Yamandú Orsi, candidato presidencial del Frente Amplio, se imponía en la noche de este domingo en las elecciones en Uruguay pero sin alcanzar la diferencia necesaria para evitar un ballottage. De confirmase los resultados de manera oficial, Orsi deberá enfrentar el 24 de noviembre próximo a Álvaro Delgado, del Partido Nacional, en la segunda vuelta electoral.
En consonancia con las encuestas a boca de urna, los primeros resultados oficiales confirmaban el triunfo de Orsi. La Corte Electoral anunció que, escrutado el 29,3 por ciento de las mesas, un 39,0 % de votos eran para Orsi, un 33,8 % para Delgado, y muy lejos Andrés Ojeda (del Partido Colorado) con un 19,3 %.
Un 89% de los 2,7 millones de electores uruguayos habilitados votó para elegir al sucesor de Luis Lacalle Pou por los próximos cinco años, y también para renovar el Parlamento (30 senadores y 99 diputados), además de poner en juego dos plebiscitos sobre la rebaja en la edad jubilatoria y los allanamientos nocturnos.
Orsi llegaba con el apoyo del expresidente José Pepe Mujica, mientras que Delgado es el delfín del saliente Lacalle Pou.
A diferencia de Argentina, el mandato presidencial uruguayo dura 5 años al igual que las bancas del Congreso, que no cuentan con elección de medio término, por lo que la conformación que salga de las urnas será la que acompañe al próximo gobierno durante toda su gestión.
"Hoy empieza a cambiar el gobierno de alguna manera, con lo que son 125 días que quedan por delante", dijo Lacalle Pou tras sufragar en un circuito electoral de la ciudad de Canelones, capital del departamento homónimo donde inició su carrera política hace más de dos décadas.
Orsi también votó en Canelones. "Los partidos políticos deberían tener niveles de acuerdo mínimo como pobreza infantil, educación y seguridad", sostuvo.
Por su parte, Delgado, dijo que su "ventaja" es haber estado cuatro años en el Ejecutivo, ya que fue secretario de la Presidencia entre 2020 y 2024.
De manera simultánea, en estos comicios se pone en consideración de la ciudadanía la iniciativa de reforma constitucional sobre Seguridad Social. La propuesta elimina el sistema previsional privado y lleva a 60 años la edad mínima jubilatoria, rechazada por los tres principales candidatos, aunque es impulsada por algunos sectores del FA, además de una propuesta para habilitar los allanamientos nocturnos en hogares, promovida solamente por el actual oficialismo.