Como uno más de los cientos de damnificados, Andrés Skarbun chocó con una dura noticia: había sido estafado por el financista Luis Herrera. Fue uno de los cientos de personas que cayó ante los artilugios del exdirector de la agencia de bolsa Fernández Soljan. La reciente entrega de Herrera y sus hijos no tranquilizó al grupo de estafados, que este martes se manifestaron en Rioja 1474, donde años atrás llevaron los ahorros de toda su vida con la esperanza de resguardarlo de la pérdida de poder adquisitivo.
“Tengo los fondos embargados en Estados Unidos”, repetía el financista sin titubear. Del otro lado Skarbun, un padre, una madre, una pareja o un grupo de inversores. Desde clientes de clase media hasta integrantes del círculo rojo rosarino. Fueron más de 300 personas perjudicados por los movimientos de Luis Herrera. “Mi caso refleja el de todos”, contó Andrés, integrante del grupo de damnificados, a La Capital.
El hombre de 54 años invirtió en el negocio de Herrera en 2019 con una promesa de un interés bimensual del 2%. Llegó recomendado por un amigo, a priori, nada que temer. Al principio todo marchaba sobre rieles, las oficinas aparentaban un espacio serio y dedicado a las inversiones. “No había nada que me diga es una estafa piramidal o algo extraño. Además, estaba respaldado por la reputación de este hombre”, recordó Skarbun. Por eso no tuvo la menor duda en depositar todo su dinero, aunque aclaró: “Lo mío al lado del resto era poco. Para mí era un montón, pero acá hay gente que perdió todo”.
Los retornos se cumplían y Andrés se animó a convocar a otros amigos, pero con el correr de los meses la puesta en escena de Herrera comenzó a desmoronarse, así como también la esperanza de los inversores de ver su dinero. “Cuando te lo dicen mostrás una cierta resistencia a aceptar que fuiste estafado. Lo vemos con los casos de San Pedro o Casilda”, reconoció Skarbun.
Las oficinas de Rioja 1474 fueron el punto de encuentro de los cientos de embaucados y a partir de allí comenzó la organización en 2022. Como paradoja de la situación, el grupo de WhatsApp que conformaron, con más de 300 integrantes, se llamó “Esperanzados” de ver sus ahorros regresar a sus arcas. “Ya no hay ninguna esperanza, somos estafados y cada vez se suma más gente”, lamentó el damnificado y remarcó la existencia de otro grupo, por lo que el número de afectados crece.
Movilización
El grupo de damnificados comenzó este martes un plan de visibilización del caso. Así convocaron a una manifestación en las oficinas de Rofex para exponer la denuncia por el robo de unos 35 millones de dólares.
En las vías judiciales, recientemente se dispuso la remoción de los síndicos de la quiebra del financista Luis Herrera, que admitieron tener relaciones laborales con el cuerpo de abogados de la defensa. “La entrega a la policía de Luis Herrera e hijos puede ser una maniobra, parte de toda una estrategia”, deslizó Skarbun.
Cara de piedra
Con incredulidad, el damnificado por Herrera reconoció nunca perder contacto con el financista hasta la disposición cautelar para que las partes no tengan diálogo. “Siempre repetía la misma historia, el mismo verso. Decía que tenía los fondos embargados en Estados Unidos, que cuando se los liberen iba a ofrecer un esquema de devolución, pero nunca lo pudo demostrar”, dijo entre bronca y dolor Andrés.
El hombre estafado hace dos años atraviesa una grave enfermedad y no puede desligarlo a los malos tragos derivados de esta angustiante situación. “Este caso se llevó la salud de mucha gente. No soy el único. Hubo casos más trágicos”, reveló.
Luis Herrera y sus hijos se entregaron a la PDI
El financista rosarino Luis Herrera y sus dos hijos se entregaron anoche en la sede de la Policía de Investigaciones y pocas horas después fueron trasladados al Complejo Penitenciario de 27 de Febrero al 7800, donde aguardarán el momento de otra audiencia imputativa por los delitos de asociación ilícitas, estafas, administración fraudulenta y lavado de dinero en el marco de un fraude que se estima asciende a unos 30 millones de dólares.
Se trata de una causa judicial que lleva adelante la Unidad Económica de la Agencia de Criminalidad Organizada y Delitos Complejos, a cargo del fiscal Miguel Moreno. Fuentes ligadas al caso indicaron que Herrera y sus hijos se presentaron ante la Policía de Investigaciones ante la inminente realización de un allanamiento en su vivienda de zona norte.
Herrera y sus hijos ya habían sido detenidos en octubre de 2022 y fueron imputados por Moreno por los delitos de asociación ilícita, estafas, administración fraudulenta y lavado de dinero en el marco de un fraude que se estima asciende a unos 30 millones de dólares que afectó a cientos de personas.