Contra todos los pronósticos privados, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sorprendió al informar que la inflación de octubre fue del 2,4 %, por debajo del mes anterior, cuando había sido de 2,7 %.
El IPC de noviembre subió 2,4 %, bastante por debajo de lo que midieron las consultoras, Caba y dos provincias. El organismo difundió una herramienta para que cada consumidor mida su canasta
Contra todos los pronósticos privados, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) sorprendió al informar que la inflación de octubre fue del 2,4 %, por debajo del mes anterior, cuando había sido de 2,7 %.
La división con mayor alza mensual en noviembre de 2024 fue educación (5,1 %), escoltada por vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles (4,5 %). Le siguieron bebidas alcohólicas (4 %), restaurantes y hoteles (3,6 %), transporte (3,4 %) y recreación (3 %). Luego se ubicó salud (2,3 %), mientras que alimentos fue el rubro de menor variación (0,9 %).
La desaceleración en el rubro alimentación sorprendió porque en noviembre se registraron importantes aumentos de la carne y de otros rubros comestibles. Así lo midieron distintas consultoras privadas y direcciones provinciales de estadística. También lo alertaron diferentes cámaras de supermercadistas y comerciantes de cercanía.
Sin embargo, los encuestadores oficiales captaron aumentos de 2,6 % en carnes y 2,5 % en lácteos, alineados con la inflación. En cambio, detectaron una fuerte desaceleración de dos dígitos en el precio de las verduras. En el rubro de gastos asociados a la vivienda, registraron subas superiores a 6 % en alquileres y de 3,3 % en tarifas de electricidad, gas y otros combustibles.
La mayoría de las mediciones había estimado que el índice de precios de noviembre se ubicaría en el mismo nivel que el de octubre, o algunos puntos por encima.
El dato de inflación fue tan sorpresivo que el Indec se vio obligado a explicar, a través de un hilo de X, por qué las cifras oficiales no coinciden con las que percibe el consumidor. Además, puso una herramienta para que cada consumidor mida su propia canasta.
“El IPC mide las variaciones de precios de una canasta de bienes y servicios que no se modifica en función de decisiones subjetivas y considera el gasto en consumo de todos los hogares a lo largo de un año, según releva a través de una encuesta especial”, argumentó el organismo, para sostener que no se calcula el costo de vida porque no existen posibilidades prácticas de conocer en forma inmediata y permanente las cantidades consumidas, los precios y los gustos y posibilidades de los consumidores.
A principios de semana, la Dirección de Estadística de la Ciudad de Buenos Aires informó que la inflación de ese mes en esa ciudad fue de 3,2 %, la misma variación que se había producido el mes anterior. Neuquén reportó une 3,6 %. y Córdoba un 3,4 % de suba.
En Santa Fe, el Índice de Precios de Supermercados que mide el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (Ceso) arrojó para noviembre un 2,66 % de aumento de precios con respecto al mes pasado. Si bien sigue siendo uno de los más bajos del año, muestra que la desaceleración no continuó este mes, ya que en octubre habíamos obtenido un 2,4 %.
En esa misma medición, la Canasta Básica Alimentaria (CBA) aumentó 6,7 %, un número elevado para los bolsillos, incluso más alto que el mes de octubre, mes en el que ya había pegado un salto. en esa medición, carnicería tuvo un 5% de aumento pero no llegó a reflejarse de lleno, ya que ocurrió durante la última semana del mes, con lo cual va a haber un traslado de estos precios para la CBA de diciembre, como mínimo. Frutas y verduras sigue siendo un rubro que pega fuerte en los bolsillos, observando un incremento del 7 % para noviembre del 2024.
Por otra parte, la inflación de los trabajadores marcó una suba del 2,9 % en noviembre, según la última medición del Instituto de Estadística de los Trabajadores (IET) de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (Umet) y el Centro para Concertación y el Desarrollo (CCD).
La suba de ese indicador estuvo motorizada por alimentos y bebidas (3,3%), que es el capítulo que más incide en la canasta. a tasa de pobreza entre los trabajadores ocupados se elevó al 43 % en 2024.
Con el aumento de 2,4 % que cantó el Indec para noviembre, la inflación interanual acumula 166% interanual. En el año acumuló una variación positiva de 112 %. A nivel de las categorías, en el undécimo mes del año los precios regulados lideraron el incremento (3,5 %), seguidos por IPC núcleo (2,7 %). Los estacionales cayeron 1,2 %.
La región con mayor inflación en noviembre fue la Patagonia (3,3 %), seguida por el Gran Buenos Aires (2,6 %). El índice de precios de la zona pampeana varió por debajo del IPC general, un 2,3 %, mientras que Cuyo, Noroeste y Noreste presentaron aumentos de 2,1 %, de 1,9 % y de 1,8 %, respectivamente.
El organismo que conduce Marco Lavagna también informó la variación mensual de las canastas básica alimentaria (CBA) y total (CBT). La primera subió 1,1 % y la segunda 1,5 %. En el año acumularon incrementos del 82,5 % y 102 %, respectivamente, y resultaron en variaciones interanuales del 137,4 % y 156,5 % Un hogar de cuatro integrantes, compuesto por un varón de 35 años, una mujer de 31 años, un hijo de 6 y una hija de 8, necesitó $1.001.466 para no ser pobre y $439.239,58.