La Asociación de Profesionales de la Orientación de la República Argentina (Apora) presentó una radiografía sobre los proyectos, expectativas y obstáculos de los adolescentes a la hora de definir su futuro cuando terminen la escuela. Siete de cada diez reveló que le gustaría seguir una carrera en la universidad y uno de cada cuatro manifestó que trabaja mientras cursa el último año de la secundaria. Camareros, barberos y delivery, las salidas laborales más comunes.
Según los datos arrojados por esta encuesta nacional sobre "Las elecciones vocacionales de los jóvenes escolarizados" —realizada a 1.298 estudiantes del último año de la escuela de 50 escuelas de todo el país— el 73% afirma querer seguir sus estudios en el nivel universitario al finalizar la secundaria, y el 75% optaría por una universidad pública. Los estudios terciarios no universitarios concentran apenas el 9% en las preferencias de los encuestados (dentro de ellos, el 63% lo haría en el ámbito público), el 5% optó por cursos de educación no formal y el 13% del total aún no lo definió.
"Trabajar, estudiar y hacer otros proyectos" fue la respuesta que dio el 65% de los secundarios , mientras que apenas el 2% respondió sólo trabajar. La opción "sólo estudiar" fue elegida por el 30% de los estudiantes.
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La universidad pública, una institución reconocida por los adolescentes.
El valor de la universidad pública
La encuesta tiene su antecedente en una investigación realizada bajo el mismo título que inició el psicólogo Sergio Rascován en el año 2002, y luego fue actualizado y ampliado en 2006 y 2010. La nueva edición del informe se llevó a cabo a fines de 2023 en escuelas públicas y privadas de todo el país.
"Lo que me llamó la atención de este nuevo informe es que la universidad sigue siendo el lugar elegido por las y los estudiantes para seguir sus proyectos de futuro", destacó a La Capital Vanina Daraio, coordinadora del informe, con la colaboración y apoyo de Rascován.
La investigadora —psicóloga, magíster en educación, lenguajes y medios— contó que esta mirada positiva sobre la universidad pública subió desde el primer informe de 2002 al último de 2023. En la encuesta presentada ahora por la Apora el 73% quiere seguir un estudio universitario, cifra que sube al 75% en el caso específico de la universidad pública. Dentro de los que quisieran seguir un terciario, las instituciones públicas son elegidas por el 63% de los consultados. Arte y cine, gastronomía, administración de empresas, arquitectura, enfermería, marketing, contador, diseño, profesorado y abogacía son las diez carreras más elegidas.
Daraio adelantó que, como las encuestas se hicieron a fines de 2023, la intención es relevar también si hubo modificaciones en las expectativas de los adolescentes en el contexto del gobierno de Javier Milei, que este año mantuvo un feroz enfrentamiento con las universidades públicas, que derivó en masivas marchas en las principales ciudades del país.
La nueva edición del estudio se realizó en el marco de un equipo de investigación cualitativa dirigido por Daraio y conformado también por Lucía Ruiz, Judith Spivak y Dora Bonanata.
La estabilidad económica
De los estudiantes encuestados, casi un cuarto (el 24%) trabaja de alguna forma: un 11% respondió estar trabajando mientras cursa el último año escolar, mientras que el otro 13% dice hacerlo de manera no permanente. Las principales actividades laborales son atención al público, ventas, servicios (camarero, delivery y trámites), y tareas de construcción (albañilería y pintura).
Consultados por los factores que ayudarían al cumplimiento de las expectativas futuras (estudiar en una universidad pública), el 74 por ciento de los chicos y las chicas de la Argentina mencionó la estabilidad económica, personal o familiar, seguido por el interés por el estudio (72%), la motivación personal para emprender actividades (71%) y la estabilidad social, económica y política del país (71%). Sin embargo, para el 60% es poco o nada importante el papel de las políticas públicas para garantizar empleo para todos.
"Ahí hay una especie de disociación entre la estabilidad económica, tanto personal como del país, respecto de las políticas públicas. Es cuanto menos paradojal, porque por un lado se valora mucho la estabilidad económica, pero un porcentaje muy alto no considera que en eso ayuden las políticas públicas", apuntó la investigadora.
En el otro extremo, los factores que obstaculizarían el cumplimiento de las expectativas concebidos como importantes y muy importantes aparecen la inestabilidad social, económica y política del país (66%), la inestabilidad económica, personal y/o familiar (56%) y la falta de empleo (47%).
Finalmente, la expectativa de "hacer algo que les permitan ser famosos y sobresalir sin estudiar" fue considerada como poco importante por el 78% de los estudiantes. El porcentaje disminuye al 65% para el ítem "estudiar para hacer algo que me permita ser famoso y sobresalir".