Pospuso hasta enero su decisión sobre si volver a sentenciar a Erik y Lyle Menéndez por el asesinato de sus padres en su mansión de Beverly Hills hace 35 años
Un juez pospuso hasta enero su decisión sobre si volver a sentenciar a Erik y Lyle Menéndez por el asesinato de sus padres en su mansión de Beverly Hills hace 35 años, lo que echa por tierra la ilusión de su familia de que los hermanos fueran liberados y estuvieran en casa para las fiestas de fin de año.
El juez de la Corte Superior Michael Jesic dijo en la audiencia en Los Ángeles que necesitaba tiempo para revisar 17 cajas de documentos y dar tiempo al nuevo fiscal de distrito para que se pronuncie sobre el caso. “No estoy listo para proceder”, dijo el magistrado, quien fijó la audiencia para la solicitud de una nueva sentencia para el 30 de enero en lugar del 11 de diciembre, como estaba planeado originalmente.
Los hermanos tenían programado participar en la audiencia, pero problemas técnicos les impidieron aparecer virtualmente desde una prisión de San Diego.
Erik y Lyle fueron declarados culpables de asesinar a José y Kitty Menéndez en 1989 y condenados a cadena perpetua sin libertad condicional. Sus abogados defensores argumentaron en el juicio que habían sido víctimas de abuso sexual por parte de su padre, pero los fiscales lo negaron y los acusaron de matar por dinero. En los años siguientes, apelaron repetidamente sus condenas sin éxito.
Ahora, a los 53 y 56 años, los hermanos Menéndez hacen un nuevo intento por lograr la libertad. Sus abogados presentaron una petición de habeas corpus —una solicitud para que un tribunal examine si alguien está siendo detenido legalmente— en mayo de 2023, en la que pidieron a un juez que considere nuevas pruebas del abuso sexual de su padre. Los hermanos están recluidos en la Institución Correccional Richard J. Donovan en San Diego.
Jesic permitió que las dos tías de los hermanos testificaran después de que su abogado argumentara que les fue difícil viajar para la audiencia. Joan Andersen VanderMolen, la hermana de Kitty Menéndez que cumple 93 años el martes, y Teresita Baralt, de 85 años y hermana mayor de José, pidieron la liberación de Erik y Lyle, y dijeron que 35 años era mucho tiempo para los hermanos después de sufrir abusos siendo niños.
Baralt señaló que era muy cercana a José —vivió durante años en la misma cuadra— y de Kitty, a quien describió como su mejor amiga. “Extrañamos tremendamente a los que se han ido. Pero también extrañamos a los niños”, dijo Baralt entre lágrimas después de tomar la palabra.
No todos los integrantes de la familia Menendez apoyan una nueva sentencia. Los abogados de Milton Andersen, el hermano de 90 años de Kitty Menendez, presentaron un escrito en el que pidieron al tribunal que mantenga el castigo original de los hermanos. “Dispararon contra su madre, Kitty, y recargaron para asegurarse de su muerte. La evidencia sigue siendo abrumadoramente clara: el veredicto del jurado fue justo y el castigo se ajusta al crimen atroz”, sostuvieron los letrados.
Los recientes lanzamientos del drama de Netflix “Monsters: Lyle and Erik Menéndez Story” y el documental “The Menéndez Brothers” en 2024 trajeron atención renovada a su situación.
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