Este martes se cumple una semana del trasplante de hígado que tiene como protagonista a Camilo, un bebé de 9 meses que sufre una enfermedad poco usual, y que logró ser intervenido de urgencia gracias a que apareció un donante. La intervención, que duró más de 8 horas, fue compleja y surgieron diversas complicaciones en los días posteriores. Este lunes, los médicos señalaron que "el avance es lento, muy de a poco, pero va mejorando".
Hace una semana el Incucai informó que estaba disponible el órgano compatible con el niño oriundo de Las Parejas, que estaba en tercer lugar de la lista de espera. El niño tiene una patología infrecuente que se denomina atresia biliar. El equipo de profesionales que lo atiende en el Sanatorio de Niños de Rosario, donde se encuentra internado, inició de inmediato el operativo que implicó que los médicos de la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático viajaran a Córdoba, donde realizaron la ablación al donante. La intervención se concretó el martes.
"Estamos con mucha fe de que todo salga bien", dijo ese día a La Capital Juliana Pochiero, la mamá de Camilo, mientras su hijo ya estaba en el quirófano.
Las horas y días que siguieron no fueron fáciles. Los médicos minuto a minuto monitorean al bebé y tratan de resolver las complicaciones que se van presentando. Sus padres y familiares están en forma permanente en el sanatorio a la espera de las novedades que van surgiendo. El caso conmovió a los rosarinos que por las redes siguen de cerca la evolución del pequeño paciente.
Los especialistas del Sanatorio de Niños habían estudiado a los padres de Camilo para evaluar una posible compatibilidad, con el objetivo de hacer un trasplante con donante vivo, pero los resultados no fueron positivos. Por eso, solo quedaba la chance de un donante cadavérico, que apareció hoy. "Es impresionante. Ya apareció el órgano, y eso es gracias a una familia que en medio del dolor toma la decisión de donar", reconocieron desde la entidad donde un equipo de decenas de personas trabaja contrarreloj para lograr el objetivo: salvarle la vida a Camilo.
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Donar, para salvar vidas
La madre del bebé, que es médica, recomendó hablar en lo cotidiano sobre la donación, y más cuando se trata de niños, porque ante una fatalidad, “en ese momento de dolor es difícil decidir”.
Los mensajes de afecto y fuerza se multiplicaron en las redes, apoyando a la familia de Camilo y en pos de difundir la donación de órganos.
El bebé atravesó distintos períodos internado, entre otros motivos por una peritonitis que complicó su estado. Juliana explicó que su hijo “tiene líquido en la panza” y debe alimentarse por sonda nasogástrica. "Ese líquido se infecta con el tiempo y se complica por lo que requiere internación", dijo.
Mañana, martes 5 de noviembre, la familia presentará en el Senado de la Nación un pedido para que se amplíen los alcances de la donación pediátrica ya que hay cientos de chicos que esperan un órgano en el país, para seguir viviendo.
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Qué es la atresia biliar
Según la Sociedad Argentina de Pediatría, la atresia biliar es la inflamación y fibrosis de los conductos biliares que se estrechan, acumulando bilirrubina dentro del hígado. Los conductos biliares transportan la bilis, desde el hígado hasta el intestino para digerir las grasas de los alimentos. En esta enfermedad, la bilis y otros compuestos producidos por el hígado no pueden ingresar al intestino y se acumulan en el hígado, causando daño hepático.
El tratamiento y la cirugía
En una charla con La Capital, el médico hepatólogo Alejandro Costaguta, contó que si bien surgieron complicaciones, propias de estas cirugías tan delicadas, el injerto "está funcionando". De todos modos fue prudente en cuanto a la evolución del bebé de 9 meses. El jueves pasado el especialista confirmó que Camilo "tiene por delante días difíciles".
El equipo profesional de terapia intensiva del Sanatorio de Niños de Rosario, donde se realizó la compleja intervención que duró más de 8 horas, sigue minuto a minuto la situación del pequeño paciente y están atentos a cualquier mínimo obstáculo que pueda presentarse. "Fue una cirugía de magnitud que se suma a que el bebé está inmunosuprimido. Lo importante es estar atentos y resolver, cuanto antes, cualquier dificultad que aparezca", expresó Costaguta, jefe de la Unidad de Hepatología y Trasplante Hepático del sanatorio, que estuvo a cargo del operativo.
El de Camilo es el tercer trasplante de hígado que los expertos del Sanatorio de Niños realizaron en el año, y hay otros dos chicos que serán intervenidos en poco tiempo. El equipo lleva realizados 72 trasplantes desde 2007 cuando iniciaron estos procedimientos y se convirtieron en referentes de la región y el país.
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Costaguta habló de la complejidad de estos casos, tanto en el diagnóstico como en la posibilidad de resolver la delicada situación, ya que se trata de una enfermedad severa e infrecuente: "Es muy importante la difusión para que las familias la conozcan y los profesionales estén más atentos para sospecharla".
El bebé, oriundo de Las Parejas, fue diagnosticado con atresia biliar, un trastorno de las vías biliares, crónico y progresivo, que suele manifestarse en los primeros días de vida y cuyos signos más contundentes son el color amarillo de la piel del bebé y las deposiciones muy claras. Si bien existe una cirugía denominada de Kasai que puede realizarse para posponer el trasplante, el cambio del órgano es necesario en algún momento.