En Francia y Güemes un cartel del concejal socialista Federico Lifschitz volvió a poner el foco en el debate sobre la actividad informal de los cuidacoches en Rosario. El mensaje resultó contundente y provocador: “Todos sabemos que los trapitos te cuidan el auto de ellos mismos. No al sindicato de trapitos en Rosario. Basta de boludeces".
Según el edil, el cartel se encuentra allí para establecer un vínculo con aquellos que estén interesados en estos temas. "El cartel es un canal de comunicación directa para visibilizar los temas de la ciudad. Quiero ponerlo a disposición de todos los rosarinos que lo crean importante"
En el marco de la polémica por las extorsiones a los que son sometidos los vecinos de las ciudades santafesinas de parte de los trapitos y, bajo la sombra de la creación de un sindicato de cuidacoches en Rosario, varias ciudades de la provincia resolvieron prohibir la actividad. Si bien Lifschitz presentó un proyecto en esta dirección, todavía no ha sido tratado en el Concejo y sigue siendo un debate abierto.
"Ingresé en el Concejo un proyecto para terminar con la practica informal de manera progresiva. La idea es tomar, en primera instancia, los lugares donde rigen los estacionamientos medidos, los eventos culturales masivos y en donde se encuentran algunas instituciones públicas", sostuvo el edil en diálogo con La Capital. Y agregó: "El proyecto es claro: hay que terminar con los cuidacoches en Rosario".
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San Lorenzo dispuso la prohibición de la actividad de los cuidacoches en la ciudad.
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Asimismo, sostuvo que el objetivo de su proyecto es poder discernir con aquellos que han cometido delitos y quienes no. "A estos últimos la idea es darle una alternativa más formal, que el Estado pueda poner a disposición los distintos programas que posee y que se evalúe en cada caso de qué manera los puede insertar en el mercado formal de trabajo", explicó.
Hace un mes, el Concejo de la ciudad de Santa Fe determinó la prohibición de los cuidacoches. Poco tiempo después, en San Lorenzo se decidió lo mismo. Si bien el debate está en agenda y es un foco de polémica constante, en Rosario no se llegó a tratar.
"Hay que preguntarles al resto de los concejales por qué esto no se trató todavía", apuntó Lifschitz. En este sentido, aseguró que hay tres tipos de miradas sobre el tema: "Estamos quienes tenemos la decisión de avanzar para encontrar una solución a este tipo de problema. Después están quienes creen que hay que sindicalizar a las mafias como Monteverde y algunos kirchneristas. Y finalmente quienes no quieren hacer nada al respecto".
"Nuestra iniciativa contempla la mirada social de quienes trabajan para ganarse el mango y lo hacen de forma honesta. Pero también contempla la mirada de aquellos que se ven afectados por la intimidaciones", sostuvo Lifschitz.
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Pullaro y Lifschitz recorrieron juntos República de la Sexta.
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Además, y en un claro mensaje a quienes no quieren tratar el problema, el concejal remarcó: "No hay que romantizar esta practica informal. Hay gente que la lleva adelante porque no tiene otra alternativa pero hay que combatir a los que quieren lucrar con el espacio público"
A un mes de la prohibición de los cuidacoches en Santa Fe
El pasado 6 de mayo el Concejo aprobó la ordenanza que prohíbe la actividad de los cuidacoches en las calles de la ciudad santafesina. A un mes de dicha sanción el municipio registró 256 denuncias. Aseguraron, sin embargo, que en el 95% de los casos denunciados, los trapitos desistieron de su accionar.
En el caso de aprobarse una ordenanza similar en Rosario, el concejal por el socialismo aseguró que va a haber una "política de control efectiva". En este sentido, remarcó: "Vamos a coordinar con la policía de Santa Fe. No hay otra manera".
Por otro lado, señaló que "hay un vacío jurídico" que se encuentran tratando con legisladores provinciales. "Estamos viendo cómo tipificar esto para que la justicia tenga mayores herramientas en el caso de aprobarse", afirmó Lifschitz.
Las denuncias en Rosario
La central de denuncias 911 de la policía recibió en casi cinco meses un total de 1.510 llamadas por quejas que involucran o nombran a cuidacoches y limpiavidrios. Esto equivale a entre 10 y 11 llamadas diarias que realizaron los rosarinos y que involucra a estos trabajadores informales.
La estadística del 911 fue suministrada por la policía al concejal Lifschitz. Los números fueron tomados desde el 1º de octubre del año pasado al 22 de febrero de este año, y dan cuenta de los llamados de emergencia que hacen los vecinos que se han sentido amenazados o agredidos por el accionar de los trapitos. O al menos, que los nombran como protagonistas de un hecho irregular.
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En modo casting, los dirigentes políticos buscan llamar la atención de una sociedad enfocada en sus problemas cotidianos.
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El informe recoge las llamadas en que se nombra a estos trabajadores informales día por día durante los casi cinco meses medidos, qué tipo de contravención, delito, falta o conducta impropia se denunció y las comisarías involucradas en los hechos. Amenazas, extorsión, agresión física y verbal aparecen entre las más importantes, seguidas de otras como robo, robo calificado, violencia de género y hasta disparos. En total, 1.510 en 145 días.
En cuanto a las seccionales con jurisdicción en los lugares, las encabezan las que tienen influencia en el centro de la ciudad, aunque también deben intervenir las que están cercanas a (o les incumben) los estadios más grandes de fútbol, la zona de la Terminal de Ómnibus y Pichincha, barrio Hospitales y Centro de Justicia Penal, Tribunales, Rambla Catalunya, Puerto Norte, costa central, parques Nacional a la Bandera, España, Independencia, de las Colectividades, Sunchales y Urquiza, algunos centros comerciales a cielo abierto y otras zonas donde se concentra gente para distintos eventos.