Los gobernadores de la Región Centro pidieron una baja urgente de las retenciones a los productos agropecuarios. Desde Rosario, los mandatarios de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe le solicitaron al gobierno nacional que ponga a los derechos de exportación como prioridad en sus anuncios sobre futuras bajas de impuestos. “El campo no puede más y si no se toman decisiones rápidas puede colapsar como en los 90”, advirtió el cordobés Martín Llaryora.
El gobernador mediterráneo, junto a su par entrerriano Rogelio Frigerio y el anfitrión Maximiliano Pullaro protagonizaron en la sede rosarina de la Gobernación una cumbre de la Región Centro, durante la cual la situación del sector agropecuario fue dominante.
Frigerio explicó que la baja de precios internacionales, la presión impositiva y el fantasma de la sequía que ya recorre la campaña motivó la reacción de los mandatarios de la principal región productora de commodities agropecuarios del país. Los referentes de estos distritos vienen siguiendo con preocupación el tema desde fines del año pasado, cuando comenzaron a redoblar los llamados para que se quite la carga impositiva al sector.
Una urgencia económica, avivada por los recientes default de grandes compañías de insumos, que también tiene una lectura política. Los mandatarios, referentes de distintos espacios partidarios pero bastante alineados políticamente, entienden que el reclamo a favor del sector agropecuario es la vía más segura para marcar alguna diferencia con el gobierno nacional en tiempos de elecciones.
Las diferencias
Si bien, como lo subrayaron tanto Frigerio como Pullaro, aclararon que no buscan posicionarse en contra de la administración de Javier Milei, sí pusieron énfasis en una serie de ejes que marcan algunas diferencias.
En primer lugar, recordaron que el 67% de la presión impositiva sobre el sector agropecuario es nacional. En segundo lugar, que el aporte del sector por vía de impuestos provinciales, como el inmobiliario, es casi 20 veces menor que la inversión que devuelven esos Estados. El gobernador santafesino citó la cuenta que difundió por estos días respecto de un desembolso de más de u$s 350 millones en 2024 contra una recaudación de u$s 14 millones.
Pero aun con esta proporción, un compromiso alcanzado por los gobernadores de las tres provincias fue el de volcar el 100% de los ingresos por el inmobiliario rural a un fondo de infraestructura rural.
Un tercer aspecto que pusieron sobre la mesa los tres referentes de la Región Centro es el recordatorio de la primera escaramuza con el gobierno nacional, cuando avanzó a principios del año pasado con la versión original de la ley Bases, que proponía aumentar retenciones al campo y a la industria. “Eso no pasó por nuestra oposición y terminó siendo positivo para toda la economía nacional, nosotros acompañamos muchas iniciativas y ponemos stop en otras”, señaló Llaryora, a mismo tiempo que advirtió que este alerta temprano se activa porque “los productores se pueden fundir y si eso pasa la vamos a pasar muy mal”.
Miles de cosechadoras
Los gobernadores resaltaron que el 70% los recursos que se lleva el Estado nacional por derechos de exportación salen de las provincias que lideran. Pullaron lo tradujo en números: “En los últimos seis años aportamos el equivalente a 22 mil cosechadoras y 150 mil tractores”, dijo.
El mandatario santafesino recordó que durante el encuentro se acordó la creación de una mesa de emergencia a la que se invitará a participar a los referentes de las entidades agropecuarias. Pero no hay fecha concreta para ese encuentro. Luego de una serie de pasos confusos, el ministro de Economía de la Nación, Luis Caputo, aseguró por la red social X que estaba dispuesto a recibir a los referentes de la mesa de enlace agropecuaria cuando volviera de Estados Unidos. La fecha sería el 6 de febrero.
No está claro si antes habrá un encuentro de las organizaciones rurales con los referentes de la Región Centro, en un contexto en el que cualquier gesto político es altamente sensible. Lo que sí es muy probable es que gobernadores y ruralistas converjan en la Fiesta Nacional del Trigo, que se realiza en Leones a mediados de febrero.
El agro vuelve a ser un campo de maniobras político, con el trasfondo de un creciente temor económico. “Es la hora de campo”, dijo Llaryora antes de recordar que el gobierno ya sancionó regímenes especiales impositivos y cambiarios para otros sectores, como el del gas y petróleo. “No nos pueden decir que la presión fiscal sea culpa de las provincias, nosotros pusimos todo”, conectó Pullaro. Y Frigerio completó: “Ahora hay que darle prioridad al sector agropecuario”.