El verano resulta más atractivo cuando se toman vacaciones. Desde escapadas fugaces a tardes interminables de pileta, los feriados son grandes aliados en todo el año pero particularmente en esta estación del año donde el calor agobia. Por eso, una de las fechas más buscadas en el almanaque de cada año es el fin de semana de carnaval. Esta fecha implica dos feriados que cada año caen en una fecha diferente.
Cabe destacar que los días de carnaval en Argentina son considerados feriados nacionales e inamovibles. Es por esto que durante esas fechas no se trabaja y las personas encuentran un descanso de sus rutinas o la oportunidad perfecta para hacer un pequeño viaje. Al mismo tiempo, según la región se realizan distintos festejos especiales de forma pública en espacios abiertos.
Por las infinitas posibilidades de actividades que se pueden realizar durante estos días y el valor de una pausa al frenetismo del día a día, el feriado por carnaval se espera con emoción y se recibe con total alegría.
Cuándo caen los feriados por carnaval en 2025
Este año los feriados por carnaval tendrán una particularidad a tener en cuenta. Normalmente, esta festividad cae en febrero, pero este año no será hasta marzo que se podrá disfrutar de estas pequeñas vacaciones.
El feriado por carnaval es el lunes 3 y martes 4 de marzo. De esta manera, el tercer mes del año arrancará con un fin de semana largo para disfrutar y recargar energías.
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De dónde proviene el Carnaval
No hay certezas sobre el origen del carnaval. En distintos lugares y con diferentes características, fue surgiendo esta tradición que aún perdura en la actualidad. Lo que sí se tiene en cuenta es que es una festividad asociada a la cuaresma, la festividad cristiana.
La cuaresma corresponde al período de cuarenta días desde el miércoles de ceniza hasta la víspera del domingo de Resurrección, tiempo de ayuno y penitencia en memoria de los cuarenta días que ayunó Jesús en el desierto, y en preparación de la Semana Santa y la Pascua. Por esto la fiesta de carnaval está pensada como un período de excesos, libertinaje y desenfreno previo a la cuaresma, momento de abstinencia y austeridad. Esta tradición cristiana se terminó fundiendo con tradiciones locales de cada espacio en que se expandió.
Cada país guarda sus propias tradiciones alrededor del carnaval. En Argentina los carnavales comenzaron a celebrarse en Buenos Aires el siglo XVII, en una fusión entre el legado español y la cultura africana de los esclavos negros.
En ese entonces, el carnaval se organizaba en casas privadas y con el tiempo se trasladó a espacios más abiertos y públicos. A finales del siglo XIX se registraron las primeras comparsas y corsos. Ya llegado el siglo XX surgieron las murgas y antes del comienzo del siglo XXI la Legislatura porteña declaró estos festejos como Patrimonio Cultural de la Ciudad. Durante la última dictadura militar en 1976, el Carnaval fue eliminado del calendario de feriados. Sin embargo en 2010 fue restablecido y para 2011 volvió al almanaque como Feriado Nacional.
Culturalmente, antropólogos y estudiosos de las ciencias sociales han entendido que el valor de los carnavales es esencial. Este mérito radica en que “reúnen prácticas y representaciones diversas y generan espacios donde confluyen múltiples manifestaciones como la música, la danza, las máscaras, la indumentaria, junto con saberes, significados y sentidos que fortalecen el tejido social e identitario de diferentes sectores de una comunidad”, según explicó la científica del Conicet, Mercedes Mariano.