El gobierno de Israel confirmó que Hamás entregará este jueves los cuerpos sin vida de los niños argentinos-israelí Ariel y Kfir Bibas, de 5 y 2 años, y el de su madre argentina Shiri Bibas. Además, regresarán el cuerpo de un cuarto rehén, Oded Lifschitz, de origen israelí y de 84 años.
“Traemos de regreso a cuatro de nuestros queridos secuestrados, que han caído”, declaró el primer ministro Benjamin Netanyahu. “Abrazamos a las familias y el corazón de toda una nación está destrozado. Mi corazón está destrozado. El suyo también. Y el corazón de todo el mundo debería estarlo, porque aquí vemos con quién estamos tratando, con qué estamos tratando: monstruos”.
Además, el mandatario sostuvo: “Seguiremos proporcionando actualizaciones fiables según sea necesario y pedimos que se abstengan de difundir rumores o información no oficial”.
El caso de la familia Bibas
El secuestro de la familia argentina Bibas aquel 7 de octubre de 2023 cobró relevancia inmediata y despertó reclamos en la sociedad israelí y la comunidad internacional.
El secuestro de Kfir, de cuatro años en ese momento, y Ariel de nueve meses en 2023, los convirtió en los rehenes más jóvenes. Junto a ellos también se llevaron a su madre, Shiri, y a su padre, Yardén.
Por su parte, Yardén fue retenido en un sitio diferente al del resto de su familia y liberado el pasado 1 de febrero, en el marco de la segunda tregua, tras 16 meses en cautividad.
Sin embargo, Hamas no liberó a los otros tres Bibas. Según comunicaron, la mujer y los dos hijos murieron el 29 de noviembre de 2023, durante un supuesto bombardeo israelí en Gaza, que todavía no fue confirmado por el Estado de Israel.
El cuarto rehén
El jueves Hamás también entregará el cuerpo de Oded Lifschitz, de origen israelí y de 84 años. El hombre fue secuestrado junto a su esposa, quien había sido liberada en noviembre de 2023 durante la única tregua de la guerra, en la que 105 rehenes fueron intercambiados por 240 presos palestinos.
Lifschitz era un periodista y activista por la paz. Participó en la fundación de Nir Oz, donde fue secuestrado el sábado del ataque. Por su parte, el nieto de Lifshitz lo despidió con un sentido mensaje en sus redes sociales: “Adiós abuelo querido, te quiero, seguiré tu camino. Siéntete orgulloso”.