Conductores dando largas vueltas buscando un lugar donde estacionar, autos en doble fila que entorpecen el tránsito, motos que zigzaguean como víboras entre otros vehículos, camiones haciendo descargas fuera de horario. Todo esto sucede en cualquier esquina, en un radio de pocas cuadras: el centro de la ciudad de Rosario.
Nueve de cada diez rosarinos considera que el tránsito en el centro es un problema a resolver, de acuerdo a una encuesta realizada por el equipo de la concejala Anahí Schibelbein (UCR). El sondeo se hizo del 6 al 10 de enero y alcanzó a 357 personas, representantes de todos los actores del sistema de movilidad: taxistas, colectiveros, conductores particulares, ciclistas, peatones y usuarios del transporte urbano.
Delimitada por Oroño, Pellegrini y el río, el área central rosarina es un conjunto de unas 260 manzanas en las que conviven grandes y pequeños comercios, hoteles, instituciones y viviendas particulares.
Todo el sector cuenta con 509 cuadras de estacionamiento medido, doce cuadras peatonales (sumando Córdoba y San Martín), cuatro carriles exclusivos para transporte público (San Lorenzo, Laprida, Santa Fe y Maipú), ciclovías por Pellegrini, Rioja, San Luis, Corrientes, Entre Ríos, Buenos Aires y Alem y, en los últimos años, sumó 20 cruces peatonales seguros, como el de Paraguay y Córdoba.
Es también, una de las zonas donde moverse requiere más pericia y más paciencia. Un "problema a resolver", como lo consideraron el 97 % de las personas que contestaron la encuesta realizada en puntos claves del área central: como plazas y paradas de colectivo.
Un tránsito "caótico"
"El mayor inconveniente que manifestaron quienes respondieron el cuestionario fue la congestión del tráfico, lo que genera mucha demora en horas pico, cuando se vuelve caótico", explicó Schibelbein. En este sentido, cuatro de cada diez encuestados indicaron que la principal razón de la congestión en el área central está dada por la gran cantidad de autos particulares que circulan; mientras que en segundo lugar apuntaron a la falta de control municipal sobre el uso del espacio público.
En cuanto a las zonas más congestionadas, la mitad de los encuestados sostuvo que la calle más complicada es San Luis, seguida por Santa Fe y, en tercer lugar, calle Rioja.
El sondeo indagó también por el uso del transporte urbano de pasajeros. Un 41% de los entrevistados señaló que no usan colectivos por los tiempos de espera existentes entre unidades; también apuntaron la comodidad de desplazarse de otra forma y la seguridad.
Entre quienes sí usan el transporte urbano, nueve de cada diez afirmaron que se transportan por este medio por no tener auto propio.
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“Sabemos que la cantidad de encuestas realizadas es una muestra pequeña teniendo en cuenta la población actual de la ciudad, pero los resultados que obtuvimos corroboran el diagnóstico sobre la problemática de la movilidad en el centro”, apuntó la concejala del radicalismo y consideró que "es necesario poner en agenda el tema del tránsito en el área central porque esta situación tenderá a agravarse".
El Plan de Movilidad
Este lunes, Schibelbein presentó un proyecto para solicitar al municipio que convoque a una mesa de discusión sobre el Plan Integral de Movilidad, la herramienta que desde 2010 tiene la ciudad para planificar sus acciones relacionadas con el tránsito.
“El Plan de Movilidad es un instrumento de planificación que fue el resultado de un trabajo participativo y cuyo objetivo principal fue lograr un sistema de movilidad urbano-regional integrado, eficiente y competitivo, optimizando la distribución modal en pasajeros y cargas e incorporando los procesos y tecnologías que promuevan la sustentabilidad ambiental local y global. Está clarísimo que esos objetivos no se lograron, entonces creo que, a 14 años de su implementación, la ciudad merece volver a debatir al respecto”, consideró Schibelbein.
La edila recordó que el programa se proponía tres ejes centrales: que más gente utilice el transporte público, que se desarrolle el transporte no motorizado y disuadir el uso del transporte privado motorizado. Sin embargo, consideró que, por diversos motivos, esto no se cumplió: "el parque automotor de la ciudad está en franco crecimiento superando en la actualidad los 640 mil vehículos entre autos y motos".
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La propuesta de la concejala busca actualizar el debate sobre estos temas, convocando a distintos actores y especialistas en la materia desde el Ente de la Movilidad, un "primer paso" para orientar las acciones tendientes a resolver los problemas que representa el tránsito en el área central no sólo para los rosarinos sino para quienes viven en localidades cercanas, como Funes o Roldán, y a diario llegan hasta el centro a trabajar.
“Movilizarse en el área central en horario pico un día laboral es un problema dada la alta congestión vehicular de la zona. Las calles del macrocentro tienen un ancho promedio que no supera los 9 metros y en ese espacio limitado conviven los distintos medios de transporte (motorizado y no motorizado) con algunas restricciones en el uso del mismo como son los carriles exclusivos del TUP, las ciclovías y el estacionamiento medido”, puntualizó.
Este diagrama, consideró, es el que necesita revisarse. "Es un tema complejo, pero imprescindible, por eso considero que hay que tratarlo con la seriedad que merece", concluyó.