Los vecinos de pasaje Espora tienen una tradición: todos los años salen a la calle a festejar Halloween. Entre todos decoran las casas, pintan las veredas y, finalmente, se disfrazan. Si bien la fecha de esta celebración es el 31 de octubre, este domingo realizaron la quinta edición de esta fiesta que disfrutaron chicos y grandes.
El pasaje Espora es una pequeña calle que conecta 9 de Julio con 3 de Febrero al 1600. A pesar de encontrarse en pleno centro rosarino, rodeada de bullicio y movimiento, tiende a ser un espacio tranquilo, una pequeña pausa en la vorágine céntrica. Los vecinos se conocen entre todos y muchos de ellos llevan hasta 50 años viviendo allí.
Esa cotidianeidad y cercanía hizo que, en el 2020, decidieran comenzar un festejo que hoy ya se volvió una tradición. Después de los meses de confinamiento obligatorio por el virus del Covid-19, los chicos se volcaron a la calle. "Una noche llegué al pasaje y vi a todos los pibes corriendo y gritando después de haber estado encerrados. Y ahí empezó todo", relata Nino Zanni, uno de los vecinos más antiguos de Espora y pieza fundamental para la organización de este evento.
WhatsApp Image 2024-11-03 at 18.31.18.jpeg
Batucada en pasaje Espora
El festejo que arrancó hace cuatro años creció rápidamente. Ahora, no sólo convoca a los vecinos que viven en la cuadra sino que también asisten personas de otros barrios de la ciudad porque, como dicen los vecinos, "se corrió la voz". Todos saben que en Espora se vive una fiesta y algunos llegan caminando, otros en colectivo o inclusive algunos en taxi. Como relata Nino, quienes participaron una vez, nunca dejaron se hacerlo.
Leer más: Un tradicional bar rosarino celebra sus 96 años con un festival gratuito
En esta nueva edición, fueron cientos los que coparon el pasaje. Brujitas, fantasmas, diablos, momias y hasta un examen de matemática fueron algunos de los disfraces que desfilaron por la calle. Una postal de la tarde fueron los nenes y nenas tocando los timbres de la casas pidiendo caramelos. Mientras tanto, los adultos también aprovecharon para disfrazarse y llevarse reposeras para pasar la tarde.
WhatsApp Image 2024-11-03 at 20.06.34.jpeg
Las casas también se vistieron para la ocasión y en las rejas, portones de entrada y ventanas había un popurrí de arañas, murciélagos, fantasmas y monstruos. La decoración la hacen los vecinos: cada uno adorna su casa y, con varios días de anticipación, empieza la preparación de los que serán los ornamentos. La fiesta, como expresa Nino, es "un orgullo" porque es horizontal, de cada vecino. "No hay autoridades, policías ni ladrones", exclama.
WhatsApp Image 2024-11-03 at 18.39.09.jpeg
El festejo arranca a las 17 y termina a las 20 "porque al otro día los chicos tienen que ir a la escuela y los adultos a trabajar". Pero la preparación del pasaje empieza bien temprano a la mañana, cuando se empiezan a pintar las veredas y la calle, se buscan los parlantes, se sacan los tablones afuera.
WhatsApp Image 2024-11-03 at 20.06.34 (1).jpeg
Cada uno aporta desde donde puede pero participar es lo más importante. Eva, amiga de Nino, estuvo varios días armando unos terroríficos tentáculos negros que este domingo se asomaron por la puerta de una de las casas del pasaje. Fue mucho trabajo, pero una vez terminado el resultado provocó la admiración de todos. Antes de que empiece el festejo, quienes pasaban por ahí pedían permiso para sacar fotos. "Es como un portal a otra dimensión", decían algunos.
Además, un elemento que es un clásico de todas las ediciones es la batucada que desfila por Espora. A eso de las seis de la tarde, comenzaron a sonar los tambores y hombres y mujeres disfrazados pasaron entre la multitud llevando un ritmo bien murguero.
WhatsApp Image 2024-11-03 at 20.06.34 (2).jpeg
Así, en Espora, se mezclan las tradiciones. Nino cuenta que muchas veces le han reprochado que organiza una fiesta "yanqui" que nada tiene que ver con las raíces argentinas. Pero a él no se le mueve un pelo: "No existe una cultura pura. Somos un montón de cosas, no tiene sentido pensar así. Antes no existía Papá Noel y después lo tomamos. Esto es un poco así también".
Lo cierto es que los pibes se divierten a más no poder. La idea de Nino un poco es recuperar la calle y convertir el pasaje en un pequeñísimo barrio donde haya un sentido de comunidad y pertenencia. "Espora es un pasaje mágico, algo tiene", asegura.
WhatsApp Image 2024-11-03 at 20.06.35.jpeg
La fiesta fue nuevamente un éxito. Cuando la gente se fue, los vecinos, como siempre, dejaron la calle impecable. "Arreglamos todo. Al otro día los negocios abren y si no vinieron ni se enteran de que hubo una fiesta", sostiene Nino orgulloso. Pero hay intervenciones que no se borran. En la pared de la casa donde se asomaron los tentáculos se lee: "¿Espora qué es? ¿Algo biológico o un presidente? ¡Es un Pasaje!".