La disciplina, llamada Speedcubing, tendrá su competencia estreno en el Distrito Sur el 17 y 18 de noviembre. Cómo participar
El cubo Rubik fascina a grandes y chicos.
Rosario se prepara para ser sede por primera vez de un torneo de Speedcubing, la disciplina que consiste en resolver un Cubo Rubik u otro tipo de puzles en el menor tiempo posible. Se desarrollará el domingo 17 y el lunes 18 de noviembre en el Centro Municipal de Distrito Sur con la presencia de los mejores speedcubers de la región y del país.
La ciudad tendrá su evento sobre esta actividad en la sede distrital de avenida Uriburu y Buenos Aires. No será la primera vez que los cubos comienzan a girar en la provincia. Hubo una decena de competencias en Santa Fe y tres en San Lorenzo, pero sí será el debut en la Cuna de la Bandera.
En todos los torneos en la bota participó el santafesino Bautista Bonazzola, tres veces mundialista en 2015, 2017 y 2019, y campeón sudamericano en 2022 de la categoría 3x3, el cubo que domina el mercado. Además, en su recorrido como speedcubers (así se llama a quienes desarrollan esta disciplina) atesora múltiples récords nacionales.
Las inscripciones para participar en el torneo rosarino están abiertas a todo el público, sea aficionado o dedicado, y el cupo límite es de 100 competidores. Las puertas del Distrito Sur se abren cerca de las 9 y se extiende la apertura hasta las últimas horas de la tarde. El canon para participar es de 6 mil pesos y hay tiempo para inscribirse hasta el 11 de noviembre. “La gente que lo sepa armar, se debe animar, es algo muy lindo. Realmente el tiempo de resolución es lo de menos. Lo importante es ir a vivir la experiencia, competir”, invitó el referente santafesino. Para el público en general, la entrada es libre y gratuita.
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Bonazzola, como la inmensa mayoría, tuvo un Cubo Rubik entre sus juguetes cuando era un niño. Ofuscado por no poder completar el objetivo de emparejar las caras lo dejó de lado, pero fue entonces cuando un joven en la televisión invadió su casa. La conexión fue total y penetrante. Bautista tenía poco menos de 10 años y vio como en menos de 20 segundos el juguete quedaba en una perfecta armonía. “Nunca imaginé llegar a tanto, el primer objetivo era armarlo”, reconoció a La Capital.
En 2014, ya con diez años, compitió por primera vez y una década después llega a Rosario como referente en la actividad. “Siempre que puedo voy a competir en los torneos porque es una experiencia muy linda y me permite reencontrar con mis amigos hechos alrededor del cubo”, agregó, quien además es estudiante de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional del Litoral (UNL).
Horas y horas armando cubos, practicando nuevas formas de lograr el objetivo, y un cubo siempre cerca, así llegó a recorrer el mundo compitiendo. Países como Brasil, Francia, Australia, Uruguay y Perú, entre varias ciudades de Argentina vieron cómo el santafesino desplegaba su destreza.
Con 65 torneos de experiencia, el próximo año Bonazzola tiene como objetivo llegar al mundial de Estados Unidos, si bien no se requiere un ranking para participar, los altos costos y el trabajo a pulmón para lograrlo hoy son el principal nudo que tiene por desenredar.
En marzo de 1974 el arquitecto húngaro Ern Rubik presentaba el Cubo Mágico, también conocido como Cubo Rubik. Seguramente nunca imaginó que 50 años después se iban a vender más de 450 millones de unidades y mucho menos debe haber anticipado que la disciplina iba a evolucionar hasta encontrar niveles inimaginables en esa primavera soviética.
Si bien existen 17 modalidades de Cubo Rubik, el mundialmente conocido es el 3x3, es decir seis caras de nueve cuadrados de colores cada una. El objetivo es hacer coincidir en un mismo lado a todos los cuadrados de colores similares. Este rompecabezas tridimensional consta de 26 piezas móviles y para completarlo se pueden emplear hasta 43.252.003.274.489.856.000 combinaciones diferentes (más de 43 trillones).
“Tener paciencia y quitarse la idea de que es imposible es el primer paso para aprender a armarlo”, contó Bonazzola y agregó: “Para mejorar y tener un buen nivel de competición, se necesita constancia, disciplina, entrenar todos los días, al menos una hora. Eso implica no solo armarlo, sino también aprender nuevas técnicas, nuevos métodos”.
Existen 17 categorías de Cubo Mágico. Se compite desde el 2x2 (seis caras, de cuatro piezas cada una) hasta el 7x7, donde la complejidad aumenta considerablemente. También existen modelos en pirámides o Megaminx (un rompecabezas tridimensional de tipo mecánico con forma de dodecaedro regular. Tiene un total de 50 piezas móviles), o modalidades de armado con una mano o vendas en los ojos para incrementar la dificultar y la tensión. En Rosario habrá 12 diferentes mesas de juego.
Los torneos están organizados bajo un protocolo indicado por la World Cube Association. Se define un cronograma para cada categoría. Una mesa espera a los competidores y cinco cubos del mismo tipo por resolver frente a ellos. Cada participante recibe una idéntica combinación para descartar ventajas. Un juez y un cronómetro presionan para lograr el mejor tiempo.
Para definir el tiempo de clasificación le dan la oportunidad de armar cinco veces el cubo, todas cronometradas. Cuando finalizan, los jueces eliminan el tiempo más alto y el más bajo y entre los tres restantes se saca un promedio y allí se fija el resultado final.
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Para armar un 3x3, el promedio en Argentina ronda entre los 7 y 8 segundos. A nivel mundial, ese promedio baja a menos de 5 segundos. “De todas formas son tiempos muy buenos. En los últimos años creció mucho en nivel y en Sudamérica los argentinos tenemos la mayoría de los récords. A nivel mundial siempre hay un argentino entre los 100 mejores y hasta muchos están en el top 50”, definió Bonazzola.
El claro ejemplo es Juan Martín López récord mundial en Megamix con 23.18 segundos para resolver este complejo puzles. Estados Unidos y China dominan las competencias de Speedcubing a nivel mundial.
La World Cube Association controla las competiciones oficiales y rankings de todo el mundo. Además, oficializa las 17 categorías: Cubo 3×3×3; Cubo 2×2×2; Cubo 4×4×4; Cubo 5×5×5; Cubo 6×6×6; Cubo 7×7×7; Megaminx; Pyraminx; Skewb; Square-1; Clock ; Cubo 3×3×3 a una mano; Cubo 3×3×3 a ciegas; Cubo 4×4×4 a ciegas; Cubo 5×5×5 a ciegas; Multiblind (múltiples cubos 3×3×3 a ciegas); y Cubo 3×3×3 en menos movimientos.
Para resolver el Cubo Mágico 3x3x3 el método más utilizado es el CFOP, popularizado por la speedcuber checa Jessica Fridrich en 1997, pero utilizado desde los años 80.
El método utiliza el “capa por capa”. Primero se resuelve una cruz, luego se implementa pares en las esquinas y aristas a ella, orientando la última capa y finalmente permutándola o cambiándola.
Estos dos últimos pasos son realizados a través de algoritmos para ayudar a agilizar la resolución, mientras que los dos primeros se pueden hacer de forma intuitiva.
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