Aunque el Concejo Municipal está en temporada baja, el inicio del verano reabrió la discusión sobre los problemas de tránsito que generan las islas callejeras de los bares. "Siento que estamos desprotegidos", manifestó Fernanda Gigliani este jueves en cuanto al funcionamiento de estos sectores al aire libre.
La concejala compartió el video de una joven atropellada por un motociclista mientras cenaba con amigos al borde de la vereda. Aunque ocurrió en Brasil, la funcionaria se permitió poner la grabación como ejemplo del riesgo que existe en la ciudad y concluyó: "Rosario se viene salvando".
"En Pichincha ya tuvimos dos experiencias que no salieron en medios de comunicación porque no hubo daños a las personas", señaló la edila luego de la comparación. Así advirtió que muchos espacios de gastronomía ofrecen poca distancia entre vehículos y comensales. Por otra parte remarcó que los autos pasan a alta velocidad frente a los locales de avenidas y se quejó del "notorio nivel de precariedad en las materialidades" de las islas callejeras.
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La representante de Iniciativa Popular opinó que el proceso de regulación de estos espacios se dio "anárquicamente" desde 2017 en la ciudad. "Cada uno pone la estructura que quiere y hace lo que quiere", sintetizó en un reportaje con LT8.
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Gigliani sostiene que "la ciudad es un caos" en lo que respecta al control del uso de espacios públicos. Luego planteó la necesidad de "tomar decisiones incómodas políticamente" para compatibilizar intereses en las zonas de conflicto.
Tránsito problemático y ruido detrás de las islas callejeras
Una de las quejas más frecuentes sobre las islas callejeras se refiere a las dificultades para manejar. La concejala recordó un caso en el que una ambulancia no pudo pasar luego del llamado de vecinos de un local gastronómico.
En segundo lugar, la edila cuestionó la actividad de comercios con música funcional o bandas en vivo frente a sanatorios de Rosario. "Si queremos copiar a otras ciudades, hagámoslo bien", reclamó.
De ratas y aranceles
Además de estos inconvenientes, Gigliani denunció que algunos vecinos sufren la "proliferación de roedores" en la zona de Rivadavia y Oroño. En este sentido argumentó que muchos bares utilizan "decks que nadie limpia" y debajo se acumulan restos de comida como un imán para las ratas.
Por último, la funcionaria insistió en un pedido de informes sobre los aranceles que pagan los gastronómicos por la instalación de islas callejeras. "Hasta el día de hoy no sabemos cuánto se cobra ni cuánta plata fue al Fondo Compensador del Transporte", subrayó.