El plan de veredas lanzado por el municipio en el área central de la ciudad no sólo mejorará la transitabilidad de las aceras, sino que también permitirá hacerlas accesibles para personas con discapacidad, ya sea física o visual. Los trabajos, que en esta primera etapa se pusieron en marcha en la zona de Entre Ríos, San Martín, Santa Fe y Tucumán, incluirán la construcción de unas cien rampas en las esquinas y la extensión de los senderos con baldosas táctiles para disminuídos visuales.
Las intervenciones del plan de veredas comenzaron hace dos semanas, en el Día de Reyes, y se desarrollará en cuatro etapas para llegar en abril hasta avenida Pellegrini y Oroño.
En esos meses, las cuadrillas contratadas por el municipio resolverán las roturas generadas en las veredas por el paso del tiempo, la actividad de empresas de servicios públicos o las raíces de los árboles.
De acuerdo a un relevamiento realizado por la Intendencia, en todo el área central existen unos 2.599 cráteres, de distintas magnitudes, que suman unos 10.600 metros cuadrados.
Las intervenciones que se desarrollan en el centro de la ciudad forman parte de un programa más ambicioso que incluye a las zonas de mayor tránsito, como a los corredores comerciales, y la ejecución de veredas de hormigón a través del programa Esfuerzo Compartido.
Cuando se presentó la iniciativa, el intendente Pablo Javkin reconoció que el problema de la falta de mantenimiento de las veredas es uno de los que generan mayor reclamos en las áreas de atención al vecino, como la línea 147. Desde pequeñas zonas con baldosas flojas hasta pozos que con cada lluvia se llenan de agua, el mal estado de las aceras es una de las principales causas del malhumor de los vecinos entre las cuestiones relacionadas con el espacio público.
“Hoy podemos poner mucho el foco en este problema que es el de las veredas. Para nosotros plazas, calles y veredas, lo que el vecino utiliza en su vida cotidiana para ocupar el espacio público, para transitar por el espacio público, es una prioridad”, sostuvo al momento de anunciar la puesta en marcha de las obras.
Veredas más accesibles
El plan de veredas no sólo apuesta a mejorar la transitabilidad por las aceras de la ciudad y hacer de este modo más seguro el desplazamiento de los peatones, sino también a convertirlas en espacios accesibles para personas con discapacidad, personas mayores o adultos que llevan a niños en cochecito.
Por eso, los trabajos contemplan también la reparación de rampas deterioradas y la construcción de nuevas en las esquinas del área central. En total se ejecutan ocho rampas por ochava (dos por cada esquina).
Sólo en esta primera etapa, que abarca la zona de Entre Ríos, San Juan y el río, se repararon 309 rampas y se construirán a nuevo otras 101, en un intento por eliminar los obstáculos con los que se cruzan diariamente las personas con discapacidad.
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Personas con discapacidad visual
Los nuevos tramos de vereda contarán con baldosas con texturas que facilitarán el tránsito de personas con discapacidad visual. Estos senderos se construyen en forma paralela a la línea de edificación, a menos de un metro de las fachadas de viviendas o comercios, con mosaicos acanalados (el nombre correcto es podotáctiles) que guían el tránsito de personas con poca visión que usan bastón, con el objetivo de que puedan ocupar el espacio público con mayor autonomía y minimizando riesgos.
La colocación de estas guías táctiles comenzó en 2018 cuando se realizó la remodelación del Paseo del Siglo, en calle Córdoba, entre Oroño y Paraguay. Este diseño se puede ver también en las veredas del perímetro de la plaza Pringles.
Se trata de un sistema de relieves sobre las aceras que permite a las personas con discapacidad visual identificar con sus pies los espacios por donde pueden desplazarse de manera segura, así como aquellos donde hay presencia de mobiliario o proximidad a la calle.
La accesibilidad se completa con las tradicionales rampas garantizadas en cada una de las esquinas.
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Un plan con antecedentes
Si bien la construcción y mantenimiento de las veredas es responsabilidad del frentista, una de las principales causas de roturas son las aperturas que realizan las empresas de servicios públicos. Por eso, en octubre pasado, el Concejo Municipal aprobó una ordenanza para crear una Mesa de gestión de Veredas y Vías Peatonales, para mejorar su reparación y mantenimiento.
El objetivo principal de la norma es que una sola oficina tome la posta de coordinación de todas las intervenciones que se hacen en veredas y de todas las dependencias municipales y de empresas de servicios que tienen vinculación con el tema. En total, entre las áreas municipales y las oficinas de servicios públicos, el organismo suma a unos 14 actores.
La iniciativa de la concejala socialista Alicia Pino fue aprobada por unanimidad. "La rotura, reparación y mantenimiento de veredas está dentro de las principales problemáticas de rosarinos y rosarinas y, es por esto, que necesitamos priorizar el tema y concentrar esfuerzos. Hoy el panorama es crítico: se han acumulado cantidad de veredas dañadas o mal reparadas y esta problemática reaparece constantemente. En ese sentido, buscamos mejorar y maximizar la tarea del municipio, a fin de responder de manera ágil y técnica a todas estas demandas y mejorar la transitabilidad en toda la ciudad", señaló la concejala en su momento.