Cada vez está más cerca el fin definitivo del calor y el comienzo del frío invierno. A medida que baja el termómetro, se dejan atrás los platos frescos como las ensaladas para abrir paso a las recetas clásicas invernales. Y si hay algo que reconforta cuerpo y alma en los días más frescos es un buen plato de sopa humeante.
Clásica, versátil y fácil de preparar, la sopa es ese plato que siempre tiene lugar en la mesa, a veces como entrada liviana otras como la protagonista. Para un día lluvioso, este plato se convierte en la compañía perfecta: una manta, una buena peli y una sopa son suficientes para crear un momento de puro confort. Y lo mejor de todo es que no hay una sola forma de hacerlas y existen una amplia variedad de opciones para sorprenderse día a día.
Preparar una buena sopa puede ser rápido y práctico, pero también tiene su cuota de disfrute. Solo basta con tener un recipiente hondo, agua, una fuente de calor y vegetales para que el ambiente se inunde de un olor hogareño y acogedor.
Muchas sopas parten de recetas base simples, que sirven como el punto de partida para adaptarlas al gusto de cada uno. A partir de un buen caldo se les puede agregar proteínas como pollo, carne o legumbres, o bien incorporar pastas, arroz o cereales, logrando así una comida más completa.
A continuación, las clásicas recetas de sopa para disfrutar el frío:
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Sopa de verduras
Sin dudas, una de las sopas más clásicas es la sopa de verduras. Abrir la heladera y arrasar con lo que se encuentre para luego transformarlo en sopa es una tentación. Porque el resultado siempre es rico.
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Sopa de calabaza o zapallo
Cremosa, suave y ligeramente dulce, las sopas de calabaza o zapallo son las de las favoritas del otoño por su textura reconfortante y sabor delicado. Un tip: agregarle cualquier tipo de semillas tostadas le da un toque distintivo.
Sopa de arvejas
De sabor suave y color vibrante, esta sopa es liviana pero saciante. Si se desea se le pueden agregar los famosos crotones, pancitos tostados que el dan el toque crunchy ideal.
Sopa de choclo
Definitivamente dulce, en esta receta el choclo es el aliado perfecto, que se usar en su versión enlatada o natural. ideal para agregarle algún queso fuerte como roquefort o un brie.
Sopa de maní
En este plato tradicional de Bolivia, especialmente popular en la región andina, el maní molido se transforma en el protagonista. Con algunos ingredientes básicos como papas, verduras y un buen caldo, se logra una sopa nutritiva y con cuerpo. Es una excelente opción para quienes buscan algo distinto, lleno de sabor y sin demasiadas complicaciones en la cocina.
Sopa de brócoli
Una opción nutritiva que aunque asuste por su fuerte color verde está llena de sabor. Un tip: agregarle un toque de aceite de oliva.
Sopa de tomate
Con su punto justo de acidez y dulzura, es una de las más versátiles. Se la puede tomar sola o acompañada de buen pan de masa madre tostado para mojar en la crema.
Sopa de garbanzos y fideos
Proveniente de España, esta receta es sustanciosa y con ingredientes más potentes. Con carne, fideos y garbanzos, es una de esas es recetas heredadas que se transmiten de generación en generación.
Sopa de cebolla
Esta sopa tiene origen en la cocina francesa, donde se volvió famosa por su simplicidad y profundidad de sabor. A base de cebollas caramelizadas lentamente, caldo y, muchas veces, gratinada con pan y queso, es un plato que demuestra cómo con pocos ingredientes se puede lograr un plato muy sabroso.
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