Mientras las listas de productos esenciales llegaban con aumento del 9 %, el precio del dólar oficial flotó en el medio de banda cambiaria durante la segunda jornada posdevaluación. La divisa aumentó 63 centavos, a $1.233,89 para la venta en el promedio de las entidades financieras, mientras que en el Banco Nación se mantuvo estable a $1.230. Con un volumen operado de u$s 413 millones, más bajo que el del lunes, el mercado sostuvo el salto cambiario de 12 % respecto de la semana anterior.
En busca de mejorar la posición en dólares, el Banco Central flexibilizó el acceso al mercado de cambios para nuevas inversiones de no residentes y emitió una nueva serie de Bopreal para el pago de deudas comerciales.
El mercado de futuros
Los contratos cortos del dólar futuro presionaron al alza y para lo que queda de abril el mercado espera un ajuste adicional de 1,8 %. Sin embargo, los plazos de fin de año aflojaron. El blue cerró sin cambios, a $1.285 para la venta en las cuevas porteñas. El MEP bajó a $1.237,90 y el CCL a $1.242.
Los activos argentinos frenaron su escalada alcista y el S&P Merval cayó 3,4 %. El riesgo país volvió a ubicarse debajo de los 730 puntos. Los bonos en dólares que más subieron fueron el Bonar 2041 (+1,3 %) y el Global 2038 (+0,6 %).
Bicicleta y bonos
Otro factor que acompaña la transición es el ajuste en la política monetaria. Es que el gobierno busca recomponer el carry trade.
El lunes, el Banco Central dejó de asistir a los bancos con liquidez, y como consecuencia, las entidades se vieron obligadas a elevar sus tasas para captar pesos vía depósitos. El Banco Nación subió la Tasa Nominal Anual (TNA) al 37 %. Sin embargo, la tasa de política monetaria, que sigue siendo el principal faro para el sistema financiero, permanece en 29 % nominal anual. El directorio de la autoridad monetaria se reunirá este miércoles.
Mientras tanto, el BCRA anunció una serie de medidas para facilitar el acceso de inversores no residentes al mercado de cambios. Una de ellas fue la flexibilización para inversiones nuevas. Del otro lado, emitió nueva serie de Bopreal destinada a afrontar las deudas comerciales anteriores al 12 de diciembre de 2023. Esta Serie 4 de los Bopreal, que ya había anticipado en el largo comunicado del BCRA, tendrá un plazo de tres años, estará nominada en dólares y podrá ser suscripta en pesos.
Gabriel Caamaño, de Outlier, subrayó que estas medidas apuntan a sumar oferta de dólares privados en el marco del nuevo esquema cambiario. “Están empezando a implementar medidas en ese sentido, como poner una tasa alta en pesos”, y agregó que el Bopreal, por otro lado, actúa como una suerte de “sustituto” para quitar demanda privada al dólar.
La plata del Fondo
El primer desembolso correspondiente al nuevo préstamo del Fondo Monetario Internacional (FMI) ingresó el martes al Banco Central (BCRA). Se trata de los u$s 12.000 millones de libre disponibilidad, sobre un total de u$s 20.000 millones. Con este auxilio, las reservas brutas aumentaron a u$s 36.799 millones.
El gobierno nacional anunció el viernes pasado un acuerdo con el FMI para enfrentar la corrida cambiaria de los últimos meses. El salvataje consiste en un nuevo endeudamiento en dólares destinado a intervenir en el mercado de cambios, de modo de defender las cotizaciones de una banda de flotación que oscila entre $1.000 y $1.400.
Tras este primer desembolso, el Ministerio de Economía espera ahora la llegada de otros u$s 1.500 millones de distintos organismos internacionales y un Repo de u$s 2.000 millones con bancos. Es decir que, durante este mes, las reservas recibirán un refuerzo de u$s 15.500 millones.
El esquema acordado también contempla la llegada de u$s 4.100 millones para junio (u$s 2.000 millones del FMI y u$s 2.100 millones de otros organismos) y unos u$s 3.500 millones para el segundo semestre de 2025 (u$s 1.000 millones del Fondo y u$s 2.500 millones del resto). Este refuerzo se desembolsará en la medida en que el gobierno pase la revisión establecida.
El ministro de Economía, Luis Caputo, argumentó que la plata del FMI se utilizará para rescatar, a valor nominal, letras intransferibles entregadas por el Tesoro al Banco Central. Es decir, reemplaza deuda intrapública, sin costo, por endeudamiento externo.
Fuentes del Banco Central explicaron que la cancelación de las letras no se realizará esta semana. “Puede ser la semana que viene”, manifestaron.
El blindaje
Este “blindaje” del organismo fue resultado de un nuevo acuerdo firmado bajo la modalidad de Facilidad Extendida (EFF) por u$s 20.000 millones, que establece condicionalidades en materia de reformas estructurales pero además, en el corto plazo, una intervención virtula del manejo de la política económica. El primer resultado fue el abandono de la tablita cambiaria.
El Fondo le exige al gobierno que acumule reservas netas por u$s 4.000 millones en 2025. El año pasado, el BCRA acumuló u$s5.000 millones brutos, pero las reservas netas cayeron por pagos de deuda y salidas por turismo. El FMI espera que las compras discrecionales aprovechen flujos de inversión extranjera directa (u$s 3.000 millones proyectados en energía y minería), la cosecha gruesa y repatriaciones de capitales.
Paralelamente, un decreto eliminó el esquema que permitía liquidar el 20 % de las exportaciones en el mercado paralelo, asegurando que el 100 % se canalice al mercado oficial. Según el FMI, esta medida, implementada como acción previa, busca fortalecer la oferta de divisas en el mercado regulado, donde las exportaciones representan el 80 % de los ingresos de dólares (u$s 35.000 millones proyectados en 2025). En 2024, el esquema paralelo drenó u$s 3.000 millones del mercado oficial, alimentando la brecha cambiaria.
Un nuevo puente
El Centro de Economía Política Argentina (Cepa) explicó que el plan de mediano plazo acordado con el FMI es encontrar un nuevo “puente” de dólares, pero esta vez hasta 2030. “Para ese objetivo, Argentina deberá acumular una buena cantidad de dólares y lograr acceso a los mercados de crédito a partir de 2026”, señaló.
En el largo plazo, Argentina tiene por delante importantes vencimientos que afrontar con un aumento de la exposición del sector público a deuda externa. “El contexto internacional luce desafiante y el nivel de riesgo país podría condicionar el rolleo de la deuda”, señala el estudio, que advierte que “según el propio organismo, el acuerdo es poco sostenible para su repago”.
Entre los riesgos cambiarios y del sector externo, los economistas de Cepa apuntaron que “la cuenta corriente negativa luce poco sostenible para ser financiada indefinidamente por la cuenta financiera” a la vez que quedan “stocks contenidos” dentr del cepo que presionarán sobre la demanda futura de dólares. Los stocks de vencimientos de deuda en pesos de corto plazo también “podrían generar incertidumbre en el mercado cambiario”.
De acuerdo al Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), a decisión del gobierno nacional de aumentar el superávit primario del 1,3 % al 1,6 % del PBI en 2025, en el marco del acuerdo con el Fondo, implicará una reducción adicional del gasto público respecto de lo previsto inicialmente. “En términos reales, considerando el IPC, esta medida significaría que el gasto primario, en lugar de crecer un 3 % en términos reales, podría aumentar solo un 1 %”, señaló.