El verano es una de las temporadas más exigentes para llevar adelante un entrenamiento, debido a que durante la ola de calor que azota a Rosario y la región se extienden recomendaciones para los deportistas, para proteger su salud. Sin las precauciones necesarias, se pueden ver riesgos que afecten al desarrollo de la actividad física.
Además de la importancia de la hidratación y el descanso, la alimentación es un punto fundamental para el cuidado de quienes entrenan con altas temperaturas, así sea de manera recreativa o alto rendimiento. Por ello, especialistas en deportología recomiendan medidas a tomar al momento de realizar actividades en medio del calor.
“La hidratación, la alimentación y la vestimenta son fundamentales a la hora de hacer ejercicio o no en medio de una ola de calor. Se recomienda no entrenar con temperaturas mayores a 30ºC”, afirmó Mateo Cian Damevin, cardiólogo en el Instituto Cardiovascular Rosario (ICR) y especialista en Deportología en la Universidad Nacional de Buenos Aires (UBA), en diálogo con La Capital.
Con respecto a la hidratación y alimentación, el especialista agregó: “A partir de esas temperaturas, todas las proteínas que trabajan en el metabolismo energético empiezan a fallar y llegan a un colapso total a partir de los 40ºC, con lo cual todo el rendimiento que podemos obtener en esas temperaturas va en caída libre y el riesgo para la salud comienza a ser bastante importante”.
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Foto: Virginia Benedetto / La Capital
Muchos deportistas que entrenan durante las primeras horas del día suelen hacerlo en ayunas, sin haber ingerido un alimento previo a la actividad física. A raíz de esto, Cian Damevin analizó las cuestiones que podrían beneficiar o perjudicar al cuerpo cuando se entrena en ayunas.
Entrenar en ayunas durante el verano
Durante los períodos de intenso calor, algunas personas experimentan la sensación de saciedad o pérdida del apetito en las primeras horas del día, uno de los momentos ideales para entrenar en pleno verano, junto con el atardecer.
“No está mal entrenar en ayunas, pero sí es importante tener en cuenta una adecuada nutrición. Y en eso entra en juego la hora de la cena, qué tipo de alimentos se ingieren y cuánto es el tiempo de exposición al entrenamiento de actividad”, indicó el especialista en Deportología.
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Al respecto, añadió que “si se trata de una persona entrenada o con una actividad regular sostenida, es probable que pueda sostener sin problemas una sesión de 45 minutos”, debido a que “con el glucógeno depositado en músculo alcanza”. No obstante, aclaró que “para eso el cuerpo debería estar adaptado para esas necesidades metabólicas y energéticas, algo muy distinto a la recreacional”.
Qué es el alto rendimiento
Según Cian Damevin, se considera alto rendimiento desde que la persona realiza actividad física más de seis o diez horas semanales de alta o moderada intensidad. “Podés competir en un country de forma amateur o estar federado en un deporte, pero si entrenás más de cinco días a la semana durante más de 9 meses sostenidos, ya se cataloga de alto rendimiento”, explicó.
“Eso es muy distinto a quienes se vuelcan a una actividad cuando llega el calor y no tienen en cuenta cuestiones nutricionales, cometen excesos y luego pretenden realizar actividades; allí está el problema, porque no hay descanso, hidratación y dieta adecuadas”, remarcó.
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Foto: Virginia Benedetto / La Capital
Recomendaciones para entrenar en verano
Cian Damevin extendió una serie de recomendaciones para quienes realicen actividad física durante las altas temperaturas en la ciudad:
- Llegar al lugar de entrenamiento, caminata o trote, o cualquier actividad al aire libre con una ingesta de al menos 1/2 litro de agua en la hora previa a un estímulo equivalente a los 45 minutos o una hora. En caso de superar ese lapso, acompañar con bebida deportiva o isotónica, capaz de reponer electrolitos y cloruros que se eliminan a través de la sudoración.
- Insistir con la hidratación en niños. "Hay que evitar la exposición al sol y hacer hincapié en la hidratación porque no van a poder medir mucho por el sudor. Algunos sudan mucho y no lo manifiestan, ahí está el tema", afirmó.
- Evitar colores oscuros en la vestimenta y utilizar ropa lo más clara posible, acompañada de sombreros o gorros. "En lo posible que la ropa sea de algodón y posea buena circulación del aire", añadió.
- Evitar abrigarse con otro tipo de telas, ya que "sudar más no ayuda a quemar más grasas". Utilizar otros abrigos sin necesidad provocará mayor deshidratación.
- Ir con botella en mano y agua bien fresca, incluso aprovechar los bebederos dispuestos en la vía pública para refrescar la zona de la nuca, cabeza y rostro para descender la temperatura corporal.
- Evitar las comidas hipercalóricas, sobre todo en exceso, tal como un asado en abundancia o una "panzada" de pastas.