Necesitado de dólares y obligado a responder el reclamo del agro y los gobernadores, el gobierno nacional anunció una baja temporal del 20% en las retenciones a la exportación de granos. La condición es que los exportadores anticipen la liquidación de divisas. Hasta el 30 de junio, quienes vendan la cosecha tendrán alícuotas más bajas. Pasarán del 33% al 26% en el caso de la soja, del 31% al 24,6% en el de sus subproductos, y del 12% al 9,5% para maíz, trigo, cebada y sorgo.
El ministro de Economía, Luis Caputo, presentó la medida como un “gesto de solidaridad” con el campo, que venía reclamando un alivio fiscal frente al impacto negativo de la caída de precios, la presión impositiva y la sequía que se torna cada vez más profunda. A ese pedido se sumaron el martes los gobernadores de la Región Centro durante una cumbre realizada en Rosario.
El ministro, que en la primera semana de febrero tiene previsto recibir a la mesa de enlace agropecuaria, destacó el esfuerzo fiscal que realizará la Nación y “devolvió la gentileza” a los mandatarios de Córdoba, Entre Ríos y Santa Fe. Tras recordar que este año tampoco se cobrará el impuesto País, sugirió a los representantes empresarios “dirigir las exigencias” a las provincias y municipios.
En medio de esta guerra fría, el gobernador Maximiliano Pullaro, que el martes había aclarado que no se puede endilgar a las provincias la presión fiscal sobre el sector agropecuario, fue uno de los primeros en saludar. “Celebramos que el gobierno haya escuchado la palabra del interior productivo, esperemos que sea el inicio del camino hacia la eliminación de las retenciones”, redobló.
La baja temporal de retenciones, cuya letra fina se conocerá el lunes a través de un decreto, busca dar señales a un sector afín al gobierno pero que comenzó a inquietarse por la posibilidad de un quebranto generalizado. Temor que se agigantó tras los resonantes default de empresas de insumos, en diciembre.
Pero también apunta a acelerar la comercialización y la liquidación de divisas, en momentos en que crece la tensión cambiaria y el gobierno negocia con el FMI una ayuda crediticia. El Banco Central viene de una mala semana, con fuerte pérdida de reservas. En el esquema anunciado por Caputo, los productores tendrán una mejora en el precio de venta sin necesidad de devaluar el tipo de cambio oficial. Al modo de viejo dólar soja, busca incentivar la venta de granos en la primera parte del año.
Para acceder a la reducción temporaria de las retenciones, los exportadores deberán liquidar la operación a los 15 días de presentada la Declaración Jurada de Venta al Exterior (DJVE). Ahora ese plazo es mayor. La obligación de embarque mantiene un período de 360 días. También se podrá optar por no utilizar el beneficio y liquidar en plazo normal. De todos modos, hay conversaciones con cerealeras para ajustar los mecanismos.
Los anuncios incluyeron una rebaja de los derechos de exportación del girasol al 5,5% y la eliminación de retenciones a economías regionales que no habían sido alcanzadas por las sucesivas bajas que instrumentaron Alberto Fernández y Javier Milei. Entraron en esta tanda azúcar, preparaciones alimenticias, algodón, cuero bovino, bebidas, ovinos (lana y cueros), tabaco, forestoindustria, arroz, maní, golosinas y chocolates.
Los agrodólares
Según la Bolsa de Comercio de Rosario, el monto tributado en concepto de derechos de exportación durante el 2024 de parte de las seis principales cadenas de granos se ubicó en u$s 5.350 millones. Incluye soja, maíz, trigo, girasol, cebada y sorgo. De este total, el complejo soja representó u$s 4.319 millones, incluyendo el pago de derechos de exportación por ventas externas de poroto, harina y aceite. En segundo lugar, con un aporte de u$s 567 millones, se ubicó el complejo maicero.
Para este año, bajo el esquema de alícuotas vigentes antes de esta modificación, la entidad estimó una recaudación de u$s 8.386 millones.
Al 31 de diciembre del año pasado quedaban 11,7 millones de toneladas de soja de la campaña 2023/24 sin vender. Pero, como apuntaron hace unas semanas los analistas de la Bolsa de Rosario, “la proporción de granos que aún no tiene puesto precio (entre mercadería sin vender y contratos por fijar) asciende a 16,4 millones de toneladas”. Si se excluye el ciclo 2022/23, cuando la sequía destruyó la producción, esta proporción de mercadería descubierta “es la más importante en la última década”. A valores del mercado disponible, representan u$s 4.439 millones. En una cuenta rápida, el fisco tiene algo más de mil millones para recaudar en ese lote. Pero habrá que ver qué ocurre con la nueva cosecha, que estimada inicialmente en algo más de 50 millones de toneladas, debate ahora su suerte frente al tórrido y seco verano.
En el Palacio de Hacienda confían en que el adelanto de agrodólares compense el costo fiscal de u$s 800 millones que estimó el Centro de Estudios Políticos y Económicos (Cepec). Este centro de estudios calculó que la rebaja de retenciones otorga un beneficio adicional de u$s 28 por tonelada de soja y u$s 6 por tonelada de maíz. La contracara, advirtió, es que “podría aumentar la presión sobre los precios locales de los alimentos, generando un impacto en el índice general de precios”.
Repercusiones
La Bolsa de Comercio de Rosario celebró el anuncio de baja de retenciones realizado por el gobierno nacional. “Esta medida va en la dirección correcta para fomentar la producción en nuestro país, con gran impacto federal, dado que muchas de las producciones beneficiadas son clave para el desarrollo de economías regionales y la generación de empleo en todo el país”, destacó Miguel Simioni, presidente de la entidad.
También la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) respaldó el anuncio del ministro Caputo. “Una baja de retenciones es un hecho sumamente positivo e importante y lo valoramos muchísimo”, dijo su presidente, Gustavo Idígoras.
El referente señaló que, al tratarse de una baja temporal, habrá que ver “la letra chica de la baja de derechos y cómo se va a aplicar”, así como el tipo de compromisos o condiciones tiene la medida.
“Entendemos que el decreto saldrá el lunes, así que vamos a esperar a ver los contenidos para ver cómo va a reaccionar el mercado, pero naturalmente siempre damos la bienvenida a cualquier baja de retenciones”, señaló.
El presidente de CRA, Carlos Castagnani, se expresó: “Como inicio lo valoramos, nos abre una ventana. Confío en que próximas negociaciones el gobierno comprenda con mayor claridad los números negativos de los cultivos”
Para algunos productores y técnicos consultados, el anuncio es confuso y la baja es “insuficiente”. Para los referentes de las gremiales agropecuarias, si bien se trata de “una aspirina”, va “en la dirección correcta”.