Hay un período de la vida que no importa cuánto tiempo pase, siempre queda presente en recuerdos latentes. Los momentos de la infancia son imborrables, y si hay algo que se disfruta especialmente durante ese momento son las golosinas y su inconfundible y eterno sabor.
Las golosinas quedan atadas a esos preciados recuerdos de la niñez. Y, aunque quizás con la adultez se dejen de consumir, encontrarlas en los quioscos sigue disparando recuerdos indelebles. Por eso, con el paso del tiempo algunos se preguntan: “¿Qué pasó con ese caramelo que solía ser mi favorito?¿Seguirá existiendo este chocolate?”
La evocación del pasado es inevitable. Aparece constantemente, sobre todo en comparación con un presente que nunca parece terminar de conformar. Y si bien el recuerdo se vuelve inmortal, algunos de sus elementos siguen el ciclo de la vida, por lo tanto tarde o temprano, y para el disgusto de muchos, desaparecen. Este es el caso de muchos productos que aprenden a marcar generaciones y en determinado momento las abandonan. ¿Qué habrá sido de las mejores golosinas de tiempos anteriores?
Las golosinas que marcaron generaciones ¿Siguen existiendo?
A continuación, una lista de golosinas que marcaron generaciones y que ya no gozan de la misma fama que tuvieron en su momento. Algunas siguen existiendo, otras desaparecieron con el tiempo. ¿Cuáles son?
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Cosmic Candy
Este producto venía en distintos sabores y se trataba de una pastilla bañada en distintas pelotitas que generaban una especie de “explosión” en la boca. Con un gusto un poco ácido, era tan particular la sensación que generaba que se volvió muy querido.
Hoy en día este producto no existe. Sin embargo, otras empresas sí continúan la venta de productos similares. Un fiel reemplazo del “Cosmic Candy” bien podrían ser los “Crazy Pop”, fáciles de encontrar en quioscos y golosinerías.
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Los caramelos "Cosmic Candy" no siguen existiendo más que en recuerdos
Mielcitas
No es fácil describir a las mielcitas porque fueron bastante únicas. Esta era una marca argentina y su producto se trataba de una especie de pequeños sachets llenos de jarabe de glucosa con saborizante y colorante. Rompiendo con los dientes la punta de su envoltorio, se podía apretar el producto para dejar salir su interior.
Con una larga historia de cierres y aperturas, al parecer la fábrica fue recuperada como una cooperativa y se sigue produciendo la golosina. Otras marcas como “Plin” se animaron a imitar el producto y en alguna golosinería como “Royal” en Rosario puede conseguirse. Pero la época dorada de las mielcitas pasó.
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La marca argentina "Mielcitas" se metió en el corazón de generaciones del país
Gallinitas
Las polémicas gallinitas no tenían punto medio: la gente las amaba o las odiaba. Se trataba de una especie de vaso de oblea o de pasta, similar al de las heladerías, sobre el cual se posaba una especie de gallina azucarada de diferentes colores. Dentro de ella, albergaba una especie de “licor” que en definitiva era un almíbar frutal.
La gallinita sobrevivió al paso del tiempo como pocas golosinas pudieron. En quioscos no son vistas, pero sí en golosinerías de mayor tamaño.
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Las gallinitas eran tan amadas como odiadas
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Pastillas de Yapa
Las pastillas frutales de la marca “La Yapa” se volvieron muy conocidas en su momento. Estas pastillas de azúcar de forma rectangular se presentaban en largos envoltorios en donde se surtían diversos colores y sabores.
Estas pastillas no solo siguen existiendo, sino que además otras marcas se animaron a crear productos similares. En los quioscos ya no se ven normalmente, pero sí se pueden ver ene golosinerías.
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Las pastillas frutales eran infaltables en los cumpleaños
Gelatinas
Las gelatinas, fundamentalmente de la marca Tembleke, son una especie de gomitas gelatinosas. Estas se presentaban en tabletas en las que se surtían distintas formas y sabores. Formaban parte de los cumpleaños de aquél entonces.
Esta marca sigue produciendo sus históricas gelatinas, que nuevamente, no son vistas por lo general en quioscos pero e internet y golosinerías se pueden adquirir con normalidad.
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Con distintas formas y colores, las gelatinas eran divertidas golosinas
Chicles Bubbaloo
Los chicles bubbaloo fueron un clásico entre los chicles. Estos se distinguían por sus sabores frutales y mentolados, pero sobre todo por estar rellenos de un particular jugo. Esta característica los hizo diferentes a los demás.
Los eternos chicles siguen vigentes en sus distintos sabores y es muy probable seguir encontrándolos en quioscos.
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Los chicles Bubbaloo se caracterizan por su jugo interno
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Bocadito Holanda
Esta golosina de Arcor consiste en un caramelo blando de leche con sabor a chocolate. Su tierno tamaño y su apreciado sabor le valieron una buena cantidad de fieles consumidores.
Por suerte para sus adeptos, el bocadito Holanda se sigue fabricando con normalidad y es más probable encontrarlos en golosinerías pero puede llegar a estar presente en algunos quioscos.
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Los bocaditos Holanda siguen presentes en el mercado
Tubby 3 y 4
Furor en los años 80, las Tubby 3 y 4 de Bagley eran obleas rellenas y bañadas en chocolate semiamargo que llevaban tantas capas como su nombre lo indicaba. La primera se caracterizaba por tener avellanas, mientras que la segunda destacaba por su caramelo de maní.
Con un jingle que las volvió un ícono, las Tubby se despidieron del mercado por aquellas épocas y, si bien Bagley sigue fabricando diversos dulces, nunca volvió a lanzar las tan aclamadas Tubbys.
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El pegadizo jingle de los Tubbys les valió un gran reconocimiento
Chicles Chiclets Adams
De estos chicles lo más atractivo era su paquete. Estos cuadrados masticables cubiertos en caramelo venían en cajas de cartón, formato totalmente abandonado en la actualidad argentina. Estos venían importados desde Estados Unidos, lugar de origen de la marca fundada por Thomas Adams que los producía.
Actualmente, no se encuentran en Argentina. Si bien la empresa cerró, continuó bajo otra dirección con la comercialización, solo que no apuntó a demasiados mercados y no llegó a países como el argentino nuevamente.
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El icónico empaque de los "Chiclets" aún genera nostalgia
Chupetines con silbato
Este clásico de las golosinas también trae entretenimiento. Los chupetines con silbato tenían un caramelo ahuecado y un palo ancho de forma que se pudiera soplar en él al estilo de un silbato. Uno de los más conocidos era el “Pito pito”. Otros como Lheritier redoblaron la apuesta y a ese mismo caramelo le agregaron una canasta y una pelota. Insertándose en el palo, la canasta servía para jugar a embocar la pelota con el aire expulsado.
Este divertido formato de caramelo sigue existiendo. El “Pito pito” se puede encontrar en golosinerías y quizás algunos quioscos. Por su parte, el de Lheritier ya no se encuentra en el mercado.
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Los chupetines con silbato eran un gran entretenimiento a la hora de comer golosinas
Vauquita
La vauquita siempre fue amada por su tradicional sabor a argentinidad. Son una especie de rectángulos suaves y cremosos sabor dulce de leche. Estos fueron creados por una empresa láctea llamada “La Martona", pero tras el cierre de la fábrica, los vauquita quedaron en manos de La Serenísima.
Los amantes de los vauquita son muchos, y esta línea también presenta alfajores, chocolates y dulce de leche. Afortunadamente, los vauquita siguen en el mercado y son fáciles de conseguir en kioscos y golosinerías.