En lo que va del año, en Rosario se realizaron 1.978 divorcios, uno cada cuatro horas. El número se inscribe en el promedio de entre 1.500 y 2.000 anuales que se llevaron a cabo en los últimos tiempos, desde que en 2015 se modificó el Código Civil y Comercial, que facilitó el trámite. El proceso cuesta entre $1.200.000 y $1.700.000, según haya acuerdo previo o se resuelva por vía judicial, y la primavera es cuando más suceden las rupturas.
Desde que el divorcio se simplificó, el trámite es sencillo. Puede ser por presentación conjunta o lo puede pedir uno de los dos miembros de la pareja. El único requisito es que con el pedido de divorcio se haga una propuesta reguladora, de cómo dividir los bienes, la cuota alimentaria, la forma de cuidado de los hijos y la asignación de vivienda.
Si es de mutuo acuerdo, todo termina ahí. Pero si la otra parte hace una contrapropuesta, el juez llama a una audiencia y se tienen que buscar coincidencias. Por un lado se homologa lo acordado, y por lo que no se resuelve en esta instancia, se inician acciones autónomas por todos esos elementos.
Costos
Según las estimaciones, hoy un divorcio en Rosario se puede regular entre 14 y 20 JUS, la unidad de cálculo que se utiliza en la Justicia. Cada una tiene un valor de 86.136 pesos. Un divorcio de común acuerdo con un solo abogado, son 14 JUS en total ($1.205.904). Un divorcio de mutuo acuerdo con dos abogados, equivale a 8 JUS por parte ($1.378.176). Un divorcio contencioso, donde no hubo acuerdo, se regula en 10 JUS por parte ($1.722.712).
A todo esto hay que agregarle los $15.000 que cuesta la boleta de iniciación de juicio y $1.200 del estampillado judicial, que paga una sola de las partes. Las personas vulnerables, sin bienes, pueden ir a divorciarse de manera gratuita en las defensorías siempre y cuando puedan demostrar su insolvencia.
Según un informe de la Corte Suprema provincial respecto de las causas que entran en los juzgados de Familia en lo que va de 2024, este año fueron 1.978 los divorcios que se iniciaron en Rosario. El promedio, desde que rige el nuevo Código Civil, es entre 1.500 y 2.000 por año.
Facilidades
Entre las causas de esta cifra, los profesionales señalan que con la ley de divorcio vincular de 1987 las parejas tenían que pasar 3 años casadas como mínimo antes de divorciarse, y la única forma de probar una causal objetiva para la el divorcio era la separación de hecho por dos años. Eso, si bien era un avance respecto al divorcio culposo que regía hasta entonces, provocaba procesos más largos y extenuantes que los actuales.
"Antes de 1987 las separaciones no se inscribían, porque las partes tenían que demostrar la culpabilidad del otro o la interrupción de la convivencia. Por eso los procesos podían durar un año como mínimo o prolongarse de manera indeterminada, y hacían tensa la relación entre las partes y los abogados. Incluso, los honorarios eran muy cuantiosos. Cuando salió la ley 23.515, el divorcio permitió obtener capacidad nupcial de nuevo. Antes no podías volverte a casar", explicó Laura Vicario, especialista en Derecho de Familia y vocal del Colegio de Abogados de Rosario.
En ese sentido, la modificación del Código Civil otorgó mayor celeridad: hoy un divorcio por mutuo acuerdo demora solo 15 días, y si se tiene que pedir audiencia ante un juez, demora un mes y medio. Los especialistas consultados afirman que si bien es un trámite que se hace parejo durante todo el año, en la primavera se separa más gente. Lo que sucede es que muchos esperan a que pasen las fiestas, y se presentan en febrero o marzo para arrancar el año divorciados.
"Los abogados tenemos que acordar lo máximo posible en la audiencia (incluso dialogando antes) y que no se extiendan en el tiempo, porque eso genera problemas para que las familias sigan funcionando. Es menos lesivo para las relaciones subjetivas. Es un proceso donde interviene un juez que intenta acordar los efectos de ese divorcio y la seguridad jurídica. Donde las partes puedan tomar decisiones y que los efectos de la ruptura de la familia no perjudiquen a los hijos", apuntó Vicario.
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Registro Civil
Los números del Registro Civil, donde se inscriben los divorcios una vez que finalizó el trámite legal en la Justicia, son apenas un poco más altos debido a la inercia del retraso del trámite o la litigiosidad que dilata muchos acuerdos: en los últimos tres años el número casi no varió. Rosario inscribió 2.703 en 2022. En 2023 se anotaron 2.269. Y en lo que va del año son 2.287.
Para tener comparación de la magnitud de Rosario respecto de la provincia, en 2022 en todo el territorio de Santa Fe se inscribieron 5.796. En 2023 fueron 5.950. Y en lo que va de 2024 se llevan 5.973. Hubo un leve incremento en las personas que necesitan demostrar que efectivamente se divorciaron y eso tenga que constar en un acta en el Registro Civil.
"Nosotros no hacemos los divorcios, solo los anotamos. Muchas veces la persona se separa, inicia la demanda, al tiempo sale la sentencia de divorcio, y puede pasar tiempo hasta que lo inscriba. Es un trámite hecho a solicitud del ciudadano que quiere que en su acta de matrimonio figure que se divorció de otra persona", explicó Sergio Duarte, titular del Registro Civil a nivel provincial.
La principal razón para inscribirlo tiene que ver con poder contraer nuevamente matrimonio (segundas nupcias) o puede obedecer a una innumerable cantidad de trámites que pueden ser hereditarios, societarios (para demostrar que no hay vínculo con otra persona si hay una cuestión judicial de por medio) o de ciudadanía.
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Atraso
Respecto de la disonancia entre los números, Vicario esgrimió una razón económica: "Para inscribir el divorcio tenés que tener pagos los honorarios y los aportes profesionales. La gente paga como puede y en cuotas. Eso genera atraso".
Sin embargo, dijo que la intención es siempre que se abonen los aportes para la inscripción, porque es lo que permite la homologación del acuerdo: "De esta forma, si no te pagan la cuota alimentaria o no te dejan ver a los chicos, podés ir a denunciarlo. Eso le da seguridad jurídica al divorciado para que se cumpla el acuerdo. Como ahora es más rápido, nadie pierde de vista esa situación", indicó.
La inscripción es un simple escrito que se presenta en cualquier oficina solicitando la rectificación de partida de nacimiento, defunción o matrimonio. Cuesta alrededor de $800 de estampillado y no tarda más de 90 días. Duarte señaló que la demora bajó considerablemente en los últimos meses. "Cuando yo asumí en diciembre, en el registro había demoras de hasta seis meses", puntualizó.
El flujo es constante y puede que en los meses de feria judicial baje un poco. Si bien es un trámite que no necesita patrocinio legal, mucha gente delega en un profesional la presentación del escrito de marginalización. Lo que sí aumentó mucho en los últimos años es la rectificación de partidas viejas (de los tres tipos) debido a los trámites de ciudadanía, sobre todo italiana y española desde que se aprobó una facilidad para que la puedan pedir los descendientes, apuntaron desde el Registro.
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