Un grupo de investigadores de Turquía y Rusia busca pistas sobre el asesinato del embajador ruso en Turquía cometido el lunes por un joven policía local. El gobierno turco acusó a su máximo enemigo político, el clérigo Fethullah Gulen, quien vive en el exilio en Estados Unidos. Las impactantes imágenes del joven que asesina a tiros al diplomático recorrieron rápidamente el mundo el lunes, y ayer continuaban circulando. El terrorista se hizo pasar por un custodio, y lanzó una arenga contra la intervención rusa en la vecina Siria. Minutos después fue abatido con una ráfaga de ametralladora por la policía turca. El ataque llegó en momentos en que Turquía busca mejorar sus deterioradas relaciones con Rusia.
Dieciocho investigadores y funcionarios de Exteriores de Rusia llegaron ayer a Turquía y comenzaron a inspeccionar la galería de arte donde el embajador Andrei Karlov fue asesinado a tiros. Es un hecho inédito que Turquía acepte este tipo de intervención extranjera y es claro que es un gesto reparador y que busca mantener a salvo las relaciones entre Moscú y Ankara, dañadas por años de guerra en la vecina Siria. Ayer precisamente se hizo una cumbre tripartita sobre Siria entre Rusia, Turquía e Irán, que el atentado pareció poner en peligro. Para la investigación turco-rusa resulta primordial averiguar si Mevlut Mert Altintas, el terrorista y miembro de la policía antimotines de Ankara, planeó el ataque solo o no. Un funcionario turco, quien habló bajo condición de anonimato, dijo que era poco probable que haya actuado solo. Toda la familia del joven Atlintas fue detenida el mismo lunes. El funcionario dijo que el asesinato tenía todas las características de un "acto completamente profesional, no de un solo hombre''.
Hasta ahora, las autoridades han detenido solo a familiares y personas cercanas al atacante: los padres y la hermana de Altintas, otros tres parientes y la persona con quien compartía vivienda en Ankara. Abdullah Agar, un analista turco independiente de seguridad, dijo que era probable que una organización esté detrás del asesinato. Agar agregó que el comportamiento de Altintas y la manera cómo llevó a cabo el ataque "dan la impresión de que recibió entrenamiento, más allá de la capacitación para policías antimotines''. El analista dijo que las palabras que pronunció el atacante tras matar al embajador eran de un pasaje citado con frecuencia por yihadistas. Altintas gritó en turco, "¡No olviden Alepo!, ¡No olviden Siria!'', pero también gritó "Alá hu akbar'', frase árabe que significa "Alá es grande''. Y luego prosiguió en árabe: "Somos los descendientes de aquellos que apoyaron al profeta Mahoma, por la yihad''. El dominio del árabe no es usual entre los turcos.
El jefe de la diplomacia turca, Mevlut Cavusoglu, afirmó que la red del clérigo Fethullah Gulen, enemigo del presidente Recep Tayyip Erdogan —pero ex aliado del mandatario islámico—, está "detrás" del asesinato. Durante una entrevista con su par estadounidense John Kerry, Cavusoglu afirmó que "Turquía y Rusia saben que detrás del ataque en Ankara, está Feto", acrónimo de la red de Gulen. Gulen, quien se encuentra exiliado en Estados Unidos, es acusado por el régimen de Erdogan de ser el instigador del golpe de Estado fracasado de julio pasado. El predicador declaró que sentía una "profunda tristeza" por el asesinato del embajador ruso. Gulen y su movimiento fueron aliados clave de Erdogan y su partido islamista AKP durante muchos años, hasta que se produjo una brusca ruptura. El lunes, el alcalde de Ankara, Melih Gokcek, ya había acusado a Gulen, pero también había mencionado al Frente Al Nusra, de fuerte presencia en la batalla de Alepo y en la que sufrió enormes pérdidas.
Hasta ahora se han dado pocos detalles sobre el atacante o la investigación inicial. De acuerdo con la agencia noticiosa turca Anadolu, Altintas tomó una licencia laboral y el 14 de diciembre hizo una reserva en un hotel cerca del centro de exposición de arte donde perpetró el ataque. Llegó al hotel el lunes. Tras el ataque, la policía allanó y luego selló su cuarto de hotel, pero no dijo si había encontrado algo. Al llegar a la galería donde se mostraba la exposición de fotos, Altintas aparentemente fue parado inicialmente por guardias de seguridad, pero logró pasar usando su carnet policial. El arma con la que mató al embajador parece ser el tipo estándar que se da a los policías antimotines en Turquía. Nacido en el pueblo de Soke, en el oeste del país, cerca de la costa del Egeo, Altintas llevaba dos años y medio como policía antimotines de Ankara. Pero no se sabe por qué o cómo se apasionó por la guerra en Siria. La galería de arte en la que ocurrió el atentado ya era conocida por Altintas. "Hubo una ceremonia de apertura de la exhibición el viernes pasado a la que acudió Altintas", dijo una fuente. "Probablemente estaba haciendo un reconocimiento del edificio". Es evidente que el joven preparó a la perfección su ataque.