La suerte de la planta de polioles de Dow en Puerto San Martín y la de más de cien trabajadores ocupados en esa unidad productiva quedó prácticamente sellada este viernes durante la audiencia que se llevó a cabo en el Ministerio de Trabajo de Santa Fe. Allí, la empresa aceptó mejorar las indemnizaciones pero confirmó su decisión de cerrar la fábrica.
Sin apoyo de los gobiernos nacional y provincial, el Sindicato de Obreros y Empleados Petroquímicos Unidos (Soepu) chocó con una pared. Este sábado someterá al aval de una asamblea el acta firmada en la cartera laboral, que marcará una nueva salida de una empresa en el golpeado cordón industrial del Gran Rosario.
La empresa comunicó a principios de octubre su decisión de cerrar la fábrica de poliuretanos, concretando lo que había intentado hacer en 2021 y no había podido, entre otras cosas, por la decisión de las autoridades políticas. Esta vez, en cambio, se encontraron con un aval tácito de ese sector. Los trabajadores intentaron resistir, como aquella vez, pero el jueves confirmaron que habían quedado prácticamente solos. Fue cuando desde el Senado provincial no se giró a la Cámara baja el proyecto que había recibido media sanción declarando la utilidad pública de la fábrica que abastece a una gran cantidad de industrias santafesinas.
“Perdimos, dimos la lucha para defender la industria pero sin acompañamiento nacional y provincial no se puede”, señaló el secretario general del Soepu, Mauricio Brizuela, luego de comunicar que “la empresa ya da por cerrada la planta”. Solo un pequeño grupo de 16 personas seguirá realizando tareas por un tiempo más. Dow aceptó ofrecer un plus indemnizatorio y evaluar la posibilidad de venta de la unidad productiva.
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“Dow cierra, los trabajadores cobrarán una buena indemnización y tendrán cobertura durante catorce meses. Este sábado habrá asamblea y el lunes se juntarán a las 15 en el Ministerio de Trabajo. Los gobiernos dejaron solos a los obreros”, dijo el diputado provincial Carlos del Frade, del Frente Amplio por la Soberanía (FAS), apenas terminada la audiencia. El legislador, referente de uno de los pocos espacios políticos que intentó torcer la historia, fue impedido de ingresar a la reunión.
En un ambiente de enorme congoja, Brizuela expresó en declaraciones al diario Conclusión su bronca porque “nos dejan tirados en la calle, en una empresa que es rentable”. Y cargó tanto contra el gobierno nacional como contra el gobernador Maximiliano Pullaro. “No actúan porque dice que así no vendrán nuevas inversiones, pero en realidad no cuidan la producción que tienen”, disparó. También advirtió que habrá más sectores industriales afectados.
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De hecho, con el cierre de Dow desaparece una nueva rama fabril en la provincia, a la vez que se debilita todavía más el peso del sector petroquímico y químico que supo dar forma al cordón industrial. Incluso, las inversiones que se evalúan para el sector, a la luz del desarrollo de Vaca Muerta y que tomaron estado público en las últimas semanas, tienen a la provincia de Buenos Aires como destino posible, más allá de los intentos locales de alinearse con la política nacional a modo herramienta para dar señales a eventuales inversores. En el Gran Rosario, en cambio, hay una empresa menos.