“Por más que las redes sociales digan que todo es una maravilla, el gobierno está caminando en un desfiladero muy angosto en materia económica”. El doctor en Ciencias Sociales Martín Schorr, investigador del Conicet y docente de la UBA, la Unsam y la Universidad de Quilmes, advierte que detrás de la popularidad que el presidente Javier Milei declama como fundamento de su feroz ajuste económico, acecha una fragilidad que ya comenzó a inquietar a distintos sectores del llamado “círculo rojo”, desde las grandes empresas. La inquietud en el mercado cambiario y financiero, así como las objeciones del Fondo Monetario Internacional, son, desde este punto de vista, expresiones del impacto que “la política económica hiperrecesiva” tiene en términos de la propia sustentabilidad del programa.
“Los sectores a los que apuesta el gobierno no están trayendo los dólares suficientes para que la economía se reactive, hay una especulación del sector del agronegocio más concentrado por una suba del tipo de cambio, que además sería tirar nafta a un incendio porque desataría un nuevo proceso inflacionario”, describió el autor del clásico libro “Industria y Nación”. Y agregó que, en este escenario de “ausencia y gran necesidad” de divisas, se tensiona el mercado cambiario en un momento en que el gobierno “camina por un desfiladero muy angosto en términos de manejo económico”.
La economía real transita por una depresión histórica. Algo que “lamentablemente era previsible y fue advertido por muchos”, recordó Schorr, para quien está en ciernes “un nuevo proceso de desindustrialización en Argentina”. Un combo que “se probó ser letal para buena parte de la actividad productiva”.
En un marco de apertura económica y de caída de la demanda interna, porque el salario bajó aproximadamente el 20%, suben además los costos porque aumenta el transporte, la logística, las tarifas, etcétera. “Es el peor escenario, un mercado interno en retracción fuerte, un proceso de apertura comercial muy importante, ausencia de política industrial y suba de costos”, señaló el investigador durante una entrevista con el programa radial La Banda Cambiaria. La consecuencia, apuntó, es el cierre de plantas, la suspensión de turnos de producción, el aumento del desempleo. “No es nada novedoso con estas políticas económicas, la discusión es si esto tocó un fondo, yo entiendo que el rebote que proclama el gobierno todavía está lejos”, dijo.
De hecho, agregó, la propia política económica “plantea explícitamente que considera al sector ineficiente y piensa que lo único que hay que favorecer al agro, la minería o el petróleo”. Pero estos sectores no están trayendo los dólares suficientes para que la economía se reactive. “En materia de petróleo y minería, la gran apuesta es este esquema del Rigi, que podría generar algún ingreso de divisas en el corto plazo pero que a muy mediano plazo, por la libertad cambiaría que tiene, va a desembocar en un flujo de salidas enorme, con lo cual vamos a estar siempre en el problema estructural histórico de la Argentina, que es eso que se llama restricción externa”, señaló.
Schorr, un estudioso de la dinámica de las cúpulas empresariales, opinó que el apoyo de buena parte del empresariado a Milei, incluso del segmento que siente el impacto negativo de la política económica, “tiene que ver con un par de cosas que están muy presentes en la discusión de la ley Bases: una es el paquete fiscal, que es claramente pro rico, y otro gran tema es la reforma laboral, que implica un avance muy fuerte del capital en contra de los trabajadores”. Pero también “en este ambiente hipercaldeado, el círculo rojo, economistas, empresarios, la embajada de Estados Unidos y el propio Fondo Monetario Internacional, van planteando reparos al gobierno por la falta de una estrategia que compense a los perdedores, porque la percepción es que si esto no se hace vamos a una a una situación social y política realmente muy compleja”.
“Hay una mirada de apoyo a la política de saqueo, al vamos por todo en términos de la mirada del poder económico pero el gran problema es que este gobierno no garantiza, como sí lo hizo el menemismo durante un tiempo, que el saqueo sea convalidado socialmente”, dijo. En ese punto, advirtió que los próximos meses se verá “una conflictividad creciente, producto de una situación de derrumbe económico”, que permitirá ver también “la deriva de esta situación, también en términos políticos, si estos apoyos que hoy parecen ser muy férreos, terminan siendo distintos en un futuro no muy lejano”.
Schorr alertó que “los problemas de conducir al país a una hiperrecesión” son muchos. “Es importante tenerlo en cuenta porque hay toda una mirada sobre el apoyo popular que tiene el gobierno a pesar de todo lo que está haciendo. Sin embargo, en el manejo económico está caminando por un desfiladero muy angosto, por más que en las redes sociales digan que todo es maravilla, el escenario económico es muy complejo”, explicó.
Schorr consideró que, más allá de las giras personales de Milei por distintos países del mundo, el gobierno nacional tiene “una pésima lectura de la geopolítica, de las disputas a nivel internacional y, paradójicamente, de ciertas oportunidades que eso le abre un país como la Argentina”. Y concluyó que “así como quedamos afuera del mundo en términos del debate genuino, adentro el escenario es realmente muy preocupante”.
“No es menor que estemos discutiendo si se vuelve a devaluar o no, en una economía que acaba de procesar una caída salarial del 20% en promedio, y es preocupante más cuando la deriva política también da cuenta de un gobierno que está cada vez más coqueteando con la represión, sobre todo cuando hay hacia adelante un escenario económico de mucha incertidumbre económica pero también en el escenario político y social”.
El Rigi
El investigador también se refirió al régimen de grandes inversiones incluido en la ley Bases. "El Rigi sería la consumación de una Argentina extractivista, con un saqueo muy fuerte por parte del capital transnacional de nuestros recursos”, advirtió el investigador Martín Schorr, para quien los sectores a los que apunta a beneficiar este esquema “no mueven el amperímetro en términos de la creación de empleo y tampoco lo van a mover en términos de aportarle divisas a la economía porque en su propio diseño les permite, en algún plazo no muy lejano, dejar de liquidar y mandar recursos al exterior”.
Schorr advirtió que, incluso, se puede usar el Rigi para enmarcar un proyecto que permita comprar una empresa, “con lo cual no es descabellado pensar que en algún momento se use para comprarse un competidor y por esa vía aumentar el poder económico o directamente para participar del negocio este que se está abriendo también de las privatizaciones”. Y dijo: "El Rigi es un tema escandaloso por donde lo mires, a corto plazo podría generar ingreso de divisas por la vía de la inversión, pero a mediano plazo va a desembocar en un flujo de salidas enorme con lo cual vamos a estar siempre en el problema estructural histórico de la Argentina, que es eso que se llama restricción externa”.
