La Cámara de Hostels de Rosario denunció que las plataformas de alojamiento como Airbnb y Booking generan una competencia desleal que perjudica al sector. En este sentido, apuntó que uno de los principales problemas es que muchos de los que ofrecen sus servicios mediante estas aplicaciones no poseen habilitación ni controles correspondientes.
El conflicto de los taxistas con las aplicaciones de viajes como Uber y de empresas de delivery se replica en el ámbito del hospedaje. Por eso, en un encuentro de la comisión de Producción y Promoción del Empleo del Concejo Municipal realizada este martes, se planteó la necesidad de poner sobre la mesa esta problemática.
"Lo que queremos es rehabilitar un pedido del 2019, antes de la pandemia. Proponemos que se les cobre a estas plataformas y así crear un fondo de inversión turística de Rosario. Es un debate que se puede volver a dar, pero tiene que ser constructivo", sostuvo el presidente de la Cámara de Hostels de Argentina, Omar Ortigüela, en diálogo con La Capital.
"Es un desafío para cualquier ciudad del mundo. Las reglas del juego tienen que ser justas para todos. Queremos trabajar, compartimos público, tenemos ofertas distintas. Defendemos la ciudad y el turismo", expresó.
En este sentido, Ortigüela apuntó la necesidad de realizar un relevamiento de cuáles son los lugares que ofrecen alojamiento para generar una estadística precisa de la situación local.
Asimismo, remarcó que debe generarse un control sobre los espacios que no poseen habilitación. "Es una cuestión básica de seguridad para el turista. No podés alquilar un departamento y que no tenga matafuegos", resaltó.
>>Leer más: En Rosario hay una docena de hoteles que colgaron cartel de venta
Hostels, un lugar de encuentro
Los hostels representan espacios muy particulares. En general, sus tarifas resultan más económicas en comparación a los hoteles y muchos jóvenes eligen hospedarse en este tipo de lugares por eso.
Pero además, los hostels ofrecen un espacio de sociabilidad muy importante. Salas y cocinas compartidas generan el encuentro entre viajeros de distintas partes del país y del mundo. Incluso suelen organizar actividades culturales tanto dentro como fuera del establecimiento que generan una gran comunidad.
En su época de esplendor, Rosario llegó a tener cuarenta hostels que equivalían a dos mil camas. "No era sólo un espacio de alojamiento con tarifas más accesibles. Representaba también una movida cultural muy asociada la vida nocturna. Las cosas cambiaron mucho", apuntó Ortigüela.
En la actualidad, en la Cámara de Hostels de Rosario solamente se encuentran registrados trece establecimientos. Si bien es posible que haya algunos más por fuera de la entidad, el número de estos alojamientos bajó considerablemente. "En este contexto uno tiene que remar mucho. De pronto las tarifas son más caras, los alquileres aumentaron. En mi caso particular tuve un verano muy malo. Pero habrá que reorganizarse, planear más", concluyó.