En 1893 un levantamiento armado sacudió a Rosario y la región. La Unión Cívica Radical, que había nacido tan sólo dos años antes, se sublevó contra el gobierno de turno y tomó la ciudad. Incluso, un combate naval se desenvolvió en las aguas del Paraná. El jefe de operaciones en territorio santafesino fue un personaje central para la política de principios de siglo XX, el rosarino Lisandro de la Torre.
El levantamiento de 1893 no sucedió sólo en Rosario pero fue allí donde se dio con mayor intensidad y duración. Los radicales querían un cambio de régimen político y las demandas se habían vuelto más insistentes tras la crisis económica desatada en 1890.
Hartos de la república conservadora y de una política para pocos, se habían vuelto opositores al gobierno nacional de Juárez Celman y exigían elecciones libres. De hecho, en 1890 se llevó adelante la conocida Revolución del Parque y en aquel 1893 sucedieron otros dos levantamientos radicales: una en el mes de julio y otra en septiembre.
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Estación del Ferrocarril Central Argentino. Radicales armados en la toma de Rosario
Cuando la UCR tomó las armas el 7 de septiembre, de la Torre tenía tan sólo 25 años, había participado del levantamiento de julio de ese mismo año pero esta vez obtuvo mayor protagonismo: se desempeñó como el jefe de operaciones en territorio santafesino, liderando la toma de la ciudad Rosario.
Efectivamente, la ciudad quedó bajo el mando de los rebeldes y la bandera blanca y roja de los radicales flameó en la antigua Jefatura Política, edificio que tiempo después se tiró abajo y en su lugar se levantó el actual Correo Central. Su fachada quedó destrozada por los proyectiles, demostrando lo encarnizadas que fueron las luchas: 100 muertos y 300 heridos.
Entre tanto, Leandro Alem, líder de la UCR, llegó escondido en un barco a Rosario. Fue recibido por el clamor popular, y elegido presidente de la Nación por los vecinos.
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En Tucumán y Santa Fe también se habían levantado contra el gobierno. Sin embargo, Rosario fue la última localidad en deponer las armas. El pueblo rosarino organizó un ejército de 6 mil hombres para combatir contra las fuerzas leales al gobierno nacional. Sin embargo, el armamento era escaso y resultó imposible superar numéricamente a las tropas nacionales.
Finalmente, desde el gobierno nacional amenazaron con bombardear la ciudad si los revolucionarios no bajaban las armas. Se cree que, convencido por los vecinos, Alem tuvo que entregar la localidad y posteriormente fue encarcelado.
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El acorazado Los Andes combatió para el bando radical frente a Rosario
La batalla naval
El acorazado clase Monitor ARA Los Andes, comandado por Gerardo Valotta Avile, zarpó del puerto de Tigre el 24 de septiembre para sumarse a la sublevación radical. El gobierno nacional reaccionó y envió al acorazado de río ARA Independencia y la torpedera de mar ARA Espora a buscar al buque insurgente.
El día 29, frente a Rosario, comenzó lo que se conoció como el Combate Naval de El Espinillo. Los Andes abrió fuego primero: más de cien cañonazos se escucharon en la ciudad y edificios cercanos al muelle sufrieron algunos destrozos.
Tras varias horas de intercambio de fuego de artillería pesada el buque revolucionario sufrió graves daños y viendo su posición pérdida, Valotta se ofreció a parlamentar con el capitán del Independencia. Finalmente, entregó el buque.
Tras el combate naval, la revolución estaba perdida. Gerardo Valotta, al igual que la mayoría de los radicales, fue detenido, enjuiciado y en su caso particular degradado y desterrado al Uruguay.
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El ARA Independencia que combatió para el gobierno Nacional
Qué pasó con Lisandro de La Torre
De la Torre había participado activamente de la revolución de septiembre de 1893 como jefe de operaciones. También había estado presente en la sublevación realizada por la UCR en julio de aquel mismo año. Incluso estuvo en la fundación de la Unión Cívica Radical en 1891 y tenía una estrecha relación con el líder del partido, Leandro Alem.
Sin embargo, el fracaso de la revolución le dejó un gusto amargo y empezó a considerar que, para modernizar y transformar la política Argentina, las armas no eran el camino. "Fueron revoluciones criollas, nomás", dijo tiempo después. El término criollo no era casual: a partir del fracaso del 93 de la Torre consideró que los conflictos armados eran propios del pasado argentino, de los enfrentamientos entre unitarios y federales, en definitiva, de la política criolla.
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Lisandro De la Torre nació en Rosario en 1868.
Cuando Alem se suicidó en 1896, De la Torre entró en conflictos con quien se perfiló como el nuevo líder de la UCR, Hipólito Yrigoyen, con quien se batió a duelo y terminó malherido. Finalmente, decidió alejarse del partido que vio nacer. “El Partido Radical ha tenido en su seno una actitud hostil y perturbadora, la del señor Yrigoyen, influencia oculta y perseverante que ha operado por lo mismo antes y después de la muerte del Doctor Alem, que destruye en estos instantes la gran política de la coalición, anteponiendo a los intereses del país y los intereses del partido, sentimientos pequeños e inconfesables”, apuntó en su momento.
Sin dudas de la Torre fue uno de los protagonistas de la política Argentina hasta su suicidio, el 5 de enero de 1939. Fue quien fundó la Liga del Sur y, posteriormente, el Partido Demócrata Progresista. Finalmente, es recordado hasta el día de hoy por su postura contra el Pacto Roca-Runciman y por el asesinato de su compañero en el Senado, Enzo Bordabhere, quien murió al recibir una bala que era para él.