Un pedido de colaboración en redes sociales tuvo una respuesta inesperada para una mujer con dos cirugías cardíacas. Una historia con final feliz que busca su epílogo
Por Lucas Aranda
Foto: Héctor Rio / La Capital.
No muchas personas pueden decir que les sobran $96.000 para volver a comprar remedios perdidos. La plata incluso puede ser una cuestión secundaria si es medicación cardíaca. Quizás sin saber esto, un taxista se convirtió este martes en el héroe anónimo de una mujer que tuvo un descuido. Por eso, la protagonista salió a buscarlo para agradecer su gesto.
La historia empezó y terminó en el microcentro. Este lunes por la noche, Rosario Solidaria hizo un pedido de ayuda que se viralizó rápidamente. María ya se sometió a dos operaciones de corazón y quería resolver el tema cuanto antes, confió a La Capital. De inmediato, recurrió a su amiga Jorgelina de la Torre, coordinadora general de la organización no gubernamental (ONG), porque "conoce hasta el Papa".
Al día siguiente de la publicación, la paciente confirmó que las tres cajas de fármarcos no se habían perdido. Un chofer las devolvió en la farmacia donde las había comprado, pero los empleados no llegaron a pedirle un número de teléfono o siquiera su nombre para facilitar el contacto con la pasajera porque tenían muchos clientes por atender.
María se tomó el taxi este lunes a las 13 en el cruce de Paraguay y Córdoba. El viaje fue corto y el conductor fue muy amable, según le contó a La Capital. A la hora de reconstruirlo sólo pidió que no se publique su nombre real para no incomodar a su familia.
"Yo le quiero agradecer, nada más. Me acuerdo de la cara, es bajito y canoso", precisó la pasajera. El chofer fue hacia el sur desde la plaza Pringles y la dejó en la esquina de 9 de Julio. Antes de entrar a su casa, ella fue a un kiosco cercano y en 10 minutos se dio cuenta de que le faltaba algo imprescindible.
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María admite que es "colgada" e incluso recuerda que ya le había pasado algo similar con unos lentes nuevos que nunca recuperó. Así dedujo sin sorprenderse que los medicamentos para el corazón habían quedado dentro del auto. Esta vez, el conductor fue a la farmacia y entregó las cajas perdidas en cuestión de horas.
La parada de Córdoba y Paraguay tiene varios choferes fijos, pero este miércoles a la mañana no había rastros del héroe anónimo. La pasajera fue a preguntar si alguien lo conocía y espera poder encontrarlo para darle las gracias en persona.
Aunque está acostumbrada a pedir colaboración a través redes sociales, Jorgelina de la Torre afirma que "la repercusión fue impresionante" cuando decidió ayudar a su amiga mediante la ONG que encabeza. En contraste con lo que cabía esperar, María apenas usa Instagram y ni siquiera sabía cómo se había activado la búsqueda online.
Las historias de Rosario Solidaria se replicaron miles de veces desde la noche del lunes y lo mismo ocurrió con las publicaciones de Facebook y X. Sin embargo, el chofer resolvió la situación fuera del radar de internet y directamente se fue a la farmacia del microcentro al día siguiente.
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Aunque María todavía tenía algunos medicamentos, el extravío la puso en un aprieto para reponerlos entre la compra nueva y el trámite de los bonos de 72 horas de validez. Afortunadamente, el taxista que la llevó le dio la mano que necesitaba con mucha celeridad.
Al igual que su amiga, De la Torre estaba feliz por haber hallado la solución en poco tiempo. "Estas cosas existen y vale destacarlas. Tiene que ser una campaña de los buenos gestos", concluyó.
La Secretaría de Control y Convivencia advirtió que uno de los detenidos se negó a identificarse cuando la policía llegó al lugar.
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