El ayuno intermitente, una metodología saludable (siempre con seguimiento médico) para bajar de peso y sostenerlo, se popularizó en los últimos años. Investigaciones sugieren que no comer durante 12 ó 16 horas seguidas puede ser más beneficioso que otras dietas para reducir la inflamación y mejorar los síntomas de ciertas enfermedades como el Alzheimer, el asma, la artritis y otras relacionadas al corazón. Y aunque no se haga un ayuno prolongado, se pone cada vez más el acento en la importancia de la primera comida diaria, entendiendo que aquello que consumimos después del descanso nocturno es crucial para mantener, durante toda la jornada, la energía y los niveles de saciedad.
Agustina Lasteche, técnica en Nutrición, explicó: "El momento en el que salimos del período de descanso digestivo es clave para nuestra salud física y mental". Esto "está relacionado con el impacto que tiene (la comida) en nuestras hormonas, en especial el cortisol".
"Durante la mañana, al despertar, los niveles son altos, para prepararnos para el día. Si rompemos el ayuno con alimentos ricos en azúcares, hidratos de carbono refinados o comida de mala calidad estamos aumentando el cortisol, lo que puede desequilibrar nuestra respuesta hormonal y afectar en forma negativa el estado de ánimo", señaló.
Cómo romper el ayuno
Cada vez son más los profesionales que alientan a dejar de lado los desayunos más convencionales: la tostada y el café con leche no sería tan saludable como siempre se pensó.
Karina Sahd, licenciada en Nutrición, profesora universitaria y magister en Diabetes, dijo, por ejemplo, que: "El queso untable no es queso y la mermelada es azúcar", demostrando que lo que muchas veces consumimos como light o beneficioso para nuestro cuerpo no lo es.
La especialista fundamentó su postura. Si bien no está en contra de ningún alimento asegura que hay opciones más apropiadas para la salud que el típico desayuno. "Aconsejo empezar el día con un desayuno más proteico, alto en fibra y de bajo índice glucémico por varios motivos. Primero para no generar impacto en la glucemia ni en la liberación de insulina. En segundo lugar, para lograr una mayor saciedad a largo plazo ya que la proteína y la fibra tienen mayor permanencia gástrica. Y en tercer lugar, porque es necesario incorporar proteínas de alto valor biológico como las del huevo o el queso (no untable sino en trozo o feta)".
La nutricionista Agustina Lasteche propone romper el ayuno con una "comida equilibrada" que incluya:
Proteínas: que ayudan a estabilizar los niveles de azúcar en sangre y aportan saciedad.
Grasas saludables: frutos secos, palta o aceite de oliva, esenciales para la salud cerebral y hormonal.
Fibra y carbohidratos de calidad: verduras, frutas enteras, cereales integrales, que aportan energía sostenida y no generan picos de glucosa.
"Romper el ayuno no es solo comer, es darle a tu cuerpo lo que necesita para comenzar el día de manera equilibrada y saludable".
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Qué alimentos incluir en el desayuno
La licenciada en Nutrición Gimena Salas, explicó que el desayuno es muy importante, al igual que todas las comidas del día, y por eso hay que prestarle mucha atención.
"Un desayuno debería incluir proteínas, como por ejemplo huevo, grasas saludables (palta), fibra y vitaminas (fruta), carbohidratos complejos (un buen pan integral)".
Quimey Gasparri, nutricionista, propone, desde su página de Instagram, estas dos opciones ideales para los días de mucho calor:
1) Panqueques keto de almendra, una banana y un jugo detox de naranja y zanahorias.
2) Licuado de frutillas con leche, naranja cortada, una porción de jamón natural y tostada con palta.