El tradicional inmueble, ubicado en 9 de julio y Ayacucho, es patrimonio de la ciudad y está protegido por una ordenanza. Qué funcionaba ahí
Por Nachi Saieg
Cada vez que se ponen a la venta construcciones históricas, se despierta la curiosidad de los rosarinos. En este caso, el anuncio de la inmobiliaria que ofrece una casona en barrio Martin se viralizó en redes sociales. Pero no se trata de cualquier lugar, en sus rincones esconde más de un secreto vinculado las huellas siempre silenciosas del Opus Dei.
Ubicada en 9 de julio y Ayacucho, es patrimonio histórico de la ciudad y se encuentra protegido por la ordenanza nº 8245, que define y cataloga a los distintos inmuebles que el municipio entiende que existe un valor histórico que debe ser preservado. En este sentido, se establecen ciertas limitaciones para realizar ampliaciones, demoliciones, reestructuraciones, acondicionamientos y cualquier acto que modifique la estructura o fachada original.
La superficie total del terreno es de 37 por 21 metros. Se trata ni más ni menos que un testimonio viviente no solo de la historia arquitectónica de Rosario sino también del rastro que dejó y deja el Opus Dei. La casona fue construida en 1930 y tiene unas 14 habitaciones con baños privados. Además, cuenta con una capilla en el subsuelo, todas las casas de la institución tienen su propio oratorio ya que no van a la iglesia como el resto de los católicos y tienen ceremonias particulares.
En el aviso publicado por la inmobiliaria destacan que el inmueble fue construido por una familia alemana y que conserva tanto los materiales como el estilo de la época. El video publicado en su cuenta de Instagram permite realizar un rápido recorrido por el interior de esta casa, que siempre llama la atención de los transeúntes. Para quienes están en el tema, llamó la atención el tono de la pieza audiovisual que hace hincapié en lo pintoresco del edificio, sin mencionar en ningún momento para qué era utilizado y qué tipo de actividades se llevaban adelante ahí. Incluso, cuando muestra la particular capilla que hay en el subsuelo.
La persona que muestra la propiedad omite los detalles del origen de la propiedad. Se trataba de una residencia de estudiantes y numerarios jóvenes en Rosario, llamada "Residencia Universitaria Litoral". Así lo confirmó la periodista y escritora Paula Bistagnino, quien investigó el tema durante años y es autora del libro "Te serviré". La obra, rigurosa y apasionante, también cuenta la historia de las personas que fueron reclutadas por un grupo organizado con la promesa de ser santas en la vida ordinaria y terminaron despojadas de sus bienes, de su libertad y hasta de su voluntad.
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En las diversas notas publicadas, Bistagnino explica que los miembros del Opus Dei son laicos que viven bajo compromisos de castidad, pobreza y obediencia dentro de una institución que no solo no es pobre, sino que acumula propiedades y fortuna. En cada uno de los 68 países en los que funciona, tiene una red de asociaciones civiles que manejan instituciones educativas, clubes y residencias universitarias que se sostienen con cuotas, donaciones privadas, fondos públicos e internacionales. Y con las herencias de sus miembros célibes, que al ingresar tienen que firmar un testamento en favor de su "nueva familia".
En este caso, la de el Litoral es una residencia universitaria para varones que funcionaba en este inmueble de barrio Martin y, aparentemente, hace unos años se trasladó a algunas pocas cuadras.
En general, son aceptados en estas residencias mayormente varones, de familias católicas y con poder adquisitivo suficiente como para costear los gastos de vivir ahí. Suelen estudiar carreras tradicionales en universidades de renombre. Desde los 18 comienzan a vivir en este contexto y ya establecen un nexo con el Opus Dei. Una vez que se reciben y se convierten, por ejemplo, en funcionarios públicos, jueces, académicos destacados, entre otras profesiones, van ocupando lugares de poder.
Si entre esos estudiantes el Opus percibe que alguno puede ser reclutado como miembro numerario, se hace y si no pueden llegar a convertirse en miembros supernumerarios. Esta es la tercera categoría de miembros en cuanto a los compromisos, pero son los más importantes y la mayoría: representan un 70% de toda la estructura y cada vez tienen más protagonismo, porque cada vez ingresan menos numerarios.
Estos "colaboradores" suelen tener alto poder adquisitivo y buenos vínculos en la política, la justicia y el mundo empresarial. Aportan dinero, proporcional a sus ingresos, consiguen más cooperadores y aportantes y sostienen la red de contactos. De sus familias muchas veces llegan vocaciones de numerarios o agregados.
Actualmente, "El Litoral" funciona en La Paz 640. En su página web oficial indican: "La Residencia Universitaria Litoral es una residencia para varones, ubicada en Rosario, Santa Fe, que proporciona alojamiento para estudiantes y promueve su formación humana, espiritual, social y cultural. La historia de esta residencia se remonta al año 1950 y ya tuvo varias sedes en nuestra ciudad".
