara baja el proyecto que había recibido media sanción declarando la utilidad pública de la fábrica que abastece a una gran cantidad de industrias santafesinas.
Desde el gremio sintieron que al no lograr la media sanción les “dieron la espalda” y perdieron “una gran herramienta de presión” para lograr que la empresa continué con sus puertas abiertas. “No tuvieron voluntad para defender la industria. La única planta de poiloles del país, creo que el daño va a ser mucho más grande y solo no se puede. Esa es la sensación que tuvimos. Nos han dado un mensaje claro, quizás uno no lo quiera entender, pero no van a defender la industria y no van a defender estos trabajadores”, subrayó Brizuela.
El Soepu recordó que se solicitó a la provincia que sea parte de una mesa de diálogo con la empresa para negociar una posible venta de la planta, pero eso no ocurrió. “Todo es eslogan de campaña, no han venido una vez a la planta o al gremio a interesarse. Pedimos que el ministerio de Producción sea garante y participe de una mesa junto a la empresa para poder saber si hay intenciones de vender la tecnología o es sólo el predio, por el puerto. Todas esas cosas que planteamos ninguna tiene respuesta. La verdad creo que hablan cuando hablan de producción hablan del campo y desconocen todo lo que es el tramado industrial, la parte química y petroquímica del sur de Santa Fe”, resaltó el dirigente.
Para Brizuela el cierre de la planta de Dow llevará a que los productos terminados lleguen de Brasil y de otros países y “se rompa la industria santafesina”. En ese sentido, consideró: “La verdad que hablan desde un desconocimiento que preocupa. Si queríamos ser una santa Fe productiva me parece que no es el camino no cuidar lo que tenemos. Por eso también ya en el final de la conciliación obligatoria no podemos exponer a los compañeros a que pierdan económicamente porque la verdad que no hay voluntad política para defender la planta”.
Este lunes se realizó una nueva audiencia en el ministerio de Trabajo de la provincia para definir el pago de las indemnizaciones, entre otros puntos. “No hay que ser necio, hay que tratar de tener la cabeza fría y pensar en esas 120 familias y no tratar de perjudicarla más de lo que ya la están perjudicando, que se están quedando sin trabajo", resaltó Brizuela en la previa al encuentro en la cartera laboral, para quien será compleja una reinserción de los trabajadores en otras empresas del cordón petroquímico de la región ya que las plantas están trabajando al 60 o 65% y no manifiestan necesidad de nuevo personal.
Con el cierre de Dow desaparece una nueva rama fabril en la provincia, a la vez que se debilita todavía más el peso del sector petroquímico y químico que supo dar forma al cordón industrial.