"Tengo la medicación y mañana (por el martes) voy a comenzar con el tratamiento. Estoy agradecido y contento, pero la verdad es que se podría hacer evitado todo este estrés, y la angustia". Lucas Regazzio tiene 47 años, es afiliado a Iapos y desde hace tres meses reclamaba por una medicación de nueva generación para tratar la leucemia que padece. Cansado de la negativa de la obra social decidió contar su historia a La Capital. Apenas tres días después de que se publicó la nota recibió por escrito una respuesta favorable a su demanda. Este martes, finalmente, comenzará la terapia que puede cambiar el curso de la enfermedad, y darle una nueva chance.
El lunes 27 de enero, este diario habló con Lucas y contó el derrotero que venía padeciendo el paciente después de que Iapos, la obra social provincial, le negara la medicación que su médico tratante había indicado para mejorar su situación. Lucas es psicólogo y trabaja para el Ministerio de Educación de Santa Fe. Desde hace tiempo tiene síntomas visibles, y comprobados por estudios, a causa de una leucemia linfocítica crónica.
Cansancio generalizado, calambres, edemas, bajas defensas, ganfglios en axilas e ingle (este último de gran tamaño) son algunas de las manifestaciones de la enfermedad que le fue diagnosticada el año pasado. Pero además, él viene de soportar los embates de otros dos problemas serios: un linfoma no Hodgkin (un tipo de cáncer que le detectaron en 2018) y luego una meningitis bacteriana que lo llevó a terapia intensiva.
En septiembre de 2024 después de una serie de estudios, el hematólogo que atiende a Lucas le indicó una medicación de última generación denominada Ibrutinib para intentar paliar el impacto de la leucemia. Iapos se negó aun cuando el paciente recurrió, primero a una carta documento y luego, con el apoyo de una abogada, a un recurso de amparo. "Es injusto que teniendo una enfermedad uno tenga que lidiar con la obra social (en este caso aporta desde hace 25 años), hacer un montón de trámites, consultar abogados, chequear los expedientes y sin lograr que te atienda un ser humano porque todo es por whastapp y responden máquinas", dijo a este diario el paciente la semana pasada, muy conmovido.
El largo camino hacia el día más esperado
"El mismo 27 de enero cuando sale la nota periodística on line en La Capital empecé a recibir llamados de muchísima gente. A la noche la viralización era muy importante, en todas las redes. Muchos amigos y amigas la compartían. Me escribieron políticos, gente del ministerio de Educación donde trabajo (coordina equipos socioeducativos) y hasta un vecino de un pueblo cercano (él es de Landeta) me dijo que tenía disponible esa misma medicación, que él usaba, y que me la daría para que comience. Fue impresionante".
Emocionado, el paciente de Iapos dijo que "los apoyos fueron muchísimos y se armó una red para que esto fuera posible, pero sin la nota del diario, que tuvo una repercusión re grande, no hubiese sucedido", contó.
"Me llama mi médico y me dice que se habían comunicado de la obra social para darle la noticia de que estaba la autorización. Y el jueves pasado ya me lo informan por mail, de manera oficial", detalló. Este lunes, una semana después de la nota del diario, el fármaco llegó a manos del paciente.
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"Hace tres meses que tenía que comenzar, entonces me pregunto: ¿era necesaria esta espera, el estrés, la angustia? Pero la verdad es que me quedo con la cantidad de gente que me dio su apoyo, el cariño, la alegría de mis padres, y desde ya, la oportunidad de sentirme bien, de salvarme, después de tantas cosas que me tocó atravesar", mencionó.
"Mañana (por el martes) tengo turno con mi doctor, me hace un chequeo general y estimo que comienzo con el tratamiento. No tengo palabras para describir lo que siento", dijo Lucas.
Qué es el ibrutinib
El ibrutinib pertenece a una clase de medicamentos conocidos como inhibidores de la cinasa. Su acción consiste en bloquear la acción de la proteína anormal que envía señales a las células de cáncer para que se multipliquen. Esto ayuda a detener la propagación de las células del cáncer.
Está indicado para el tratamiento de distintas enfermedades, entre ellas la leucemia linfocítica crónica, la enfermedad que le diagnosticaron a Lucas.