Al volver de la verdulería hay una pregunta recurrente, ¿qué frutas y verduras van dentro de la heladera y cuáles fuera de la heladera? Esta decisión suele variar según el hogar o, incluso, la persona que compre los alimentos. No obstante, los expertos realizan algunas consideraciones importantes a tener en cuenta, sobre todo para evitar que los alimentos terminen en mal estado.
Hay varias pautas a las que prestarle atención. Para empezar, es esencial pensar en dónde y de qué manera se conservan estas frutas y verduras en el supermercado, para intentar imitar esto en casa. Para saber si guardar los vegetales en la heladera o en la alacena, también es recomendable pensar en qué clima se cultivan. Por ejemplo, no es buena idea refrigerar una fruta tropical como la banana.
No obstante, este criterio varía según la fruta o la verdura que se quiera conservar, pero tomar ciertas precauciones también resulta beneficioso para conservar la textura, sabor y aroma de las frutas y verduras. En esta nota, una guía de sugerencias de como guardar las hortalizas más consumidos.
Por otro lado, antes de pasar a las recomendaciones es fundamental recordar que, una vez cortadas las frutas o verduras, deben almacenarse en la heladera por cuestiones bromatológicas, sin importar la conservación de la textura o el sabor.
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Frutas tropicales, afuera de la heladera
Como se mencionaba anteriormente, una variable importante es saber en qué clima se cultivaron. En ese sentido, las frutas oriundas de zonas tropicales y subtropicales se dañan fácilmente por el frío que emana la temperatura regular de una heladera. La textura y el sabor se verá modificado.
Alguna de las frutas que aplican a esta consideración: bananas, sandías, melones, pomelos, ananá, etc.
Verduras de hojas verdes, en la heladera
A diferencia de lo que sucede con las frutas, las verduras de hojas verdes, como rúcula, lechuga y espinaca, se mantienen más frescas y conservan su sabor y textura cuando se almacenan dentro de la heladera.
Para que duren más, se aconseja lavar las verduras, escurrirlas bien y guardarles secas en un recipiente, siempre dentro de la heladera. También se le puede agregar un poco de papel de cocina en el fondo del tupper, para que absorba cualquier resto de agua.
La advertencia sobre los cítricos
La conservación de los cítricos depende de cuándo se piense consumirlos. Si se planea consumirlos 10 días después de su compra, es mejor guardarlos en la heladera, porque el frío fomenta la fermentación de los azúcares.
No obstante, si se planea consumir los cítricos (limón, naranja, mandarina, etc) en la brevedad, es mejor dejarlos fuera de la heladera, para que no se pierdan sabor ni textura.
El debate del tomate
Con el tomate hay un gran debate. Hay quienes lo guardan dentro de la heladera y quienes lo dejan fuera. Sin embargo, la recomendación general es conservan los tomates lejos del frío, ya que podrían no madurar correctamente si se los somete a bajas temperaturas.
Caso contrario, si la fruta ya está madura, o pasada, se puede guardar en la heladera para que dure más tiempo.
Frutos rojos, los más "delicados"
En cuanto a los frutos rojos (frutillas, cerezas, arándanos, moras, etc), es recomendable guardarlos en el interior de la heladera ya que son alimentos muy delicados, y pueden echarse a perder fácilmente con el calor de la temperatura ambiente.
Se sugiere guardar este tipo de frutas en algún lugar de la heladera en la que el frío no sea excesivo, como las puertas de la misma. También es importante que la conservación sea en un recipiente cerrado.
Manzanas y peras, sin distinción
Estas frutas no son problemáticas, pueden ser almacenadas tanto adentro como afuera de la heladera. No obstante, si se elige guardarlas en el frío, es importante ubicarlas en un cajón separado, ya que maduran bastante más rápido que el resto.
Cebolla y papa, lejos del frío
Tanto las cebollas como las papas deben guardarse lejos del frío. En el caso de la papa, esto se debe a las bajas temperaturas afectan su sabor (las hará más dulce), oscurece su color durante la cocción. Con respecto a la cebolla, la humedad del refrigerador puede provocar que se humedezca rápidamente y se echen a perder más rápido.
De esta manera, se sugiere que ambas verduras se almacenen dentro de un recipiente fresco y ventilado, sin exposición solar directa.