Horas después de la muerte del Papa Francisco, la Iglesia católica confirmó este lunes el primer rito de la despedida del sumo pontífice. Mientras los fieles se reunían frente a la santa sede en el Vaticano, las autoridades eclesiásticas dieron a conocer los próximos pasos a seguir.
La Oficina de Celebraciones Litúrgicas del Sumo Pontífice emitió un comunicado que confirma el cambio de protocolo fúnebre dispuesto por el propio líder religioso hace menos de un año. La nueva edición del libro "¡" simplifica las reglas que deben cumplir los encargados de las ceremonias póstumas.
Según informaron fuentes oficiales, el primer rito se programó a las 15 de Argentina en la capilla de la residencia de Santa Marta. Allí fueron invitados los familiares de Jorge Bergoglio, así como autoridades gubernamentales del Estado de la ciudad europea.
¿Qué pasa tras la muerte del Papa Francisco?
El próximo paso tras el fallecimiento del líder religioso de 88 años en el Vaticano es la certificación de la muerte. El encargado de conducir la ceremonia es el cardenal Kevin Joseph Farrell, el mismo que anunció el deceso a primera hora de la mañana romana.
El camarlengo de la santa sede presidirá un rito que concluye con la colocación del cuerpo del Papa en el ataúd. Entre otros detalles, los organizadores confirmaron que el clero utilizará su hábito coral, de modo que no deberán emplear los atuendos correspondientes a las celebraciones litúrgicas.
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El arzobispo de Recanati, Diego Ravelli, invitó al decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, para llevar a cabo la ceremonia en Santa Marta. También convocó al director de Sanidad e Higiene del Estado del Vaticano, Andrea Arcangeli, y al subdirector Luigi Carbone.
¿Cómo será el funeral del Papa Francisco?
Hasta el año pasado, el protocolo para la muerte del Papa requería una constatación en la habitación del sumo pontífice. La segunda edición del libro, aprobada por Francisco en noviembre, dispone que la ceremonia se realice en la capilla privada de Santa Marta.
De acuerdo al nuevo rito católico, lo restos deben ser colocados inmediatamente en un solo ataúd de madera. Así se dejó de lado la tradición que requería tres féretros de roble, plomo y ciprés.
Bergoglio introdujo reformas pensadas para simplificar el traslado y reducir el uso de elementos ceremoniales. El objetivo final es que el cuerpo pueda ser expuesto para la veneración de los fieles dentro del cajón abierto. En noviembre, Ravelli destacó que esta modificación permite adaptar las exequias a la fe de la Iglesia en Cristo resucitado y enfatizar su carácter pastoral.
La segunda estación de la despedida ya no incluye el uso de un féretro alto ni la colocación del báculo papal a su lado. En el siguiente paso se habilitan otros luglas inhumaciones fuera del Vaticano para adaptar el rito a circunstancias específicas. En su caso, Francisco expresó el deseo de ser enterrado en la Basílica de Santa María la Mayor de Roma y no en las grutas ubicadas debajo del templo de San Pedro, donde descansan los restos de sus predecesores.