La Sociedad Rural de Rosario (SSR) pidió "un reacomodamiento lógico” en el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (Inta) y evitar decisiones arbitrarias, tras los fuertes rumores de reducción de personal y venta de terrenos experimentales. En Santa Fe hay más de 20 dependencias del instituto distribuidas en toda la provincia, entre unidades de extensión y estaciones experimentales y un centro regional.
El Ministerio de Economía de la Nación viene presionando desde principios de año para despedir a unas 1.500 personas del Inta, sobre una plantilla de 6.424 profesionales, técnicos y administrativos. Esta exigencia motivó la renuncia de Juan Cruz Molina Hafford a la presidencia del instituto. Su reemplazante, Nicolás Bronzovich, propone un fuerte recorte.
La Sociedad Rural de Rosario pidió un Inta con “eficiencia, productividad y excelencia" yreconoció que es "lógica" la decisión del gobierno nacional de querer hacer ajustes, pero planteó diferencias en pos de lograr un mismo objetivo: “Corre riesgo gente joven capacitados en el país y en el extranjero”, marcó Adrián Barrau, integrante de la SRR, en diálogo con LT8. Resaltó a las nuevas generaciones que apostaron por trabajar en la “mayor institución de investigación aplicada” del país.
"El Consejo del Inta está dispuesto a rever su personal en el campo, también en las oficinas. Los recortes podrían hacerse, pero no de forma arbitraria porque corremos el riesgo que algunas líneas de trabajo se corten”, sostuvo el representante rural de Rosario.
El otro punto preocupante para la Sociedad Rural son las tierras del Inta, en muchos casos donadas para un uso especifico. “Circuló la noticia que se iban a vender estos campos experimentales y tratamos de explicarles su importancia”, agregó Barrau. Santa Fe tiene tres de estos puntos en Reconquista, Rafaela y Oliveros.
Estos campos experimentales son utilizados para aplicar nuevas tecnologías en estudio, para luego ofrecerla a los 250.00 productores vinculados con el Inta. Desde el gobierno desconocían su uso, contó Barrau, y desde allí partió el rumor del desprendimiento de éstas por parte del Estado. Sin embargo, luego de una reunión con entidades rurales, desde la cartera dirigida por Luis Caputo y la dependencia de Bronzovich aclararon que se trataba de un antiguo documento sin validez.
El Inta se posiciona como “la mano amiga de la producción agropecuaria” y por eso debe “hacer un reacomodamiento de forma lógica”, pidió Barrau y remarcó la importancia del instituto con un reciente ejemplo: “Durante años estudió la Chicharrita y sus efectos contra el trigo. Eso permitió combatirla para esta campaña, sino no hubiéramos tenido alimentos para nuestras vacas, pollos y cerdos”, finalizó.