Pese a la caída de la inflación de los últimos meses, el poder de compra no es sólido y se demuestra en los números de consumo, sobre todo en supermercados que desde hace 15 meses ven caída en las ventas. Por eso las compras son quirúrgicas y no hay lugar para "gustitos".
Según un informe a nivel nacional de la consultora Scentia que giró por varios medios durante el fin de semana, las ventas de los supermercados y autoservicios registraron una caída del 9,8% en febrero, situación que se da desde enero del 2024 , es decir, 15 períodos consecutivos. De hecho, el 2024 retrocedió un 13,9%, una de las peores marcas desde la crisis de 2001.
La gerenta de la Cámara de Supermercadistas de Rosario, Verónica Solmi, confirmó que en las bocas de expendio de la ciudad hay una desaceleración. “Hay mayores períodos de ventas que repunta, como noviembre y diciembre, pero no se recompone cuando se hace la comparación interanual”, explicó al Primero de la mañana por LT8.
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El consumo en caída desde hace más de un año
Hábitos de consumo
Solmi explicó que los productos masivos de primera necesidad que venden los supermercados como alimentos y limpieza, por ejemplo, no dejan de venderse y a lo sumo se cambia de marca, pero “los productos impulsivos cayeron mucho”. “Esos que me tiento y quiero comprar, no se vende más". El ejemplo más claro de la caída de consumo es la venta de bebidas con alcohol y sin alcohol.
Las de sin alcohol bajaron un 18,8% y las alcohólicas, un 16,2%. Y, justamente, le siguieron productos asociados a ocasiones “impulsivas” −alfajores, chocolates, golosinas, postres y cigarrillos− con una baja del 10,5%.
“Notamos una venta más sutil, más racional, es decir, lo que necesito y no más”, comentó. “Ya no hay compras mensuales enormes, el cliente va dos o tres veces por semana a hacer compras más chicas. No se llena el carro como se hacía antes”.
A su vez, cayeron artículos de limpieza de ropa y hogar un 9,7% y de higiene y cosmética un 8%. Los englobados en el segmento de desayuno y merienda se retrotrajeron un 7,7%; mientras que otros alimentos lo hicieron un 4,9% y los perecederos un 3,3%.
Según la ejecutiva de la cámara de supermercados locales, notan que las compras son “más pensadas y poco consumistas, no porque no quiera, sino porque no hay poder de consumo como había en otro momento”.
A su vez los supermercados notan que los clientes buscan comprar los días de promociones y descuentos. “La gente está observando todo el tiempo dónde comprar con descuentos, y muchas veces los reintegros los hace el supermercado como estrategia de mantener al cliente. Es más, va los días de promociones incluso va al supermercado dos veces para tomar distintos beneficios”.