Cristian Malloni es de Rosario y tiene el canal de YouTube sobre pesca más visto del país. Los primeros videos que subió fueron por diversión, para compartir sus experiencias en la naturaleza. Casi diez años después, lo que empezó de casualidad, se convirtió en su medio de vida.
Los videos de Cristian son vistos por miles de personas a lo largo y ancho del país. Chicos y grandes disfrutan de su contenido sean pescadores o no. Lo cierto es que con mucha humildad y pasión, el rosarino muestra sus experiencias en la naturaleza, mientras acampa, pesca y cocina. Hijo de un padre artesano y una madre ama de casa y profesora particular de inglés, empezó a pescar de grande y conoció un mundo del que no se despegó nunca más. Un día subió, casi sin razón alguna, un video a YouTube y sin darse cuenta abrió un capitulo nuevo en su vida. Hoy su canal, llamado Pesca Urbana, es uno de los más vistos del rubro.
"Yo siempre vi muchos videos de todo tipo: pesca, naturaleza, supervivencia. Yo iba a pescar solo y les mandaba videos a mis amigos por WhatsApp de lo que iba sacando. Y un día se me ocurrió subir uno a YouTube, pero no le presté demasiada atención", recuerda en diálogo con La Capital.
Un año después del primer video decidió subir otro que, en un solo día, tuvo cien vistas. Ahí se enteró que el primer contenido que había publicado tenía 50 mil visualizaciones. No se lo esperaba y decidió empezar a construir ese nuevo camino.
"Yo estaba re contento, en un día cien personas habían visto el contenido. Estaba feliz. Así que empecé a moverme, a hacer vivos donde se conectaba mi familia nomás. Pero de golpe se empezó a meter gente. Y ahí comencé a mejorar el material y cada vez más gente empezó a verme", relata.
Cristian cuenta que su familia "no tiene nada que ver con la pesca" y que él empezó a pescar de grande. "Tenía 26 años más o menos. Fui a pescar a la noche con un amigo del barrio. Estábamos en silencio, muy tranquilos. Otro día fui con unos amigos. Empecé a preguntar y aprender. Me interesó sobre todo por lo que hay alrededor: la naturaleza, la cocina y la tranquilidad. Empecé a ir solo, me gustó más. Me gusta la tranquilidad y no depender de nada".
A pesar de haber monetizado su cuenta, Cristian no podía vivir con lo que le depositaban por sus videos y siguió, durante un tiempo, trabajando como vendedor de ropa. "Trabajaba todo el día. Cuando no estaba con el local, permanecía editando videos y pensando el contenido. Un día me depositaron más plata por lo que había subido a YouTube y pensé que con eso sí iba a poder vivir. Iba a ganar menos que con la ropa, pero iba a poder. Así que dejé todo y me dediqué por completo al canal".
Ahí se dio cuenta que mientras más se dedicaba, mejor le iba. Antes de la pandemia tuvo su primer "boom" de seguidores y espectadores y durante la pandemia creció muchísimo más. Ahora su canal tiene 836 mil suscriptores y algunos videos llegan a los dos millones de vistas.
Embed - Acampando en solitario, pescando y cocinando junto al río, diferentes tipos de pesca. pesca urbana
No es sólo pesca: la naturaleza y la cocina también son protagonistas
A Cristian lo siguen personas de todos los puntos del país e incluso sus videos trascienden las fronteras. Muchos de sus seguidores son pescadores y otros tanto no lo son. Es que el contenido que crea no se limita a la pesca: muestra la naturaleza, la flora, la fauna, los acampes y la distintas formas de cocinar en medio de la nada. Chicos y grandes ven sus videos y aprenden sobre el territorio litoraleño.
"La mitad de la gente que ve el canal no pesca. Yo lo pienso más como videos de entretenimiento. Muestro plantas, animales. Creo que funciona también por eso. Yo muestro cómo es un día de pesca para mí, y voy mostrando cosas. Hago lo mejor que puedo, no me nace hacerlo para enseñar. Muestro lo que hago y me sorprende mucho cuando alguien hace, por ejemplo, una receta que yo hice", expresa.
Para Cristian no se trata de editar y filmar solamente, sino también investigar y ver qué cosas aprender para poder mostrar. "Eso te lleva mucho tiempo y siempre terminás consumiendo más de lo que haces".
En relación a los comentarios negativos y "haters", el youtuber y pescador hace oídos sordos. "La verdad es que todos se ponen haters, de un lado y de otro. Si pesco y suelto a algunos les molesta, si como el pescados otros me insultan. No le podés caer bien a todo el mundo. Yo hago lo que quiero y al que le cae bien, buenísimo", señala y agrega: "Hay muchos pensamientos dentro de la pesca. No hay nada mas natural que comerse lo que uno pesca".
Además de programar los videos y pensar el contenido de manera ordenada y previsora, a Cristian también le gusta improvisar. "A veces salgo de mi casa sin nada. Voy encontrando cosas por el camino y me armo un equipo de pesca con las cosas que encontré. Hice una serie de videos sobre cómo pescar sin plata".
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Desde el Carcarañá hasta el Amazonas
"Me gusta pescar en Rosario, iba mucho a a zona del Monumento. Pero cada vez hay más gente. Donde más me gusta ir es al Carcarañá, por la flora y fauna, y la tranquilidad. Hay muchas cosas para hacer pero es un río peligroso, no hay que confiarse", sostiene.
Pero además del Carcarañá y el Paraná, Cristian visitó distintos lugares porque, fundamentalmente, lo motivan cosas que después pueda compartir. "Una vez fui a Playa del Carmen (México). No sabía si grabar porque capaz a la gente no le gustaba. Sin embargo, le encantó, fue lo más visto del canal".
"También estuve en el Amazonas. Filmé varias cosas. En uno me criticaron mucho porque cociné huevos de tortuga. Pero allá no está prohibido, ni están en peligro de extinción", relata.
Dentro de poco viajará a Guadalajara, también en México, para pescar junto a otro youtuber del rubro: "Es para ver cosas distintas. Sacar otro tipo de especies, ver otros paisajes".
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Personajes entrañables
Además de los videos, en una oportunidad Cristian sacó una serie de afiches, remeras y stickers con frases o dibujos de personajes relacionados al canal. "Una vez dejé lo que pesqué adentro de una bolsa y vino una rata y me lo robó. A la gente eso le quedó. Hablé con un chico, Maxi, y le pedí que me dibujara a la rata comiéndose un moncholo. Hicimos posters y remeras y los vendimos".
El youtuber tenía en su casa varias peceras con distintos animales: "Tenía cuatro anguilas y filmaba cómo las alimentaba. Se llamaban Jamaica, Limón y Tamarindo, como las aguas frescas del Chavo del 8. Y la otra se llamaba Cuca, porque era la más grande. Como Los Simpsons. Entonces hice una remera con las cuatro anguilas".