En medio de la ola de calor que se vive en Rosario, con pronósticos de temperaturas máximas que podrían arañar los 40 grados y alta sensación térmica, la organización Protegiendo Nuestros Árboles lanzó una campaña para que los vecinos rieguen las especies plantadas en las veredas. Según advierten, en los meses más calurosos del año, los árboles sufren una falta de agua importante que puede afectar su desarrollo, especialmente si se trata de ejemplares jóvenes.
La propuesta, que empezó a circular en las redes sociales, busca crear conciencia ciudadana para que los vecinos se hagan cargo del cuidado de los ejemplares del arbolado público, que tantos beneficios brindan a la vida en la ciudad, sobre todo en épocas de temporadas de calor extremos.
"Todos los seres vivos sufrimos el calor. Y, en esto, los árboles no son una excepción", explica María Inés Testoni, integrante de Protegiendo Nuestros Arboles Rosario, la asociación que esta semana lanzó una iniciativa para que los rosarinos "puedan conectarse con el elemento natural que tienen más a disposición en el entorno urbano, apreciarlo y defenderlo", señala.
En los meses más calurosos del año, hay más horas de sol, las lluvias son escasas y los árboles sufren una falta de agua importante que puede afectar a su desarrollo. Por eso, la organización pide que los vecinos se tomen un momento para regarlos. "Sobre todo, en el caso de aquellos arbolitos que están recién plantados y están desatendidos", apunta. Estos ejemplares son los que menos pueden concentrar agua en sud raíces o su tronco y están menos acostumbrados al rigor del clima y del entorno.
Árboles saludables
El problema, afirma Testoni, se repite en numerosas cuadras del centro de la ciudad, donde hubo plantaciones recientes, como por calle Moreno o Rioja. "Estas especies dice no tienen un riego consistente, por esto pedimos que la comunidad colabore en esta tarea, porque del arbolado urbano también depende nuestra salud", destaca.
>>Leer más: Ola de calor en la Argentina: 14 provincias, entre ellas Santa Fe, bajo alerta por las altas temperaturas
Para la integrante de la entidad ambientalista, un balde de agua limpia día por medio puede marcar la diferencia y ayudar a crecer en forma saludable a los ejemplares jóvenes, sobre todo en horas de la mañana o del atardecer. También se puede controlar el estado de las cazuelas, que la tierra no esté desmejorada, mantenerlas libres de basura y colocar otras plantas alrededor del árbol para evitar la degradación del suelo. Todo esto ayuda.
Según datos del municipio, Rosario tiene aproximadamente 420.000 árboles en veredas y espacios verdes públicos. Su contribución y aportes al ambiente son conocidos: dan sombra, reducen el impacto del sol y calor y así el consumo energético, mitigan los niveles de ruido, absorben contaminantes y mejoran la calidad del aire.
También son los principales aliados para enfrentar el efecto de "islas de calor urbanas'' que se crean cuando las grandes extensiones de asfalto y cemento cubren las ciudades, generando una temperatura mayor en el centro que en los alrededores, donde la presencia de verde es mayor.
>>Leer más: Rosario se prepara para la semana más sofocante del verano: hasta cuándo se instala el calor
Los veranos Niña
No todos los árboles son iguales. Las especies tienen diferentes niveles de tolerancia al calor y la sequía. "Las especies de hojas anchas en general sufren más y necesitan transpirar más agua, nosotros tenemos un arbolado mayormente compuesto de especies europeas o norteamericanas que son de climas más templados y muchas de ellas ya sufren los veranos marcados por la presencia de La Niña, que en general vienen con más olas de calor y períodos de sequía extrema", afirma el naturalista César Massi y explica que, por esa misma razón, en el bosque chaqueño o en el bosque de espinal no abundan las plantas con hojas grandes, son más bien casos raros.
Los ejemplares jóvenes son los más vulnerables al calor y la sequía porque las raíces todavía no se desarrollaron lo suficiente para empezar a buscar agua por sus propios medios. "Por eso las plantaciones masivas suelen fracasar en gran numero cuando tocan veranos como este", señala y considera que en esos casos el municipio debería garantizar el riego. "Los vecinos podrían colaborar si hubiese información de como hacerlo. Tampoco hay que regar todos los días, el riego depende de la especie, del tamaño y del clima".
Arboles como el plátano, el acer plateado o los tilos, muy presentes en las veredas de la ciudad, sufren mucho las condiciones exigentes del calor y, los reiterados momentos de estrés, los hacen más vulnerables a plagas y patógenos.
Por eso, un factor que contribuye a la salud del arbolado, señala, es la plantación de especies nativas. "Las especies más rusticas, como las del espinal y las del bosque chaqueño, casi no se utilizan en arbolado urbano por la gran presencia de espinas y el porte no muy amigable. Hay nativas que también son demandantes de agua, pero tienen cierta resistencia al calor. Por ejemplo, las que crecen en los humedales del Paraná: El ceibo, los timbó, el curipi, el laurel, el sauce o el aliso. La mayoría de esas especies puede vivir con un riego semanal estando ya en tierra".
Y considera una materia indispensable planificar qué se planta, dónde y cuándo, privilegiando las especies que sean tolerantes al clima actual y brinden una sombra aceptable en los momentos donde se las necesita. "Los arboles no son sombrillas, son seres vivos y sufren los veranos extremos como cualquier otro organismo, tienen calor y necesitan transpirar", señala.
Un punto es cierto. "Sin árboles en la ciudad no podemos vivir, cualquier rosarino sabe que es un infierno caminar por la peatonal en verano, o por calle Santa Fe en horario de bancos, o por calle Corrientes. Necesitamos antes que nada sombra para bajar la temperatura en las calles que transitamos, al margen de la buena calidad de arboles en los parques. Y luego mejor calidad de aire, menos incidencia de vientos que contribuyen a que nos deshidratemos más rápido, tapar la radiación solar que refleja el cemento y nos daña la vista y también disfrutar del verde para bajar un cambio", concluye.