La tormenta perfecta. La guerra comercial desatada por la decisión del gobierno de Estados Unidos está llamada a remoldear el escenario económico global. Mientras tanto, su primer impacto en Argentina es sellar la suerte del carry trade que sostenía el esquema económico armado por el ministro de Economía, Luis Caputo.
“Afrontamos un doble frente de incertidumbre en los últimos días en la Argentina, lo cual se está traduciendo en un fuerte aumento del riesgo país, el derrumbe en la cotización de bonos y acciones, una preocupante caída de reservas en el Banco Central, realimentación de la inflación, y un aumento de la brecha cambiaria”, señaló el economista Carlos Seggiaro en su último informe.
Aranceles y devaluaciones
La suba de aranceles y las retaliaciones es solo un aspecto de una disputa más densa y compleja. Como muestra, remarcó que “algunos países, como Brasil, frente a este cuadro, están acelerando la pauta devaluatoria de sus monedas”. Esto “pone aún más tensión sobre la política cambiaria de la Argentina, profundizando su ya muy preocupante atraso en términos relativos”.
El gobierno aspira a tener este viernes una buena noticia respecto de un salvataje por parte del FMI. Hasta entonces, esa negociación “genera más dudas que certezas, sobre todo con relación a los reclamos del organismo en torno al ajuste del tipo de cambio, la salida del cepo y la eliminación del blend”. En este combo, el riesgo país arrancó la semana por encima de los 900 puntos, “alejando la posibilidad de retornar al mercado internacional de deuda voluntaria”, destacó el economista.
Al rebote inflacionario se sumó en las últimas semanas la suba de las tasas de los plazos fijos para “evitar un mayor retiro de depósitos de parte de ahorristas que están decidiendo dolarizar”.
Argentina 2018
“¿Es el 2018 de Milei?”, se pregunta el Mirador de la Actualidad, el Trabajo y la Economía (Mate) en su último informe. “En 2017 se sostuvo un régimen de tipo de cambio estable como mecanismo de contención de precios durante el año electoral”, recordó. Ya en 2018 “se quedó sin dólares y tuvo que retornar al FMI con un crédito tan inédito como el que se negocia actualmente”. Los economistas se preguntan si, al igual que entonces, los dólares de ese “nuevo salvavidas” serán usados para “fugar capitales, generar nuevas corridas, saltos devaluatorios, pérdidas de reservas, inflación y crisis”.
Desde el Mate están convencidos de que la discusión por el monto, los tiempos de los desembolsos y los condicionamientos en el uso de los u$s 20.000 millones para intervenir en el mercado cambiario “encubren la discusión sobre el momento en que el gobierno va a cambiar el régimen cambiario”.
Milei niega la devaluación argumentando que “no faltan dólares sino pesos”. El equipo de economistas que conduce Sergio Arelovich aclaró que “esto es cierto para quienes trabajan o están jubilados” pero no para “aquellos que apostaron a realizar ganancias financieras en pesos, siempre en el marco de una tablita cambiaria de depreciación de 1% mensual que les asegura dólares baratos”. De hecho, el desarme parcial de esos activos “fue evidente durante la última semana de marzo y fogoneó la corrida cambiaria”. También abundan pesos, agregó, en las grandes compañías que anunciaron “exorbitantes montos a distribuir en forma de dividendos”.
Los caminos del Fondo
El Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) estimó que si el desembolso es de u$s 8.000 millones , y el FMI no condiciona para una nueva devaluación, “la posibilidad de éxito parece acotada atento que dicho esquema cambiario no parece anclar las expectativas”. Si la condición es una devaluación el orden del 20-30%, la posibilidad de éxito descansa en que “el traspaso a precios sea bajo”. Otra posibilidad, concluye, es que el salto devaluatorio “vaya acompañado de una nueva etapa en la política cambiaria, como puede ser la implementación de un tipo de cambio más flexible o la unificación cambiaria”.