En su cuenta de Instagram cuentan que se brindan cuatro comidas diarias, lavado y planchado de la ropa y de sábanas y toallas. También aseguran que "se diferencian por su asesoramiento académico, trato humano, acción social y actividades culturales y deportivas". Por último, aclaran que pueden alojarse residentes estudiantes universitarios y profesionales jóvenes que cursen un máster o doctorado.
Según pudo averiguar La Capital, en colaboración con Paula Bistagnino, por lo que se puede ver en el video que promociona la venta de la casona, el lugar actualmente se sigue usando. Las camas hechas y el oratorio en perfectas condiciones llevaron a que quienes conocen la institución desde adentro percibieran ese detalle.
Una hipótesis que se baraja es que el Opus abrió la sede de calle La Paz para los jóvenes y que ahora estarían ocupando ese espacio los numerarios mayores que antes residían en la de calle Urquiza y Sarmiento, que también está a la venta.
Esa propiedad la ofrece la misma inmobiliaria. "Casa antigua con excelente ubicación a metros del río Paraná y de la bajada Sargento Cabral. Con detalles únicos y de categoría, destacándose por su combinación entre lo clásico y lo moderno", reza el anuncio en Facebook. Según detalla, tiene cocina, comedor, oficina, living, diez dormitorios, seis baños, un patio y un ascensor. Tiene unos 857 metros cuadrados y se ofrece a USD 650.000.
Como contó La Capital, el 12 de marzo de 1950 no es una fecha cualquiera para el Opus Dei en Argentina. Antonio Caggiano habilitó en la ciudad la primera residencia de esta institución católica ultraconservadora, que quedó en la mira en los últimos años luego que 43 mujeres que trabajaron allí limpiando como "numerarias auxiliares" denunciaron públicamente falta de aportes, salarios y privación de la libertad. Siete de ellas realizaron su labor gratuita en Rosario.
En 2021, este diario habló con una rosarina, actualmente decana de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba, quien habló de su paso por la Obra. "Estuve en el Opus Dei entre abril de 1982 y septiembre de 1987, siendo adolescente. Mi madre era cooperadora (N. de la R. se suman con oración y aporte económico) y tenía mucha cercanía con algunas supernumerarias por razones adhoc", relató Flavia Dezzuto.
Se enteró de las historias de las exnumerarias auxiliares y también del caso de Claudia Carrero, la mujer de ese grupo que trabajó para el Opus en esta ciudad desde 1999 a 2002.
"El Opus Dei es una institución de la iglesia católica nefasta en muchos sentidos: es responsable de la reducción a servidumbre de muchísimas personas, y tramó sobre esto una telaraña de ocultamientos y mentiras. Buena parte de la jerarquía católica está al tanto de esto desde hace mucho. Ya resulta inocultable, y creo que aunque sea por vergüenza deberían actuar", argumentó.
En ese sentido, en aquel momento dijo: "Ojalá les quede algo de celo por la justicia. Y por supuesto, que los poderes del Estado hagan lo suyo, resistiendo presiones, que las habrá, no me cabe duda" y rescató todas las "investigaciones y notas que se puedan hacer sobre el Opus". Por último, felicitó especialmente a las mujeres que se animaron a contar sus historias: "No las conozco, pero comparto con ellas haber conocido las entrañas de la misma bestia".
Para entender qué lugar le asignaban a estas numerarias auxiliares en el Opus conviene saber cómo se organiza a grandes rasgos una institución compleja y peculiar con aproximadamente 90 mil miembros en 68 países del mundo.
Es peculiar porque la Obra no se autoproclama religiosa, pero tiene sacerdotes en sus huestes y de hecho fue creada en 1928 por uno, en España. Es una entidad que dice no tener patrimonio a su nombre y que solo "da dirección espiritual", pero por medio de asociaciones civiles comanda múltiples facultades, escuelas y residencias.
Está organizada verticalmente, de arriba hacia abajo. Los más orgánicos son los numerarios y numerarias. Viven en comunidad, en hogares especiales, tras hacer votos de castidad, pobreza y obediencia (al igual que las numerarias auxiliares). Son estudiosos de teología y filosofía, también trabajan gratis para la Obra y si lo hacen fuera de ella, le donan sus salarios. También donan su herencia.
Eso sí, como para el Opus las mujeres siempre deben ser serviciales, en el caso de las numerarias limpian sus propias residencias, los numerarios, no: las auxiliares lo hacen por ellos.
Los agregados, también son varones y mujeres célibes. Pero por cuestiones personales pueden vivir con sus familias de sangre y no necesariamente contar título universitario.
Los supernumerarios, supernumerarias, cooperadores y cooperadoras son laicos y viven fuera de la institución, ya sean solteros o casados. Son profesionales, de clase media alta y alta, bien posicionados en espacios educativos, judiciales, científicos y militares. Se suman a la actividad religiosa, aportan expertez profesional como apostolado y recursos económicos.
Completan la estructura, como casta inferior, las "numerarias auxiliares" (Nax en la jerga interna), mujeres como las de esta nota, que ya abandonaron la Obra. Castas, célibes y obedientes realizan con alto profesionalismo el servicio doméstico para el resto de los miembros, como ofrenda a Dios.