La 19° Exposición Internacional de la Bienal de Venecia se inaugura el 10 de mayo y Rosario se ganó un lugar especial con un "Siestario". La obra de fue elegida para el pabellón de arquitectura argentino con la apuesta a romper la lógica exacta de esos eventos.
Marco Zampieron se anotó en el concurso de la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería con la idea de hacer algo "más que expositivo" en la ciudad italiana. La propuesta presentada junto a Juan Manuel Pachué se armó en apenas 20 días, pero se conecta con muchos otros proyectos propios y ajenos para hacer una curaduría con perspectiva histórica y nacional.
Los arquitectos sub 40 eligieron un silobolsa rosa para ocupar un espacio de 40 metros de largo durante cuatro meses. "Es el lugar para una siesta colectiva. Mientras estás descansando, aparece lo onírico con proyectores colgados", le anticipó uno de los ganadores a La Capital.
Zampieron ya venía trabajando con este material dentro del colectivo Fuga y se interesó en la variedad de usos en el campo. Además del almacenamiento de granos, observó que el plástico puede estar en el techo de una vivienda o convertirse en una pileta. En esta ocasión, la propuesta presentada junto a Pachué es un "soporte para el sueño, un colchón blando, inmóvil, donde los cuerpos se hunden".
El "Siestario" diseñado en Rosario también cumplirá una función museográfica en la bienal de arquitectura. Sus creadores armaron un catálogo de unas 200 piezas muy variadas. La lista va más allá de las obras construidas, recupera proyectos que nunca salieron del papel y suma cuadros de artistas como Antonio Berni y Florencio Molina Campos.
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Los ganadores del concurso de la Cancillería diseñaron un espacio de ensoñación que se enlaza con la última hora del día en el campo. "Los proyectores se encienden y se apagan con un ritmo particular en un lugar más bien de penumbras. Cada tanto aparece una imagen en el techo o el piso", detalló uno de ellos.
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Los rosarinos pensaron en el "Siestario" como un lugar que rompe con el ritmo habitual de las exposiciones.
Marco Zampieron y Juan Manuel Pachué.
El arquitecto oriundo de Soldini piensa en esa siesta colectiva como un momento para "recuperar cosas olvidadas o desconocidas". A modo de ejemplo, menciona el proyecto de Rafael Iglesia en el concurso del pasaje Juramento: "No ganó nada, pero nos parece interesante mostrar eso".
El silobolsa es la pieza clave para la exhibición en el pabellón argentino hasta el 23 de noviembre. Al margen de las cuestiones técnicas sobre la instalación, Zampieron entiende que la siesta funcionó como idea principal porque está "asociada a lo federal, el territorio y la geografía" del país.
El "Siestario" de Marco Zampieron y Juan Manuel Pachué
Los ganadores del concurso para la Bienal de Venecia son los cofundadores de Cooperativa, un estudio horizontal en el que impulsaron otros proyectos premiados. Previamente compartieron buena parte de la carrera de en la Facultad de Arquitectura, Planeamiento y Diseño (Fapyd) de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
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Los autores del proyecto armaron el diseño en menos de un mes.
Render: Brian Ejsmont.
En julio pasado, los diseñadores del "Siestario" participaron en la 8° Microferia de Arte dentro del Museo Diario La Capital. En esa oportunidad hicieron una propuesta similar con una instalación performática basada en videos de Alejandro Martin.
Antes de empezar a cursar en la Siberia, Zampieron estudió diseño gráfico. Actualmente participa en cinco o seis concursos por año, pero ahora le toca afrontar un desafío de máximo nivel en Italia: "Nos toca ser los curadores de la arquitectura argentina".