La ciudad va camino a dar un salto en calidad ambiental. Tras dos decretos de prórroga en el actual servicio de disposición final de residuos. La semana pasada, la Intendencia envió los nuevos pliegos al Concejo Municipal para la aprobación de un nuevo llamado a licitación que buscará contribuir a las energías renovables. Lo más novedoso es que se incluirá la captación de gases que generan las toneladas de basura domiciliaria que se entierran a diario desde hace décadas en el relleno sanitario de Ricardone. Con esta definición, la Intendencia se propone aplicar un contrato que será válido a partir de abril próximo por los próximos 6 años con opción a otros 24 meses de extensión. Así, Rosario pasará a la vanguardia al contar con un sistema que pueda envasar el biogás y utilizarlo como combustible energético.
Hubo que esperar algunas idas y vueltas, pero el nuevo pliego ya asoma en la gestión pública. En agosto de 2022 se envió el pliego, que no fue tratado por el Concejo. Ahora, un nuevo texto con nuevas condiciones abrirá nuevamente la agenda parlamentaria.
El Palacio Vasallo había autorizado dos prórrogas a la actual administración en el enterrado de la basura domiciliaria con el fin de garantizar la prestación del servicio. La primera de ellas fue por un año y expiraba en marzo pasado, a lo que sobrevino una segunda con validez hasta el 31 de marzo del año que viene para que Resicom Ingeniería Ambiental siga a cargo de esta tarea en Ricardone.
A seis años
El servicio de tratamiento de residuos domiciliarios y compatibles tendrá 6 años de vigencia con dos años más de prórroga. Y la novedad más destacada es que Rosario incursione por primera vez en un proceso de captación de biogás. En 2006 hubo un intento de hacerlo pero quedó trunco. Ahora este proceso recupera de la descomposición de los residuos, esta energía que en la actualidad no es aprovechada y que son más contaminantes que otros.
Pero se produciría un doble beneficio: la captación y transformación de esos gases para su liberación, y en segundo término, la posibilidad de envasarlos y utilizarlos como combustible energético. Ambas circunstancias novedosas y pioneras en el país.
Este proceso recupera de la descomposición de los residuos, convirtiendo gas metano en dióxido de carbono, reduciendo significativamente el impacto en el calentamiento global y en una segunda instancia permitirá obtener esta energía de forma envasada para ser reutilizada.
La fecha de inicio del nuevo contrato prevista es para el 1º de abril de 2025. El pliego contempla varias prestaciones: el transporte de los residuos urbanos; la disposición final en relleno sanitario; el tratamiento de líquidos lixiviados; el avance en la captación de biogás a partir de la gestión de la disposición final de los residuos, la ampliación y mejora de la estación de transferencia y la incorporación de nuevo equipamiento para el Centro Ambiental de Tratamiento (CAT) para mejorar la capacidad operativa en la recuperación de los residuos, entre otras acciones.
Agenda 2030
El nuevo pliego, que fue perfeccionado a lo largo de los últimos meses contempla el cumplimiento de las metas del Plan de Acción Climática 2030 (PLAC) y contribuye a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero que se generan en la ciudad, que en materia de residuos representan el 26%. Para reducir dichas emisiones, el contrato incluye el Tratamiento de Biogás del relleno sanitario.
El Plac 2030 es fruto del trabajo conjunto entre equipos técnicos del municipio, y diferentes actores sociales e instituciones nacionales e internacionales. Sus objetivos son el uso de energías limpias e impulsar la eficiencia energética contra los efectos del cambio climático. El documento propone una serie de proyectos vinculados a los ejes nombrados, que tienen una meta de reducción para el 2030 del 22% de las emisiones de gases de efecto invernadero, compuesto por un 10% en materia de residuos, un 7% en lo relacionado a la movilidad y un 5% en energía.
Mitigación de efecto
Por lo tanto, el tratamiento de los residuos antes de su enterramiento permitirá captar metano para convertirlo en dióxido de carbono y generar en una segunda instancia energía eléctrica. Cabe recordar que el dióxido de carbono tiene un efecto de calentamiento global 21 veces menor que el metano proveniente de la descomposición de la materia orgánica. Promover en un pliego estas condiciones no solo garantiza la calidad en el tratamiento de los residuos, sino que genera la infraestructura necesaria para acceder a financiamientos verde a través de fondos y programas internacionales.
Según indicó el propio municipio el relleno sanitario, es una obra de ingeniería para la correcta disposición final de residuos sólidos de manera controlada, minimizando y mitigando los impactos negativos que los residuos producen. Es el método de disposición final más económico, ambientalmente aceptado y utilizado a nivel mundial. Sus beneficios incluyen la prevención de la contaminación del suelo y agua, control de olores y vectores, eficiencia en el uso del espacio, generación de energía a través de biogás, reducción del impacto visual y control de incendios.