Luego de las declaraciones de la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, en las que emplazó a los taxistas a que "trabajen para mejorar sus servicio", el referente de la Asociación de Titulares de Taxis Independiente (Atti), Mario Cesca, le envió una nota en la que solicita que el propio cuerpo deliberativo autorice a los taxis a usar aplicaciones no habilitadas como Uber y Didi para trasladar pasajeros. "Nos vemos en la necesidad de solicitar, se nos permita el uso de cualquier sistema de comunicación, sean éstos habilitados o no, que permita vincular a un pasajero con los taxis y de esa manera generar condiciones igualitarias con quienes se están quedando con los viajes, sin ninguna regulación ni control de parte del Estado", fundamentó en pedido que ingresó el jueves al Palacio Vasallo.
Los dirigentes vienen denunciando la falta o escasez de controles de las autoridades municipales en la vía pública para remitir al corralón a los vehículos no habilitados que ejercen el traslado de pasajeros a través de aplicaciones no inscriptas ante el Ejecutivo.
"Ante la crisis terminal que atraviesa el sector, producto de la grave situación económica, sumada a la magnitud en la que ha escalado la actividad desarrollada por las aplicaciones no habilitadas como Uber y DiDi, con escaso o nulo control del poder concedente, nos vemos en la necesidad de solicitar se nos permita el uso de cualquier sistema de comunicación sean éstos habilitados o no, que permita vincular a un pasajero con los taxis y de esa manera generar condiciones igualitarias con quienes se están quedando con los viajes, sin ninguna regulación ni control de parte del Estado", peticionó el responsable de Atti para agregar que se presenta una paradoja: "Se otorga desde el poder concedente una licencia para realizar viajes, pero ellos están privatizados y a merced del mercado".
Se trata de un nuevo round entre las fricciones que se vienen registrando ante el aumento de la competencia desleal que ejercen estas apps, una guerra de tarifas que pone a los taxis en inferioridad de condiciones y un reclamo de inversión que los funcionarios le exigen a los taxistas como herramienta para jerarquizar el servicio regulado.
En el pedido a Schmuck se grafica una situación de "destrucción de la actividad" con consecuencias que se relatan, como la caída estrepitosa de viajes y de pasajeros transportados, las regulaciones "onerosas" (sistemas de seguridad, monitoreo, aportes y contribuciones laborales, tasas, impuestos y patentes) que son "imposibles de pagar" y las cauciones y caducidad de las licencias de taxis.
"Esta actividad ha dejado de ser un servicio público, convirtiéndose en un negocio privado y regulado por el mercado y por privados. En ese contexto, se hace necesario flexibilizar las cuestiones operativas, impositivas y laborales y bajar todos los costos para poder competir en igualdad de condiciones", consideró Cesca para solicitarles a los concejales una nueva ordenanza.
La misma está compuesta de dos artículos. El primero pide el aval para que todos los taxis habilitados usen cualquier sistema que vincule a un pasajero con los vehículos de pasajeros. Sean estas aplicaciones habilitadas o no. Y finalmente, "anular o modificar todos artículos, decretos y reglamentaciones de la ordenanza de taxis, que genere costos, operativos, impositivos y laborales".
Reclamo de Schmuck
Tras las reiteradas convocatorias de taxistas a controlar con chalecos refractarios, como los de los inspectores, el trabajo irregular que desempeñan las aplicaciones no habilitadas en Rosario, la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, les salió al cruce al sector tras recibirlos en el parlamento local el miércoles pasado.
"Tienen que trabajar más en fortalecer el servicio regulado, que sea de mayor calidad, que lleguen a tiempo al pasajero, y que usen todas las herramientas que les hemos dado por ordenanza, como el descuento del 20 por ciento por viaje, las promociones con los bancos. Si el error siempre está en el otro, será muy difícil que mejoren", sentenció para agregar: "Si creen que siempre el error está en el otro, será muy difícil mejorar el servicio público. Los taxistas deben saber que para competir con estas apps deben tener una calidad igual o superior, buenos autos. Por más que pongamos decenas de inspectores contra Uber y Didi, la gente los seguirá eligiendo. Los taxistas se concentran sólo en el control y menos en mejorar su prestación. El control está, hay competencia desleal pero insisto en que deben concentrarse en mejorar", se explayó.