Las últimas lluvias llevaron alivio al campo. Gracias al agua hay mejores posibilidades de que la soja pueda alcanzar los 40 qq/ha en algunas zonas de la región núcleo. Pero el impacto de la ola de calor y la sequía no es fácil de remontar y hay gran variabilidad de situaciones, advierten desde la Bolsa de Comercio de Rosario.
Las lluvias de los últimos siete días han levantado los ánimos de los productores. Ahora hay más optimismo y se esperan rindes que sean algo mejores a los esperados quince días atrás y que logren cerrar los excels de los costos de campaña.
En los últimos 7 días el 85% de la región recibió al menos 50 mm, pero puede haber más. “La masa de aire tropical continuará presente sobre el centro del país con ingresos de aire más frío. Esto potenciará el desarrollo de lluvias y tormentas, algunas localmente intensas”, precisó el consultor Alfredo Elorriaga, en el último informe de la Bolsa rosarina.
En la región hay una dispersión marcada: los registros van de 234 a 4 mm. “En promedio la red de estaciones GEA/BCR recibió 77 mm. Hubo tres grandes focos de lluvias, dos en el centro del sur de Santa Fe: Montes de Oca con la gran marca de 234 mm y Bigand con 158 mm. Y el tercer núcleo, en Colonia Almada, en el centro cordobés con 163 mm acumulados”, señala el informe realizado por los analistas Marina Barletta, Florencia Poeta y Cristián Russo.
En rigor, se explica que las lluvias sirven para sostener el nivel productivo, pero también para mejorar los rendimientos, ya que llegan en la última de las 3 grandes etapas de definición de rinde: el llenado de granos. “Para muchos lotes estas lluvias representan la posibilidad de alcanzar los 40 qq/ha. Pero al mismo tiempo, hay una gran variabilidad y es difícil prever el impacto que tenga en los promedios. Por lo pronto, la soja la va a tomar el agua que caiga hasta el 15 de marzo y se verá en mayor o menor medida en una mejora productiva”, explicaron los técnicos de Aldao consultados.
Los factores que van a estar definiendo esta mejora en kilos por hectáreas serán la fecha de siembra, los grupos de maduración elegidos, la calidad del suelo y la oportunidad y la cantidad de lluvias recibidas.
El impacto en la soja
En tanto, para la soja de segunda llega con más tiempo, aunque por otro lado, sufrió más la escasez durante el crecimiento, generando plantas de muy bajo porte. Los técnicos coinciden en señalar que más allá de la fuerte pérdida de plantas en grandes áreas, la recomposición del cultivo es evidente: “La soja de segunda es la que más ventaja ha sacado de estas precipitaciones”.
En los últimos 15 días, los lotes en condiciones regulares a malas disminuyeron en 20 puntos porcentuales, abarcando ahora el 60% del área. El 30% se encuentra en buen estado y el 10% en condición muy buena. Actualmente, la mayor parte de los lotes se encuentra en plena formación de chauchas y los más adelantados ya han iniciado la formación de semillas. En la zona de Marcos Juárez destacan que "el cultivo aún tiene margen para mejorar su producción.
Sobre la cosecha de maíz temprano, desde la BCR precisaron que "ya está en marcha en la región núcleo, con un avance del 10%". Muchos productores debieron adelantar la recolección casi un mes debido al impacto del déficit hídrico y las altas temperaturas registradas entre diciembre y enero en los lotes más afectados por la sequía.
Las perspectivas de cosecha
“Al revisar los últimos cinco años -y dejando de lado el 2023, marcado por la sequía extrema- se observa que el grueso de la cosecha de maíz temprano históricamente comienza en la segunda quincena de febrero. Solo en 2019 y 2020 arrancó en marzo. El arranque de la cosecha parece responder al patrón habitual de la región, sacando de lado los sectores muy afectados, como los del NE bonaerense”, apuntaron los especialistas de la Bolsa rosarina.
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En rigor, se precisó que el centro-sur santafesino, Carlos Pellegrini avanza con un promedio de 110 qq/ha, mientras que en Bigand, con un avance del 3%, los rindes oscilan entre 85 y 105 qq/ha, promediando 100 qq/ha. En Marcos Juárez, los primeros lotes sembrados en septiembre (que representan el 20% en esa zona) dejan rindes de 70 a 140 qq/ha, con un promedio de 110 qq/ha. El grueso del maíz, implantado en octubre, recién se cosechará en la segunda quincena de marzo”, señalan los técnicos del sudeste cordobés. En el norte bonaerense, los números son más bajos, como se anticipaba por el golpe de la sequía en los primeros meses del verano. En los alrededores de Ascensión y Ferré los rindes van de 40 a 75 qq/ha.