El avance vertiginoso de la inteligencia artificial (IA) y la automatización está configurando un nuevo escenario laboral. Según un informe reciente de la consultora McKinsey, varios empleos tradicionales podrían desaparecer para 2030 debido al reemplazo progresivo de ciertas tareas por sistemas automatizados.
Esta transformación plantea no solo un desafío para los trabajadores afectados, sino también una oportunidad para adaptarse a las demandas del mercado del futuro.
El estudio identifica sectores donde la automatización tendrá mayor impacto. Entre ellos, el comercio minorista está en la mira, con roles como cajeros y repositores en riesgo de ser reemplazados por cajas de autoservicio y sistemas de inventario automatizado. También los empleos administrativos, como asistentes y operadores de datos, podrían desaparecer con la implementación de software especializado.
En el ámbito de la manufactura, la robótica sigue transformando líneas de producción, dejando obsoletos muchos roles operativos. Los trabajos relacionados con la conducción, como choferes y camioneros, también enfrentan un futuro incierto debido al desarrollo de vehículos autónomos. Asimismo, los call centers están viendo cómo los asistentes virtuales avanzados comienzan a ocupar el lugar de los agentes humanos.
Empleos y sectores en riesgo según el informe
- Comercio minorista: cajeros, repositores y asistentes de ventas.
- Administración: operadores de datos, recepcionistas y asistentes administrativos.
- Manufactura: trabajadores de líneas de producción y ensambladores.
- Transporte: choferes de camiones, taxis y otros vehículos comerciales.
- Call centers: agentes de atención al cliente reemplazados por asistentes virtuales.
Los nuevos desafíos y oportunidades
No obstante, el informe también subraya que surgirán nuevas demandas laborales asociadas al crecimiento de la IA. Profesiones relacionadas con el desarrollo, la programación y la supervisión de estos sistemas tecnológicos tendrán un lugar preponderante. Además, áreas creativas y de atención personalizada, como el diseño y ciertos servicios de salud, se mantienen a salvo debido a su carácter intrínsecamente humano.
Este cambio de paradigma subraya la importancia de la educación continua y la reconversión laboral. Las instituciones educativas y las empresas juegan un rol crucial en preparar a las personas para un futuro donde la tecnología será la protagonista.