La basura en el río Paraná es un problema visible en ambas orillas. A las campañas de recolección de residuos que se realizan de este lado, se suman iniciativas que buscan limpiar las costas de las islas. De esta manera, nació una iniciativa que ya convocó el mes pasado a más de 30 kayakistas, quienes recolectaron cientos de kilos de residuos. Ahora buscan replicarla mensualmente y, de paso, retomar un viejo hábito para contribuir a la limpieza del río.
La jornada era habitual hasta hace algún tiempo. Diversas guarderías de Rosario organizaban encuentros en los que los kayakistas remaban y, además, traían toda la basura que podían para disponerla de este lado.
La idea surgió de Olivia Reda, una kayakista que tiene su vida ligada al río, pero que tuvo una pausa por una cirugía de columna a sus 20 años. Tras superar ese obstáculo, pudo retomar la actividad y, a la par, quiere que se recuperen los encuentros para limpiar las islas. Una de las primeras salidas fue el mes pasado y buscará replicarla una vez por mes.
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Los voluntarios trajeron más de 30 bolsas en la primera jornada.
Foto: gentileza Olivia Reda
La zona elegida para limpiar fue frente al parque España porque, contó Reda, “hay mucha basura y la gente no suele ir”. Después de la recolección, tocó la tarea de cargar todo en la cubierta de los kayaks y traerlo a la ciudad.
Por las posibilidades que brindan los kayaks y las condiciones, lo ideal es usar bolsas vacías de comida para perros (las de 15 kilos, donadas por una veterinaria) y bolsas de arpillera (que aportó una verdulería). A eso, sumaron guantes que les facilitó una ferretería para manipular mejor los residuos. En total, trajeron 30 bolsas.
“Queremos visibilizar la acción pero, sobre todo, contagiar el hábito de quienes van al río de forma frecuente”, comentó Reda.
Plásticos y metales
La mayor cantidad de residuos son plásticos y metales que dejan personas que van hacia las islas y no los traen de regreso.
Esto es algo que se replica de este lado del río. En octubre, la campaña Más Río Menos Basura recolectó, gracias al trabajo de alrededor de 100 voluntarios, unos once contenedores de basura que encontraron entre Costa Alta y la Rambla Catalunya. La mayoría de los residuos fueron sorbetes y botellas de plástico, además de colillas de cigarrillos.
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El telgopor es uno de los materiales más contaminantes.
Foto: gentileza Olivia Reda
“Lo que vemos, generalmente en verano por el turismo y la gran cantidad de gente que cruza, son botellas plásticas y de vidrio, tapitas, chapitas, bolsas y colillas de cigarrillos”, detalló Reda, para sumar que los residuos “muchas veces no se ven porque la costa está compuesta por arena y limo, que tapa los residuos. Muchas cosas se encuentran con la bajante y en verano se potencia”.
El plástico es un problema global y esta región no está exenta. Según datos de la ONU, el 19% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero provienen del uso y producción de los plásticos y apenas se recicla un tercio de las 430 millones de toneladas que se producen anualmente.
Limpieza en las islas
De todos modos, Reda también señaló que mucha basura es arrastrada por el río y que hay algunos residuos llamativos (encontraron un televisor y juguetes) que suelen quedar desperdigados tras las crecidas y que, en realidad, eran pertenencias de los isleños.
La limpieza de los kayakistas no fue sólo en la orilla sino que también se internaron en las lagunas dentro de las islas. El río, tras la crecida, “se lleva la basura para adentro” y es necesario también sanear los cursos internos.
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La orilla, en plena sesión de limpieza.
Foto: gentileza Olivia Reda
A pesar de no ser jurisdicción santafesina, el gobierno provincial lleva adelante distintas tareas de concientización (además de diversos acuerdos que firmó con Entre Ríos para actuar conjuntamente) para disminuir el impacto que los residuos tienen en las islas.
kayak isla basura
Parte de la basura que se recolectó en la última jornada.
Foto: gentileza Olivia Reda
Sólo por mencionar un factor de importancia, el Ministerio de Ambiente provincial hace hincapié en no arrojar metales o vidrios ya que, por el sol, se puede dar el “efecto lupa”, un potencial precursor de un incendio.
Contaminación por arrastre
“Nos encontramos con residuos nuevos y otros que son viejísimos. Te das cuenta por las etiquetas o con las latas, porque algunas están desteñidas por el sol”, contó Olivia.
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En la jornada de Más Río Menos Basura pasó algo similar y es algo recurrente el hecho de encontrar desechos que, incluso, son de otros países. Este año, la nota la dio un envoltorio plástico de arroz de una marca paraguaya.
El punto de preocupación más grande se lo lleva el telgopor. Olivia explicó que “es muy problemático porque se desgrana y contamina muchísimo”.