En los últimos tiempos, los vínculos han ido evolucionando y cambiando al mismo ritmo que lo hace la sociedad. La libertad y la individualidad pisan cada vez más fuerte. De hecho, en los últimos años, emergieron nuevas formas de relacionarse entre las parejas con el objetivo de poder encontrar un equilibrio entre la libertad, el deseo y la monogamia. Es así como, en los últimos meses, comenzó a circular una nueva forma de vincularse que parece ser la solución para encontrar este equilibrio: las parejas "DADT".
“DADT” son las siglas de la frase en inglés “Don't Ask, Don't Tell”, que en español se traduce a "No preguntes, no digas". Este tipo de relación consiste en un acuerdo dentro de la pareja, donde cada una de las personas puede llevar a cabo otros vínculos amorosos o sexuales con otras personas, siempre y cuando la pareja oficial no se entere de dichas relaciones paralelas.
Es decir que, en este tipo de relación existe una especie de contrato -tácito o explícito- que avala el hecho de que la otra persona esté con otras personas, pero con la condición principal de que ninguna de las dos partes tenga conocimiento de lo que el otro hace o deja de hacer. Es decir que, a diferencia de las relaciones abiertas más tradicionales, en las parejas DADT el acuerdo central es la omisión: no se pregunta y no se cuenta. De esta manera, se busca preservar la relación principal sin generar conflictos o incomodidades innecesarias.
Cuáles son las características principales de las parejas DADT
Las parejas DADT tienen que ver con la limitación de tener vínculo amorosos o sexuales con una sola persona por el resto de la vida. Es decir que surgen como una alternativa a la monogamia tradicional, que se basa en la exclusividad emocional, romántica y sexual con una sola persona. En este tipo de vínculos convencionales, el compromiso conlleva responsabilidades y restricciones que no todas las personas están dispuestas a asumir.
El modelo DADT busca ofrecer una respuesta a esta tensión. Bajo la lógica de “ojos que no ven, corazón que no siente”, propone una forma de relación que, sin ser completamente abierta, permite que cada integrante tenga vínculos sexuales o afectivos paralelos sin necesidad de compartir esa información ni generar dolor en la pareja "oficial".
Ahora bien, una de las características más importantes de este modelo es su flexibilidad. Las condiciones y los límites del vínculo se definen previamente entre las personas involucradas. Se establece qué tipo de información se compartirá y cuál permanecerá en el ámbito secreto. Además, es común que se acuerden otras reglas relacionadas con el cuidado en las relaciones sexuales, como el uso de protección o el tipo de vínculo permitido, por ejemplo si se limita solo al plano sexual o si también puede incluir aspectos emocionales o afectivos.
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Cuáles son los pros y contras de las parejas DADT
Cada vínculo tiene sus propias reglas y dinámica y no todas las parejas funcionan bajo las mismas estructuras. Por esta razón, existen varias opiniones acera de este nuevo modelo de pareja.
Entre quienes defienden este tipo de vínculo, suelen encontrarse personas que priorizan la libertad emocional y la privacidad. Este modelo permite vivir experiencias por fuera de la pareja sin entrar en detalles, evitando posibles conflictos. De hecho, muchos aseguran que puede ser la solución para aquellas parejas que suelen tener conflictos de confianza, ya que el “no saber” puede resultar menos dañino que revivir escenas que dan inseguridad.
Además, muchas veces se elige este formato como una forma de renovar el deseo o la novedad en el vínculo principal, sin por eso renunciar a la estabilidad emocional o al compromiso central con la otra persona.
Sin embargo, las parejas DADT no son una fórmula universal y aceptada por todos. Para algunas personas, la falta de comunicación sobre las relaciones externas puede convertirse en una fuente constante de ansiedad o constante sospecha. Si no hay una base sólida de confianza, respeto y acuerdos bien definidos, la omisión puede sentirse más como un ocultamiento que como un cuidado.
La clave para que una relación DADT funcione está en el consenso y el acuerdo. Aunque no se hable de lo que sucede afuera, es fundamental hablar de lo que pasa adentro: emociones, miedos, seguridad. Si ambos están en sintonía y eligen esta modalidad por convicción y no por temor, la relación puede ser tan sólida como cualquier otra.