Con una oferta tentadora para muchos pasajeros de un 25 por ciento menos que la tarifa de un servicio habilitado, las app ilegales como Uber y Didi desataron una discusión pública entre los dueños de las chapas de taxis. El referente de la Asociación de Titulares de Licencia de Taxis de Rosario (Catiltar), José Iantosca, tildó de "locura" los dichos de su colega de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), Mario Cesca, quien le pidió al Concejo Municipal autorización para usar estas app ilegales para sostener la recaudación de los coches habilitados. Y replicó lanzando un manto de sospechas sobre su colega. La discusión en el seno de la "familia tachera" desnudó por completo una profunda crisis, con una caída del 40 por ciento de los viajes, una reducción de la flota a 2 mil unidades en la calle y un trabajo a pérdida del 50 por ciento entre los costos operativos y la tarifa autorizada por el municipio.
La mecha se encendió con las declaraciones de la presidenta del Concejo Municipal, María Eugenia Schmuck, quien había instado a los taxistas a "trabajar más para mejorar el servicio", en alusión a la puntualidad y calidad en la prestación que hace el sector a diario y como réplica a las demandas de más controles contra los autos no habilitados. "Coincidimos en que debe haber control, pero hay que dejar de ver sólo los errores de los otros", afirmó.
Sin plazos para avalar las app
Ayer, y después de encendida la polémica, Schmuck volvió a pronunciarse con La Capital. "La normativa tiene una serie de ventajas en sus requisitos y muchas virtudes pero muy pocas aplicaciones cumplen con las característica que se habían solicitado. Las aplicaciones ilegales pueden ingresar en cualquier momento cuando así lo deseen al registro para su autorización. Hoy la prioridad está puesta en que los rosarinos puedan viajar en autos habilitados por el municipio con choferes habilitados. Luego, las aplicaciones que usen como sistema de despacho de viajes son su elección, pero la prioridad del control está puesta en estos dos puntos", puntualizó.
A lo ya planteado por la edila oficialista, sobrevino un curioso pedido por nota formal al Palacio Vasallo de parte de Cesca: pidió el aval legislativo para que los coches de alquiler puedan usar las app Uber y Didi como "sistema de comunicaciones" válido para hacer viajes arriba de un taxi.
Voces de la familia taxista
Y ayer, los "chalecos amarillos" (que representan un colectivo de unas siete agrupaciones del sector) se concentraron por la mañana para reclamar más controles por parte de la Municipalidad contra "los truchos", y repudiar los dichos de Cesca.
El telón de fondo del debate es la caída estrepitosa de la recaudación, y la pérdida de viajes en manos de Uber y Didi, que como una aspiradora se llevan los viajes de los taxistas, remiseros, y también de los colectivos urbanos. Esto se profundiza los fines de semana, en horario nocturno.
"Estamos en contra de las app ilegales, no se adaptan a la ordenanza y hasta el pasajero se pone contento cuando pide un viaje por estas aplicaciones y le llega un taxi, porque le da seguridad y confianza. Pero con este dumping nos están firmando el certificado de defunción", señaló Iantosca, para luego opinar sobre el polémico proyecto de su colega Cesca. "Le sale el Superyó y dice cualquier locura, pero lo hace en forma individual y los que como taxistas se bajaron Uber para hacer viajes son una minoría, no juzgo al compañero que lo hace ante la desesperación, pero termina trabajando a pérdida", sentenció.
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La batalla por disputarse los viajes que hay en la calle es feroz. Uber y Didi cobran un 25 por ciento menos que un taxi, pero según cálculos de los dueños de chapas, entre los costos del servicio regulado están a un 45 por ciento por debajo de lo que debería salir un viaje. Esto, según esta lectura, provocó una reducción de la flota de autos negros y amarillos. "De 4 mil taxis que hubo en su momento hoy circulan 2 mil, la otra parte está en caución o han quedado semiabandonados", aseguró Iantosca. Y señaló: "Por más que hagamos 10 mil pesos la hora, el sistema es inviable".
Antes de la marcha en plaza 25 de Mayo, Cesca tiró munición gruesa para todos lados. "Tato (apodo de Iantosca) se quiere pelear conmigo pero lo tiene que hacer con el intendente, yo soy sólo el emisor de lo que pasa en la realidad", señaló, para luego echar un manto de sospechas contra su colega: "No soy funcional a nadie, no tengo negocio con los taxis, vivo arriba de uno, defiendo a los titulares, pero si otro quiere defender otros negocios es su problema. No tengo cámara de radiollamada, ni empresa paralela. Acá lo que digo es que el uso de Uber y Didi como sistema de comunicación no constituye delito si lo hace un auto habilitado por el Ejecutivo".
En este punto, el dirigente se explayó: "Según la resolución de la Secretaría de la Movilidad cuando nosotros usamos las aplicaciones habilitadas no tenemos que usar el reloj, de modo que al no usarlo se cayó el convenio colectivo de trabajo con los peones (que fija el sueldo de los trabajadores en 8.400 fichas al mes), de modo que violamos leyes laborales, el convenio y además hacemos fraude impositivo".
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Pero hubo más de Cesca. "¿Cuál es el valor de un viaje?", se preguntó, para responderse: "El precio que determina el mercado y nosotros nos estamos quedando sin pasajeros porque estamos cobrando una tarifa que la gente no puede pagar, y estas aplicaciones vinieron a hacer una inversión que nunca quisieron hacer el municipio ni las empresas privadas. Les dan premio a los pasajeros, bonifican viajes. Si gano más con la aplicación, no se trata de un sentimiento, sino de un negocio. Quien no lo entienda debería pensar en devolver las chapas. El Estado nos abandonó a nuestra suerte y nos tenemos que salvar el pellejo, porque si no, nos fundimos todos".
En la actualidad, las aplicaciones habilitadas son Movi, Viaja Rosario, Cabify, Zubo y She Taxi, para taxis, y para remises recibieron el visto bueno Cabify, Viaja Remís y Pedí tu Remís.
Qué dice el Sindicato de Peones
El Sindicato de Peones de Taxis de Rosario manifestó este lunes su oposición al planteo elevado por un sector de los propietarios de licencias, para que el municipio habilita al servicio regulado el uso de las aplicaciones Uber y Didi. El gremio insistió que estas aplicaciones constituyen una competencia desleal y funcionan al margen de la ordenanza que establece el marco legal del servicio.
"No queremos avalar la forma irregular en que trabajan Uber y Didi, con tarifas que son irrisorias, que no están acordes de la realidad de un servicio público”, señaló el titular del gremio de los peones Horacio Yannotti, para agregar: “Esto es un aquelarre, no puede ser que cualquier vecino baje una aplicación, salga a trabajar con cualquier tarifa, eso es imposible”.
El dirigente que representa a los choferes de taxis agregó que “la actividad del servicio público, la actividad legal de los taxis tiene un costo operativo” que no pueden cubrir “estas tarifas que están dando estas empresas multinacionales, que se llevan el dinero afuera y que tienen el lomo suficiente para bancarse bonificaciones porque compiten entre ellos, entre Uber y Didi”.
Para afirmar la defensa de sus afiliados Yannotti breó por "la legalidad, un buen servicio público, trabajadores registrados laboralmente, así que no estamos de acuerdo en que se pida al municipio trabajar con las aplicaciones ilegales” y finalizó con un concepto: "No a Uber, no a Didi".